Desde el CGTS se considera que establecer una “puerta única de entrada compartida entre Sanidad y Servicios Sociales que sea capaz de ofrecer y prestar una atención centrada en la persona, que se gestione por procesos y con independencia que la necesidad se sitúe en el sistema sanitario o en el de Servicios Sociales supone un cambio de modelo para ambos sistemas«. Y en este sentido, las declaraciones de la ministra suscitan al CGTS varias dudas fundamentales de cara a poner en marcha el nuevo sistema. Las principales son las siguiente:
El copago encubierto
En los servicios sociales, la persona asume en función de su nivel económico gran parte de los gastos de las prestaciones. Y en sanidad eso no pasa. El Consejo General del Trabajo Social teme que bajo el plan sociosanitario se esconda la idea de crear un subsistema donde se tenga que pagar por todo, ya que “se trataría de meter la parte de copago de Servicios Sociales en Sanidad. Esto se haría, por ejemplo, derivando a un enfermo crónico a una residencia, un centro de día o darle un servicio de ayuda a domicilio”.
Falta de personal
Consejo General del Trabajo Social señala que habría que dotar de personal sanitario al sistema de Servicios Sociales, y a la inversa, ampliar la presencia de trabajadores sociales en el sistema de Salud. Aumentar el número de trabajadores y trabajadoras sociales en el Sistema Nacional de Salud se ha reclamado insistentemente desde el CGTS por entender que el abordaje de la situación de salud de una persona ha de ser llevada a cabo desde la concepción integral de salud que establece la OMS (Organización mundial de la Salud). “La valoración y atención de los aspectos sanitarios no puede ser llevada a cabo por profesionales del ámbito de las ciencias sociales y a la inversa”.
La puerta única
El término de “puerta única” suscita recelo en el CGTS, ya que si está en Servicios Sociales, serían los y las trabajadoras sociales, profesionales de referencia de la red pública de servicios sociales, quienes diagnostiquen y valoren las necesidades sanitarias de esa persona. O por el contrario “¿en realidad esa ‘puerta única’ sólo va a significar que los sanitarios dispongan de los servicios sociales?”.
Por ejemplo, si a los servicios sociales municipales llega una persona mayor que, más allá de las ayudas sociales que necesita, no puede mantenerse en pie y necesita ayuda para desplazarse, la trabajadora social, ¿además de gestionar esa parte social, gestionará también la parte sanitaria? Es decir, ¿establecerá que vaya un sanitario cada día a su casa, por ejemplo?
En este sentido, desde el CGTS la realización de un mapa de servicios sociales se valora como un instrumento de gestión y planificación imprescindible de cara a garantizar la cobertura de derechos sociales de manera equitativa entre la población.
El Consejo General del Trabajo Social sí valora de forma positiva las declaraciones de la Ministra de Sanidad y Servicios Sociales, Dolors Montserrat, de colocar a la persona en el centro de la intervención. “Es una premisa que orienta nuestra intervención profesional y que impregna los postulados del Código Deontológico de la profesión. El trabajo social siempre ha tenido como sujetos de su intervención la protección a las personas en mayor situación de vulnerabilidad, cuando son menores de edad o su autonomía se encuentra comprometida, o cuando son víctimas de acoso o malos tratos”, afirman.
Para aclarar todas estas dudas el CGTS ha solicitado una reunión con la Ministra en la que de traten estas y otras cuestiones que afectan a la garantía de derechos sociales de la ciudadanía, poniendo a disposición del Ministerio toda su experiencia y conocimiento de la realidad social del país, así como ofreciendo su total colaboración para el diseño de políticas sociales.
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Conceptualmente estoy de acuerdo con la ministra, mi experiencia con el sistema dual no me resulta positivo en su conjunto y veo aumento del gasto y dificultades en la gestión del día a día en mi trabajo diario, no por los profesionales sino por el propio sistema bicéfalo.