Desarrollar políticas eficaces de atención a la cronicidad es el principal reto de los sistemas de salud en un contexto marcado por el paulatino envejecimiento de la población, y la consecuente complejidad de las necesidades sociosanitarias, en un ambiente de crisis económica, tal y como se puso de relieve en el II Encuentro Interautonómico en Cronicidad (EIC) organizado por ESTEVE.
Así, los expertos reunidos en este foro han destacado que el cambio de modelo vendrá impuesto por el envejecimiento de la población; el aumento de la cronicidad, con una mayor prevalencia de enfermedades más complejas; el nuevo marco social, con una sociedad más diversa, con nuevas tipologías y nuevos recursos a su alcance; y el contexto permanente de crisis económica. “Y España reúne todas y cada una de las variables de esta ecuación”, a juicio del Dr. Carles Blay, miembro del comité científico del II EIC y responsable operativo del Programa de Prevención y Atención de la Cronicidad del Departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya.
Y es que en 2050 España será el tercer país con la población más anciana del mundo, por detrás solo de Japón y Corea del Sur, y se prevé que la coyuntura de crisis económica seguirá afectando al país los próximos años. Antes estas expectativas “estamos obligados a iniciar ya este cambio. Estamos al principio de una transformación en profundidad del actual modelo de atención a las necesidades de salud de las personas y debiéramos llevar a cabo el gran grueso de esta transformación en menos de una década”, advierte el Dr. Blay.
Los especialistas reunidos en el II EIC han constatado que, si bien los ritmos de implementación de este nuevo modelo asistencial son distintos en cada CCAA, los elementos que favorecen su éxito y las barreras a superar son muy similares. “Con lo cual, podemos aprender mucho unos de otros y hallar estrategias comunes que nos permitan avanzar más rápidamente en la implementación de las estrategias en cronicidad”, afirma el Dr. Blay, que destaca que “las conclusiones alcanzadas también son coherentes con lo que se está publicando y llevando a cabo a nivel internacional, de modo que estamos bien posicionados para hacer realidad este cambio en los próximos años”.
“La cronicidad está transformando el modelo sanitario y social en otro completamente distinto, y el perfil y las habilidades de los profesionales también serán diferentes. Es un reto consecuencia del éxito del sistema sanitario en el control de las enfermedades agudas”, asegura el Dr. Blay. “Ahora debemos ir hacia una atención integral e integrada, es decir, donde todos los agentes de los sectores sanitario y social aprendan a trabajar en colaboración para atender las necesidades del paciente de una forma global, que incorpore todas las dimensiones de la persona, así como sus valores y preferencias”.
Esto supondrá según los expertos una ruptura de los paradigmas tradicionales, pasar de un enfoque centrado en la enfermedad a otro basado en el paciente, de un abordaje paternalista a una medicina deliberativa, del rol pasivo del paciente a un enfermo activo y empoderado en el manejo de su patología, de un trabajo individual a una colaboración multidisciplinar e interdisciplinar. Y todo ello con una integración de los ámbitos sanitario y social para ser más efectivos, eficientes y congruentes con las expectativas de las personas.
Según los resultados obtenidos a partir de los cuestionarios que los responsables de cronicidad de las diferentes CCAA y de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad han respondido en el II EIC, se han identificado cuatro palancas fundamentales para llevar a cabo la transformación del actual modelo sanitario y social en España:
· Integración de las tecnologías, de los sistemas informáticos y de información (historias clínicas, registros únicos,…), que deben ser interoperables y permitir intercambiar datos y facilitar la comunicación entre profesionales y entre profesionales y pacientes. “Según los asistentes al II EIC, la integración tecnológica parece ser el mejor modo de superar las barreras de la integración asistencial”.
· Contar con líderes profesionales que modelicen las nuevas propuestas asistenciales y transmitan los beneficios de las estrategias en cronicidad y de la atención integrada. “El perfil de los profesionales y de los equipos asistenciales debe evolucionar y debe hacerlo fundamentalmente en base a las propuestas de los referentes clínicos”.
· Determinación política deviene “un tema crucial a resolver, que precisa un liderazgo político clarividente, asertivo y con una visión a medio y a largo plazo centrada en las necesidades de las personas”.
· Formación y capacitación de los profesionales en la atención de las nuevas realidades y, por otra parte, la adopción por parte de Atención Primaria de un papel protagonista desde una posición de liderazgo comunitario que facilite esta transformación.
Y es que las cifras hablan por sí solas: en España la mitad de la población, es decir, más de 20 millones de personas sufren al menos una enfermedad crónica. Y pasados los 65 años tienen de media cuatro, según el informe de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA). Además, estas patologías suponen el 80% de las consultas de Atención Primaria y el 60% de los ingresos.