En el siguiente artículo Natalia Gómez Jiménez, Educadora Social y Musicoterapeuta del Equipo 3.0 de BSP Asistencia, aborda la importancia y la utilidad de la musicoterapia en el trabajo con personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias con deterioro cognitivo leve / moderado, a través de la experiencia concreta en el Centro Geriátrico Catite de Castelldefels.
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Beneficios del aplicación de la musicoterapia en este colectivo
Últimamente se ha demostrado con un considerable volumen de evidencias que la musicoterapia es efectiva en el tratamiento de las demencias (Raglio, Bellelli, Traficante, Gianotti, Ubezio, Gentile, Villani, & Trabucchi, 2010). La musicoterapia en el trabajo con personas afectadas por demencias y Alzheimer tiene como objetivo mantener y mejorar las habilidades en las áreas física-motriz, cognitiva, socio-emocional y conductual. (Mercadal-Brotons & Martín, 2008). Diversos estudios nos demuestran que la musicoterapia permite mantener el sentimiento de identidad de los enfermos de Alzheimer y puede estimular las funciones cognitivas globales, (Raglio, Bellelli, Traficante, Gianotti, Ubezio, Villani, & Trabucchi, 2008).
Por otra parte, cada vez más se están sustituyendo o complementando las terapias farmacológicas para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (y las demencias en general) con terapias que no implican la administración de medicamentos. Esto se debe a que en muchas ocasiones los fármacos generan efectos secundarios adversos y, si tenemos en cuenta que las demencias y el Alzheimer son enfermedades crónicas y degenerativas que necesitan un tratamiento indefinido y constante, estos efectos podrían ser muy dañinos.
La musicoterapia es una terapia no farmacológica basada en el uso sistemático de canciones, sonidos y movimiento (Svansdottir & Snaedal, 2006) y que no muestra efectos secundarios (Svansdottir & Snaedal, 2006). Así pues, si ya no como sustitutivo de los fármacos, sí se debería tener en cuenta la musicoterapia como tratamiento para el Alzheimer y poder así reducir la cantidad de medicamentos suministrados a los afectados por esta enfermedad, mejorando su calidad de vida.
Además, a nivel personal para los enfermos de Alzheimer, la musicoterapia puede ser percibida como una actividad significativa, reduciendo así la ansiedad y comportamientos motores anómalos. De esta manera puede mejorar la participación de los enfermos en el resto de actividades que se realicen en el centro especializado del que sean usuarios, reduciendo así la apatía (Raglio, Bellelli, Traficante, Gianotti, Ubezio, Villani, & Trabucchi, 2008).
Pero la musicoterapia no es sólo útil en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer por el simple hecho de no ser un tratamiento farmacológico, sino que tiene efectos visibles en síntomas típicos de esta enfermedad. Estudios como el de Raglio et al. (2008) corroboran su eficacia en el tratamiento de los síntomas psiquiátricos y de la conducta, típicos de las demencias, demostrando que este tratamiento reduce estos síntomas a la vez que mejora la relación de comunicación entre los pacientes y el musicoterapeuta.
Basándonos en estas evidencias y en los resultados de la experiencia que se expone en este artículo, podemos afirmar que la musicoterapia funciona en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
Experiencia musicoterapéutico el Centro Geriátrico Catite
En esta actividad participaron un grupo de entre 10 y 12 personas residentes de Catite, afectadas por deterioro cognitivo producto de la enfermedad de Alzheimer (o de demencias vasculares), en GDS 4-5 (leve/moderado).
Todos presentan, en mayor o menor medida, las siguientes características [1] asociadas a la enfermedad de Alzheimer en estado leve/moderado: olvidos frecuentes de los recuerdos más recientes (memoria inmediata); cierta irritabilidad y cierto grado de depresión; pérdida de memoria (memoria remota); falta de percepción de los propios déficits; dificultad para retener la información; confusión de lugares y fechas (desorientación temporal); pérdida de vocabulario (denominación); constantes repeticiones de la misma pregunta o acción; problemas de identificación de objetos comunes, personas conocidas, colores, sonidos u olores; cierta dificultad para manejar objetos de uso habitual; agitación, inquietud, nerviosismo; depresión; irritabilidad, agresividad.
[1] Datos extraídos del Canal de Salut del portal web de la Generalitat de Catalunya.
Procedimiento y diseño
Mi intervención ha constado de varias fases: assessment, definición de las áreas y objetivos a trabajar, diseño de las sesiones (actividades), implementación, recopilación de datos y análisis de los resultados.
El assessment, es decir, el proceso de recopilar información del centro, sus usuarios y los futuros participantes de las sesiones de musicoterapia, lo llevé a cabo mientras desarrollaba mis tareas como educadora antes de que ampliaran mis horas de trabajo en el centro.
Antes de comenzar las sesiones definí dos áreas de trabajo, la cognitiva y la socio-emocional y en base a estas áreas definí los siguientes objetivos:
– Área cognitiva: estimular las siguientes funciones: memoria remota; memoria reciente y evocación inmediata; denominación; gnosias auditivas y visuales; atención y concentración; praxias ideomotoras; lectoescritura; lenguaje.
– Área socio-emocional: mejorar el estado de ánimo y autoestima; aumentar la participación, interacción y comunicación.
Los objetivos a trabajar son:
Objetivos generales:
· Mantener las capacidades cognitivas propias de cada sujeto para fomentar la autonomía.
