Estos datos se recogen en el Informe Un perfil de las personas mayores en España, 2017. Indicadores estadísticos básicos, publicado recientemente por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A continuación, los autores de este estudio –Antonio Abellán García, Alba Ayala García y Rogelio Pujol Rodríguez– destacan algunas de las conclusiones más significativas de este informe.
El sexo predominante en la vejez sigue siendo el femenino, ya que hay 4.940.008 mujeres frente a 3.717.697 hombres. Por Comunidades Autónomas, Castilla y León, Asturias, Galicia, País Vasco, Aragón y Cantabria siguen siendo las comunidades autónomas más envejecidas, con proporciones de personas mayores que superan el 20%. En el polo contrario, Canarias, Murcia y Baleares son las comunidades con proporciones más bajas, por debajo del 16%. Cataluña, Andalucía, y Madrid son las comunidades con más población de edad, y superan ya el millón de mayores cada una.
El mayor número de personas de edad se concentra en los municipios urbanos. Así, los dos municipios más grandes de España -Madrid y Barcelona- concentran casi un millón de personas mayores (995.589), más que los 5.864 municipios rurales juntos. No obstante, el envejecimiento (la proporción de personas mayores respecto del total) es mucho más acentuado en el mundo rural.
España junto con Alemania, Italia, Francia y Reino Unido son los países de la Unión Europea con una cifra más alta de personas mayores. Italia, Alemania, Grecia, Portugal y Bulgaria son los países más envejecidos en cifras relativas.
La esperanza de vida de la población española tanto al nacer como a los 65 años se encuentra, tanto en hombres como en mujeres, entre las más altas de la Unión Europea. En 2014, las mujeres españolas tenían una esperanza de vida al nacer de 85,4 años, y los hombres de 79,9 años (datos del INE). A los 65 años, es de 22,7 años en las mujeres, y de 18,8 en los hombres. A destacar que a los 65 años, el 50,5% del tiempo por vivir en los hombres lo es en buenas condiciones, mientras que sólo el 38,5% en el caso de las mujeres.
Los mayores suponen el 44,4% de todas las altas hospitalarias (proporción que sigue en aumento), presentan estancias más largas que el resto de la población y más de la mitad de todas las estancias causadas en hospitales se debe a la población mayor, concretamente un 54,9%.
La principal causa de muerte entre los mayores está relacionada con enfermedades del aparato circulatorio, que provocaron 107.011 fallecimientos en 2014. El cáncer (tumores) es la segunda causa de muerte (83.448 fallecidos). En tercer lugar, a distancia, se encuentran las muertes por enfermedades respiratorias y destaca el aumento de la mortalidad por enfermedades mentales y nerviosas en los últimos lustros.
La edad aumenta la posibilidad de vivir en soledad. Se ha observado en los últimos años un incremento de los hogares unipersonales en personas de 65 y más años, aunque las proporciones son más bajas que en otros países europeos. Pese a ello, y aunque la definición de felicidad es compleja, puede decirse que España tiene puntuaciones altas comparada con el resto de países europeos.
Desde el año 1970 hasta 2011 ha ido cambiando la distribución del perfil de los mayores españoles en lo que al estado civil respecta, disminuyendo el porcentaje de solteros y el de viudos a favor del de casados y, en menor medida, del de separados. Esto se debe a una mejora en las tasas de mortalidad, especialmente de los hombres. El 60,5% de las personas mayores están casadas (77,9% de los hombres, 47,3% de las mujeres) y el 28,9% viudas (11,5% y 42,2% respectivamente).
Este informe sobre perfil de las personas mayores en España aborda también el tema de las pensiones, cuyo importe medio se situó en 2016 en 902,9 euros mensuales. Las más altas corresponden a las del régimen especial del carbón; les siguen las de accidentes de trabajo y enfermedades y las generales. Las más bajas son las antiguas del SOVI (Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez). El importe medio de la pensión de jubilación superó la barrera de los 1.000 euros en 2016, situándose en los 1.041,9 euros/mes.
Y si bien la posición económica de los mayores ha mejorado relativamente en los últimos años (su tasa de riesgo de pobreza se situó en 12,3% en 2015, inferior a la del resto de los españoles) se trata de una tasa relativa cuya mejora puede deberse a que los demás han empeorado y el umbral de la pobreza baja, lo que puede indicar que los mayores se encuentran muy próximos al umbral de la pobreza.
El gasto fundamental de un hogar donde residen personas mayores es el mantenimiento de la propia vivienda (agua, electricidad y otros gastos), y suele ser más alto que en el resto de grupos de edad ya que ronda el 40% de los gastos. El capítulo alimentación es el segundo en importancia. La distribución del gasto en los hogares de mayores mantiene un patrón casi constante a lo largo de los años.
Este informe destaca también que la generación del baby-boom iniciará su llegada a la jubilación en torno al año 2024 y la presión sobre los sistemas de protección social continuará aumentando y será muy notable en la década de los 40.
Un último dato, a partir de los 55 años se observa un notable descenso en los porcentajes de personas que utilizan Internet. Se percibe una brecha digital entre los mayores y el resto de la población. A pesar de ello se observa una mayor utilización de Internet en los últimos años por parte de las personas mayores. Entre las personas de entre 65 y74 años, los hombres emplean el ordenador y acceden a Internet en mayor medida que las mujeres. En 2007, seis mayores de cada cien utilizaban Internet. En 2014, esta cifra alcanza los 26 y este aumento ha sido más considerable en las mujeres.
Para ampliar esta información los interesados pueden acceder aquí al Informe Un perfil de las personas mayores en España, 2017. Indicadores estadísticos básicos.