El estudio ha logrado demostrar científicamente cómo la psicoterapia grupal mejora el nivel de bienestar de los cuidadores de personas con Alzheimer, con resultados especialmente positivos en lo relativo a la calidad de vida, el apoyo social percibido y la resiliencia, la capacidad de los seres humanos de sobreponerse a situaciones difíciles y estresantes emocionalmente y salir reforzados de ellas. Asimismo, se ha constatado a una mejoría, también significativa, de los estados de ansiedad y depresión.
Por lo que respecta al consumo de recursos sanitarios, los resultados acumulados a lo largo del estudio revelan que la intervención con seguimiento es económicamente más sostenible a largo plazo para el sistema sanitario. De hecho, en aquellos cuidadores que toman medicamentos relacionados con los cuidados o presentan alguna enfermedad relacionada con la carga de los mismos (76 participantes) los resultados acumulados globales muestran un menor consumo de visitas de atención primaria, de rehabilitación y un menor coste promedio en fármacos, incluyendo los relacionados con el cuidado.
La metodología del estudio ha obtenido resultados positivos -el 97% de los cuidadores participantes recomendarían la asistencia a algún conocido-, por lo que la propuesta actual de los impulsores es transferir progresivamente el modelo al sistema sanitario, además de formar a terapeutas profesionales para que puedan realizar grupos con esta metodología validada. La formación permitiría homogeneizar la terapia para asegurar la misma calidad.
La investigación liderada por la Obra Social «la Caixa» y la Fundación Pasqual Maragall, ha contado con 23 grupos terapéuticos en los que, durante un año y medio, han participado 221 cuidadores y un equipo de más de 30 especialistas en psicología y neuropsicología distribuidos por Cataluña, Castilla y León, Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía.
Las Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer, coordinadas por CEAFA, seleccionaron a los cuidadores participantes en la investigación y han dirigido, mediante sus equipos de psicólogos, las intervenciones psicoterapéuticas y las evaluaciones psicológicas requeridas por la investigación.
La edad media de los cuidadores participantes era de 61 años y el 75% de ellos eran mujeres. Respecto a la vinculación con la persona con Alzheimer, el 50,2% de los participantes eran hijos del enfermo y en el 43% de los casos era el cónyuge. Asimismo, el 73,8% convivían con el familiar enfermo. El 57% de los participantes llevaba menos de cinco años como cuidador y el 42,1% dedicaban más de 12 horas diarias a la atención del enfermo.
En el marco de la terapia los participantes han asistido, durante cuatro meses, a una sesión semanal de una hora y media de duración en las que han compartido sus experiencias y se han abordado temas como el desgaste emocional, la aceptación de la nueva realidad o el pensamiento positivo. En varios grupos se ha realizado, además, un seguimiento mensual durante un año para poder analizar los efectos de una fase de seguimiento posterior a la intervención semanal.
Los resultados son preliminares y para su confirmación es necesario ampliar el estudio con una población mayor y en tiempos más prolongados.
Cabe recordar que más de 600.000 personas en España padecen Alzheimer u otras formas de demencia. El 80% de estas personas viven en su domicilio con un familiar que es el cuidador principal y que dedica 15 horas diarias a atender sus necesidades. Una tarea que genera en muchos casos un importante desgaste físico y emocional.