periodista – Marketing Department Grupo Neat
Tradicionalmente, los servicios de salud se entendían como una relación en la que el médico daba instrucciones al paciente y éste, de forma pasiva, las acataba, sin dar cabida a un mínimo de intervención. El paciente no hacía preguntas, no participaba en la toma de decisiones, no le era posible elegir al médico o al profesional de enfermería, ni mucho menos podía expresar sus preferencias en relación a su tratamiento, al seguimiento de su enfermedad o a los modelos de atención.
Por suerte, los prestadores de servicios sociales y de salud están promoviendo cambios decisivos y esto repercutirá sin lugar a dudas en la forma en la que los pacientes perciben el papel que juegan en el proceso de atención de sus enfermedades.
El cambio más paradigmático se explica con la adopción del concepto: atención centrada en la persona, el cual, de acuerdo al centro de investigaciones británico Red de Innovación en Salud, (HIN, por sus siglas en inglés), consiste en una forma de pensar y hacer las cosas que permite entender a las personas que usan servicios sociales y de salud como iguales en la planificación, desarrollo y seguimiento de la atención para asegurarse de satisfacer sus necesidades. Esto significa poner a los pacientes y a sus familias en el centro de las decisiones y verlos como expertos.
En base a las investigaciones del HIN es preciso aclarar que la atención centrada en la persona no consiste en darle a las personas lo que quieren, sino que se trata de considerar los deseos de los pacientes, sus valores, su situación familiar, las circunstancias sociales y los estilos de vida. Esto implica ver al paciente como un individuo con el que hay que trabajar codo a codo para desarrollar soluciones a medida.
Asimismo, este enfoque busca ser respetuoso y compasivo y promueve pensar en las necesidades desde el punto de vista del usuario final. La filosofía subyacente se dirige a “hacer las cosas con las personas, en lugar de hacerlas para las personas”, (HIN).
En este mismo sentido, Isabel Montoya, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de la Región de Murcia, afirma que “se ha procedido a un cambio de paradigma en el que ya se ha modificado la relación que existe entre médico y paciente”; ahora los pacientes tienen la misión de participar en la gestión de su salud y en la optimización de los recursos y para ello deben desarrollar el perfil de un paciente informado y proactivo.
Cumplir con esta misión implica la participación de factores primordiales como el autocuidado y la creación de un modelo de salud enfocado en la prevención, principios que deben ser potenciados por un plan de formación dirigido por los proveedores de atención sanitaria, públicos y privados.
Pero no sólo las entidades proveedoras de servicios sociosanitarios están entendiendo a la persona como lo que es: el eje central de la salud, sino que también las empresas desarrolladoras de tecnología se han sumado a esta premisa y tienen claro que sus dispositivos deben ir enfocados a la creación de soluciones individuales, a medida.
La gigante china Huawei, por ejemplo, durante su último congreso anual denominado Huawei Innovation Day, a través de su jefe de división de Consumo, Walter Ji, aprovechó para poner sobre la mesa los cuatro puntos clave que le van a dar forma a la sociedad del futuro: tecnología completamente conectada, tecnología de seguridad, tecnología de inteligencia artificial y la más importante, la tecnología que cambiará el paradigma: tecnología individualizada.
Esta declaración de intenciones permite afirmar que las entidades de servicios sociosanitarios sólo podrán materializar una atención centrada en la persona en la medida en que se apoyen de una tecnología individualizada, beneficiándose de soluciones como los wearables, la robótica de asistencia, la salud en la nube y el Internet de las Cosas.
Los investigadores coinciden en que hoy en día asegurarse de que las personas estén ubicadas en el centro, en materia de salud, es el componente clave para un desarrollo de la atención de la salud de alta calidad.
Esta nueva forma de abordar los servicios sanitarios conseguirá objetivos fundamentales: ayudar a las personas a obtener la atención que necesitan, en el momento que la necesitan, lograr que sean más activas en su autocuidado, reducir la presión del sistema de salud y prevenir las enfermedades crónicas. Objetivos que apuntan directamente a la sostenibilidad del sistema de salud.
Lord Ara Darzi, pionero en cirugía robótica y conocido por algunos como el arquitecto de la innovación sanitaria, lo tiene muy claro al asegurar en una entrevista, para un periódico español, durante la Cumbre Mundial de Innovación en Salud (WISH) que “no se concibe un sector en el mundo en el que el ‘cliente’ no sea una parte trascendente. Hemos hecho una medicina muy paternalista desde siempre. Hay que cambiar”.