La diabetes, una enfermedad crónica que surge cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede usar la insulina que produce de manera efectiva, tiene una especial relevancia en las personas de edad avanzada ya que puede derivar en manifestaciones clínicas como complicaciones cardiovasculares coronarias, ictus cerebrovascular, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca o vascular periférica.
Además, en el paciente diabético anciano confluyen también ciertos síndromes geriátricos que enmascaran o alteran la expresión clínica de la diabetes y que son de origen multifactorial (cataratas, retinopatía) o neuropático (neuropatías sensitivo-motoras y del sistema nervioso autónomo), así como algunos otros síndromes geriátricos más comunes, como tendencia a caídas, osteoartritis, trastornos del sueno, discapacidad funcional general o cognitiva, demencia o enfermedad de Alzheimer.
Por ello, tal y como apuntan los especialistas de Grupo Sanyres, una de las primeras cosas que debe hacer el cuidado de una persona mayor con diabetes es asegurarse de que reciba un cuidado adecuado y adaptado a sus necesidades en todo momento. Además, es vital conocer los riesgos asociados a esta enfermedad. “Ningún individuo es igual a otro. En ocasiones, los enfermos de diabetes, pueden poseer determinadas enfermedades asociadas a la diabetes, como la pérdida de memoria, depresión o algunos problemas mentales. En estos casos, se hace indispensable que se haga cargo una persona con los conocimientos necesarios para atenderle adecuadamente”, comentan.
A para evitar o retrasar las complicaciones médicas derivadas de esta patología, desde Sanyres nos ofrecen cuatro sencillas recomendaciones para mejorar los cuidados a una persona mayor con diabetes:
- Varios estudios han demostrado que disminuir el colesterol reduce el riesgo de tener un infarto en personas con diabetes. Por ello deben realizar actividad física y adecuar la dieta diaria a sus necesidades, introduciendo alimentos para controlar el colesterol.
- Es importante la educación en el uso de medicamentos, tanto en la persona que sufre la enfermedad como en aquella que la cuida.
- Monitorizar la glucosa en sangre, reconocer los niveles altos y bajos de glucosa y presión arterial puede disminuir en gran medida las posibles complicaciones que pueden darse y mejorar el autocontrol de los síntomas.
- También son recomendables las sesiones grupales y las asesorías personalizadas para ofrecer mayor información a los cuidadores, controlar mejor los síntomas y en el caso del paciente, mejorar su autoestima en gran medida.
Además, estudios recientes demuestran que adoptar hábitos de vida saludables, como la pérdida de peso y el ejercicio moderado, puede contribuir a su prevención o lograr un adecuado control una vez diagnosticada la enfermedad. No en vano, el paulatino incremento de los casos de diabetes está ligado al aumento de la obesidad y del sedentarismo.
Cabe recordar los objetivos del Día Mundial de la Salud, que este año se ha centrado en la diabetes:
- Intensificar la prevención, mejorar la atención y reforzar la vigilancia sobre la enfermedad.
- Aumentar la concienciación acerca del aumento de los casos de diabetes y de sus consecuencias.
- Impulsar un conjunto de actividades específicas, eficaces y asequibles para hacerla frente, con medidas para prevenirla y diagnosticarla, y tratar y atender a quienes la padecen.
- Presentar el primer informe mundial sobre la diabetes, que describirá la carga y las consecuencias de la diabetes y abogará por sistemas de salud más sólidos que aseguren una mejor vigilancia, una prevención reforzada y una atención más eficaz.