El Dr. Agüera es el responsable de la adaptación del inglés al español de una nueva escala de medición denominada Mild Behavioral Impairment Checklist (Cuestionario de Deterioro Comportamental Leve) con la que se pretende prevenir si una persona mayor con ciertos cambios en su conducta es susceptible de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
“Recientes investigaciones han puesto el foco en un nuevo concepto denominado deterioro comportamental leve que hace alusión a que no todos los casos de Alzheimer empiezan por problemas de memoria. Muchos pacientes con problemas de Alzheimer manifiestan pequeños cambios en su conducta, en su manera de ser, están más apáticos, más irrititables, deprimidos, etc., y no manifiestan pérdidas de memoria”, explica el Dr. Agüera.
A juicio de este experto, “generalmente el diagnóstico del Alzheimer se realiza demasiado tarde y asociado a problemas de memoria. De hecho, hasta ahora todo el mundo cree que el Alzheimer empieza y se manifiesta con pequeños problemas de memoria. Alrededor de esta idea se creó un concepto que es el deterioro cognitivo leve en las que las personas afectadas tienen pequeños errores y fallos de memoria. Ahora se da un paso más y se ha incorporado a la ciencia el concepto de deterioro comportalmental leve”.
“Es una nueva llamada de atención para que si tu padre o abuelo empieza a tener cambios de carácter o se irrita más, o deja de hacer las cosas que antes hacía sin justificación, hay que tener en cuenta que pueden ser síntomas de que esa persona está desarrollando la enfermedad de Alzheimer o una demencia”, advierte el presidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría.
En este sentido, la investigación farmacológica se enfoca en estos momentos al desarrollo de nuevos medicamentos para pacientes que incluso no han comenzado a mostrar síntomas de demencia. «Pero para ello es necesario identificar lo antes posible a estos pacientes. No basta ya con prestar atención únicamente a los fallos de memoria o de desorientación, es importante tener en cuenta los cambios en la conducta, personalidad o forma de ser antes del desarrollo de la enfermedad. De hecho, muchos familiares relatan estos cambios, que han pasado desapercibidos, pero una vez ya diagnosticada la enfermedad».
Precisamente con este objetivo, la escala de medición Cuestionario de Deterioro Comportamental Leve, que se hará efectiva en los próximos días, define una serie de criterios que permitirán la medición de síntomas neuropsiquiátricos que ayuden a identificar y predecir el riesgo de demencia. «Esto permitirá, ademas, realizar un seguimiento de los factores de riesgo de la enfermedad similar al que ya se realiza con la diabetes, la hipertensión, etc«.
La escala consta de varios ítems repartidos en diferentes áreas en los que se deberá señalar si el síntoma está presente o no lo está. En caso de que el síntoma esté presente, éste se puntúa en función de la gravedad (leve, moderada, grave) y dará lugar a una puntuación clarificadora.
Entre muchos de los síntomas que se evalúan están la apatía, pérdida de intereses en familia, amigos o en temas que antes sí le interesaban a la persona en concreto, presencia de agitación o cambios drásticos en su conducta como acumular objetos como no lo hacía antes o hablar de asuntos muy personales en ámbitos públicos donde habitualmente no se deberían discutir.
Guía prescripción de antipsicóticos en pacientes con demencia
La prescripción de fármacos antipsicóticos es habitual en el tratamiento de los trastornos conductuales en pacientes con demencia, pero su consumo pueden provocar en algunos casos efectos secundarios importantes o tener una efectividad limitada. Consciente de ello, la Sociedad Española de Psicogeriatría ha elaborado una guía de prescripción de estos medicamentos para ayudar a los médicos a prescribirlos de forma segura en la medida de la posible.
Y es que, tal y como explica el Dr. Luis Agüera, presidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría, “si los tratamientos farmacológicos no hacen el efecto deseado, la familia sufre por esta cuestión. Por ello queremos ayudar al médico a realizar una prescripción adecuada para cada paciente. Estos medicamentos no solo los prescriben los psiquiatras, sino también los medios de familia, los geriatras o los neurólogos, etc.”.
Se estima que el 90% de los pacientes con demencia desarrollará alguno de estos trastornos conductuales como alucinaciones, delirios, depresión, los estados de agresividad y agitación, etc., los cuales también provocan un problema en la calidad de vida en el entorno familiar.
Esta guía ha sido presentada en el marco del Congreso XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psicogeriatría y el Congreso de la Asociación Europea de Psiquiatría Geriátrica.