Un artículo de David Roa Arbeteta,
Operations & Training Department Hoffmann World
Ante el progresivo y gran envejecimiento poblacional que sufre España, son muchos y variados los recursos que surgen para la atención, tratamiento y cuidado de este grupo de personas. Entre todos los recursos posibles el centro de día,aparece como una solución adecuada y eficaz para ofrecer una atención básica de calidad al mayor que, sin una patología muy avanzada, puede residir en su vivienda de forma independiente o con supervisión.
Los centros de día han evolucionado en los últimos años para diferenciarse de manera definitiva de los centros de mayores o lúdicos dónde solo asisten usuarios que, sin una patología significativa, requieren emplear su tiempo en actividades de ocio.
El centro de día ofrece un perfecto equilibrio entre la independencia y beneficios de toda clase que ofrece el vivir en el propio domicilio y la atención médica, terapéutica y sanitaria que se puede brindar en un espacio de calidad. Además, se ha demostrado que el índice de satisfacción de los mayores en referencia a su estancia en centro de día es mucho más elevado que el que presentan en una residencia o con un servicio de atención domiciliaria.
Las familias, que juegan un papel básico y fundamental en la calidad de vida de los mayores, también se encuentran más satisfechas en general con servicios diurnos que con estancias de día completo, pues no solo pueden disfrutar de sus familiares sino que ven como se preserva la independencia de los mismos y se mantiene su contacto y conexión con la red social que estos presentan.
Los centros de día que cuentan con estructuras sanitarias como departamento de medicina, enfermería, terapia ocupacional, psicología y fisioterapia, pueden tratar de manera holística y adecuada patologías que tienen una gran prevalencia en la población adulta mayor, tales como Alzheimer, demencia, Parkinson, artrosis, osteoporosis, incontinencia, etc.
El servicio de centro de día puede también ser complementario de otros recursos como auxiliares de enfermería en domicilio o incluso teleasistencia para momentos más críticos para el mayor, como son los tiempos nocturnos.
Los centros de día, por lo general, albergan un menor número de mayores en comparación con otros espacios como residencias, y este hecho facilita no solo una mayor personalización de tratamientos y consecución de objetivos sino también una mayor eficacia en la puesta en marcha de programas terapéuticos y un seguimiento más exhaustivo.
Otro factor decisivo a la hora de elegir un centro de día como servicio asistencial para el mayor es el menor coste que genera en relación a la estancia en residencia, así como el número de ayudas y subvenciones que pueden disfrutar en estos espacios.
Los centros de día tienen como principal objetivo preservar la salud de los mayores, favorecer su independencia, retrasar la evolución o aparición de sus patologías y mantener a los mayores en un entorno familiar para ellos el mayor tiempo posible.
Como conclusión se puede afirmar que los centro orientados a la rehabilitación y atención de los mayores pueden no solo ser un paso intermedio hacía el ingreso en residencia, sino constituirse por sí mismos como un espacio idóneo para los mayores que terminan su vida laboral e inician una nueva etapa vital dónde requieren mantener un alto nivel de salud y bienestar.
Sobre el autor: David Roa Arbeteta
David Roa es un profesional con experiencia superior a los cinco años y experto en el área de la geriatría que lidera en estos momentos las áreas de formación e innovación a través del Método Hoffmann.
Diplomado en fisioterapia por la URJC de Madrid, termina su formación sanitaria con el Máster en osteopatía por la EOM y con el Máster en Dirección de Servicios Sociales por ESADE.
Es director del pionero centro de rehabilitación Vitalia Ferraz y formador internacional de equipos sociosanitarios en Brasil y México. Tutor de fisioterapia en la URJC, ha creado protocolos y programas de rehabilitación física en el área del senior y mayor.