Bajo el título “Mejorar la asistencia sanitaria para las personas que viven con demencia: cobertura, calidad y costes, ahora y en el futuro”, este informe se centra en esta ocasión en el análisis de las evidencias aportadas por la investigación sobre los factores de cuidado de la salud a personas con demencia, aportando recomendaciones para mejorar la atención y la eficiencia.
Los autores de este estudio resaltan que la demencia tiene un gran impacto económico, no en vano la atención a estos pacientes supone un coste total estimado en todo el mundo de 818 billones de dólares, y se prevé que, en 2018, alcanzará el trillón de dólares.
Otro dato a tener en cuenta es que, lamentablemente, la inmensa mayoría de las personas con demencia no ha recibido un diagnóstico y, por lo tanto, no tiene posibilidad de acceder a la atención y el tratamiento correspondiente. Es más, incluso cuando ya se ha diagnosticado “con frecuencia la atención recibida está demasiado fragmentada, descoordinada y no responde a las necesidades de estas personas, de sus cuidadores y sus familias”, advierte el Informe Mundial del Alzheimer 2016.
La Federación Internacional de Asociaciones de Alzheimer ADI señala que, aunque los servicios actuales de atención a la demencia están más especializados, es necesario de establecer un nuevo equilibrio, otorgando un papel más prominente a la Atención Primaria y Comunitaria, lo que aumentaría la capacidad, limitaría el incremento de los costos asociados con la ampliación de la cobertura de la atención, lo que, junto con la introducción de estándares y manejo de casos, mejoraría la coordinación y la integración de la atención.
Y para lograrlo el informe proclama la necesidad, clara y urgente, de mejorar la cobertura de la asistencia sanitaria en todo el mundo para las personas que viven con demencia y aquellas que la tendrán en el futuro. Desde esta Federación se indica que través de la modelización de costes es factible implementar estas mejoras, pero es necesario que los Gobiernos y las sociedades deben acometer un cambio transformador para llevarlas a cabo.
Desde la Federación Internacional de Asociaciones de Alzheimer se indica que “creemos que los planes nacionales de demencia son el primer paso para asegurar que todos los países están preparados para mejorar la calidad de vida de las personas con la demencia y ayuda a reducir el riesgo de demencia para las generaciones futuras. Cada día son más los países que trabajan en este sentido y están desarrollando planes nacionales de demencia, pero no es suficiente. Esperamos que la adopción de un Plan Global contra la Demencia por la Organización Mundial de la Salud en 2017 comprometa a más Estados miembros a actuar y poner en práctica muchas de las recomendaciones que figuran en el presente informe».
Los especialistas de la ADI concluyen que “en todo el mundo tenemos que impulsar mejoras en la asistencia sanitaria y la asistencia social, así como eliminar el estigma que rodea a la demencia, y la garantizar que las personas que viven con demencia se integren en la sociedad y que sus derechos humanos sean reconocidos por todas partes. Estamos comprometidos a garantizar la prevención, el cuidado y la inclusión ahora, y logra una cura para el mañana”.
Los interesados pueden consultar y descargar el informe disponible en inglés World Alzheimer Report 2016 aquí.