Un artículo de Eva Lorenzo,
Trabajadora Social y autora del blog Mi rincón de apoyo al cuidador
El cansancio físico es uno de efectos negativos que a menudo suelen sufrir los cuidadores de personas en situación de dependencia. Son muchos los cuidadores que han sentido en algún momento, la sensación de que se les agota la batería al final del día o incluso antes, teniendo que dejar para otro momento alguna actividad por falta de fuerza o ganas, o necesitar ayuda de otra persona para hacer alguna de las tareas.
El cansancio físico constituye una reacción natural del cuerpo, una llamada de atención que se produce cuando nuestro organismo considera que necesita descanso, principalmente, por haber sido sometido a un gran desgaste. También puede aparecer debido a la falta de sueño o a una inadecuada alimentación, e incluso en muchas ocasiones por alteraciones de carácter emocional como estrés, ansiedad, tristeza, hastío, desgana…
En una situación normal, sentirse cansado o agotado al final de una larga jornada de trabajo o al terminar la semana es algo totalmente habitual y no supone ningún riesgo para la salud de la persona. No obstante, al realizar el cuidador una actividad continuada, que ocupa en muchos casos las 24 horas del día sin períodos de descanso necesarios, el cansancio físico puede cronificarse en el tiempo y derivar en un problema de salud más grave que limite la actividad y afecte a otras esferas, como la emocional, social, laboral…
Algunos de sus síntomas son:
- Debilidad corporal
- Dolor muscular, de cabeza, articular…
- Pérdida del apetito/peso
- Cambios en el estado de ánimo e Irritabilidad
- Disminución de las defensas
- Malestar general
- Bajo rendimiento físico y/o cognitivo
- Apatía y decaimiento
Tal y como se ha mencionado, la aparición del cansancio físico gira en torno a varios aspectos principales: hábitos saludables de alimentación y descanso, ejercicio físico, control y estabilidad emocional…y en relación a los cuales se deben aplicar a diario, una serie de consejos o pautas para intentar combatirlo.
He aquí una recopilación con entradas en las que ya se han tratado estos temas que puede servir de guía y facilita el acceso a dicha información:
En relación a la ALIMENTACIÓN
Alimentarse no es solo comer, es nutrirse y aportar a nuestro cuerpo los elementos necesarios para que pueda «funcionar» de manera eficaz durante el día. La alimentación saludable tiene una parte muy alta de responsabilidad en nuestra salud, tanto mental como física, y de ella depende, en gran medida, el sentirse con más energía o fuerza para comenzar/terminar el día y llevar a cabo todas las tareas encomendadas. Combinar y elegir bien los alimentos y seguir una serie de hábitos saludables ayuda a no desfallecer y a aumentar el bienestar.
Lectura Recomendada…
«Somos lo que Comemos…»
En relación al DESCANSO
El descanso es otro de los puntos clave para evitar el cansancio o fatiga física. No se trata solo de dormir 7/8 horas como se recomienda a menudo, sino de la calidad del sueño (sean las horas que sean), la relajación, el tiempo de desconexión de la actividad habitual. A veces agota más el estar haciendo lo mismo durante mucho tiempo, que el haber dormido mal o pocas horas.En este sentido, también es muy importante el reparto de responsabilidades, delegar, saber gestionar de manera correcta el tiempo y aprender a organizarse de manera que, además de realizar sus tareas, el cuidador disfrute de tiempo de ocio y esparcimiento.
Lecturas Recomendadas…
«Un Sueño Reparador (I)»
«Un Sueño Reparador (II)»
«Tiempo de Relax»
«El Tiempo es Oro»
«El Reparto de los Cuidados…Consejos para Evitar los Conflictos Familiares (I)»
«El Reparto de los Cuidados…Consejos para Evitar los Conflictos Familiares (II)»
«Sobreprotección vs Autonomía»
«Decir NO puede Ayudar al Cuidadorbajao, que «
En relación a la ACTIVIDAD FÍSICA
Al margen de las actividades asociadas a su trabajo, que quizás no sea el ejercicio adecuado y/o necesario para mantener un correcto «fondo» físico, es necesaria la práctica de alguna actividad física(nadar, caminar, correr…) al menos durante 30 minutos diarios, para que el cuerpo no se resienta y empiece a dar llamadas de atención a modo de cansancio, tirones, lumbagos, dolores musculares, rigidez… También es muy importante prestar atención a la higiene postural, sobre todo relacionada con las tareas del cuidado más complejas y de mayor esfuerzo físico: cambios posturales, movilizaciones, aseo…
Lecturas Recomendadas…
«El Movimiento es Vida»
«De la Teoría a la Práctica…»
«Higiene Postural (I): Conceptos Generales y AVD»
«Higiene Postural (II): Acompañamiento en la Marcha y Cambios Posturales»
«Higiene Postural (III): Movilizaciones y Transferencias»
En relación a las EMOCIONES
Son fundamentales las actitudes y los pensamientos a la hora de enfrentarnos a la vida,tanto si es un “camino de rosas” como si está llena de obstáculos; la forma de situarse ante ella es lo que marca la diferencia. Además de factores externos, nuestro estado de ánimo, pensamientos, sentimientos, ideas preconcebidas… influyen de manera exponencial en el desarrollo de los acontecimientos y de cómo estos nos afectan.
No se trata de ser positivos siempre ni de ocultar sentimientos o emociones para no sufrir, sino de aprender a analizar/ver las situaciones de manera objetiva/realista para poder centrarse en lo verdaderamente importante, y no dejarse llevar por aspectos que, en su mayoría, son de carácter negativo: ansiedad, miedo, estrés, preocupación, tristeza, culpa… El cansancio físico a menudo viene acompañado o provocado por el emocional o mental: es un bucle peligroso del que hay que aprender a salir para evitar que se haga crónico y afecte a la salud u otros ámbitos de la vida.
Lecturas Recomendadas…
«Un Mundo lleno de Emociones»
«Rompiendo Moldes…»
«¿Qué me está Pasando?»
«Crecer Cuidando…»
«Actitudes y Emociones que Cuidan al Cuidador»
«12 Habilidades que el Cuidador debe Practicar a Diario»
Una última puntualización. Aunque el Cansancio Físico es algo habitual y normalizado en la vida de todo el mundo, es necesario estar alerta por si sus síntomas o consecuencias se agravan, ya que en ese caso podría estar provocado por otro tipo de problema de salud como por ejemplo infecciones, enfermedades hormonales o metabólicas, efectos secundarios de medicamentos, trastornos graves del sueño o la alimentación, obesidad… Ante cualquier cambio o empeoramiento percibido en relación a este aspecto, se debe consultar al médico para que pueda valorarlo y actuar en consecuencia.
Sobre la autora: Eva Lorenzo
Eva Lorenzo es Trabajadora Social y gran parte de su vida laboral y formación han girado en torno a la atención de personas mayores y personas con diversidad funcional en situación de dependencia, que necesitaban la ayuda de un cuidador, siendo este, en la mayoría de los casos, de su entorno familiar.
Cuenta también con conocimientos y experiencia en otros ámbitos en los que un trabajador social puede desempeñar su labor (orientación laboral, mujer, inmigración, familia, menores…). En la actualidad se encuentra en búsqueda empleo y ha decidido que no hay una forma mejor de ocupar su tiempo que ayudando a los demás a través de su blog Mi rincón de apoyo al cuidador