· Reducir el deterioro cognitivo en caso de patologías neurológicas tales como demencias o Alzheimer.
· Optimizar el potencial del paciente.
· Mejorar la autoestima.
· Favorecer la interacción social.
Objetivos específicos:
· Trabajar la memoria
· Trabajar la evocación inmediata
· Trabajar la denominación
· Trabajar las gnosias auditivas y visuales
· Trabajar la atención y la concentración
· Trabajar las praxias ideomotoras
· Trabajar la lectoescritura
· Trabajar el lenguaje
· Trabajar el control de impulsos
· Reducir la angustia
· Reducir la agitación
· Mejorar el estado de ánimo
· Aumentar la participación
· Interacción y comunicación
Para trabajar estos objetivos utilicé las técnicas y actividades que se describen en la siguiente tabla:
TÉCNICAS | ACTIVIDADES |
Canción | Canción de bienvenida, canción recreativa, canciones de suma de elementos, canciones temáticas, … |
Audición | Canciones temáticas. |
Tocar instrumentos | Imitar ritmos, acompañamiento de canciones, cuentos sonoros, … |
Improvisación | Invención de patrones rítmicos con instrumentos de pequeña percusión. |
Juegos musicales | Sopa de letras musical, bingo musical. |
Las sesiones (una por semana) duran entre cuarenta minutos y una hora y su estructura suele ser:
– Canción de bienvenida, para saludarnos y recordar los nombres de cada uno, uno por uno.
– Actividad central: variadas, de las mencionadas en la Tabla 1, siguiendo las técnicas indicadas, y en varias ocasiones relacionadas con la época del año, o con alguna fecha señalada, etc.
– Cierre de la actividad, agradecimientos por participar en la sesión.
Resualtados
Los resultados observados después de las sesiones de musicoterapia realizadas en Catite incluyen los cambios y acontecimientos siguientes:
Área cognitiva:
– Memoria remota: siempre recuerdan el propio nombre por sí solos; casi siempre recuerdan la letra de la canción con ayuda, excepto cuando es nueva, que no lo hacen.
– Memoria reciente y evocación inmediata: con el paso de las sesiones ya todos reconocen la canción de bienvenida y su letra; necesitan ayuda para recordar los nombres de los compañeros, algunos residentes que tienen un deterioro más leve no necesitan tanta ayuda y con el tiempo se acuerdan del nombre del resto de compañeros; recuerdan las consignas dadas con ayuda; en las actividades de imitación de ritmos los recuerdan con ayuda y en las canciones sumativas recuerdan los elementos con ayuda; recuerdan los títulos de las sesiones con ayuda, pero los recuerdan.
– Denominación: en la mayoría de ocasiones cantan la letra de las canciones de forma correcta por sí solos. Siempre dicen correctamente su nombre.
– Gnosias auditivas: casi siempre reconocen las melodías de las canciones, en algunos casos con ayuda.
– Atención y concentración: casi siempre mantienen y focalizan la atención en la tarea a realizar. Han adquirido hábitos en las sesiones de musicoterapia extrapolables a ciertas situaciones en el resto de la vida en el centro.
– Orientación personal: reconocen a los compañeros de grupo, con ayuda en algunos casos; la interacción en las sesiones de musicoterapia favorece las buenas relaciones en el resto de la vida en el centro; siempre reconocen y dicen el propio nombre.
– Praxias ideomotoras: la mayoría tocan los instrumentos de percusión sin mucha ayuda, salvo en algunos casos que tienen limitaciones físicas, como artrosis. En todo caso, cada uno llega hasta donde puede, lo que potencio, y esto los hace aumentar su autoestima.
– Lenguaje: desde el principio no tienen ningún problema en comunicarse verbalmente con los compañeros. Con el paso de las sesiones han ido expresando más sus opiniones sobre las canciones cantadas y las actividades realizadas.
Área socio-emocional:
– Estado de ánimo y autoestima: en general muestran alegría y satisfacción con el trabajo realizado; algunos usuarios empiezan la sesión apáticos y/o con malestar pero casi siempre la acaban sin mostrar ninguno de estos síntomas.
– Participación, interacción y comunicación: siempre han participado en las actividades de canción grupal, de audición en grupo e instrumental de grupo; son capaces de expresar emociones e interactuar con el grupo, en ocasiones con la necesidad de que se les dé pie; por lo general no tienen conductas disruptivas y cuando alguien las ha presentado, mediante la actividad musical se ha calmado.
Por qué se debería hacer esta actividad en otros centros
Dada la justificación y vistos los resultados obtenidos en esta experiencia, podemos decir que incluyendo la musicoterapia dentro del programa de intervención en los centros que trabajan con personas del ámbito de mayores, se estará reforzando y complementando el trabajo que allí se realiza con una terapia que no genera efectos adversos y que además favorece la integración de los pacientes en el resto de actividades, ya que reduce su ansiedad y comportamientos disruptivos.
Más información sobre musicoterapia aquí.
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[…] Gómez, N. (2016). Musicoterapia y Alzheimer. Recuperado de: https://www.geriatricarea.com/2016/01/05/musicoterapia-y-alzheimer/ […]
Muchas gracias por publicar mi artículo!
Fue el resultado de un trabajo muy bonito y que sigo desarrollando!
Agradecida de que difundáis los beneficios de la Musicoterapia!