Del  23 al 25 de febrero la Universidad de Deusto de Bilbao acogió el XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psicogeriatría (SEPG), que este año se realizó en colaboración con la Asociación Europea de Psiquiatría Geriátrica-European Association of Geriatric Psychiatry (EAGP).

Psicogeriatría
El crecimiento de esperanza de vida en Europa provoca que los ancianos lleguen a edades muy avanzadas en condiciones de mayor fragilidad, lo que deriva en mayores problemas de salud, incluidas las demencias

En este foro, que reunió en la capital vizcaína a los psiquiatras españoles y europeos que mejor conocen el mundo de la salud mental de las personas mayores, analizó la problemática sanitaria y social a la que se enfrenta una Europa cada vez más envejecida.
Según el doctor Manel Sánchez, coordinador del Área Sociosanitaria y de la Unidad de Psiquiatría Geriátrica del Hospital Sagrat Cor de Martorell (Barcelona), “el crecimiento de la esperanza de vida en Europa provoca que los ancianos llegan a edades muy avanzadas en condiciones de mayor fragilidad, lo que se traduce en mayores problemas de salud, incluidas las demencias. A medio plazo, esto dificulta la viabilidad del sistema sanitario tal y como se conoce hoy en día y resurge con fuerza un dilema ético en relación con las personas en condiciones extremas. En Europa ya se plantean debates sobre cómo ha de llevarse la atención residencial para coordinar la eficacia, la eficiencia y la rentabilidad”.
Respecto a la eutanasia y el suicidio asistido, dos cuestiones en boga en el debate, este experto explicó que “existe un marco legal amplio donde la eutanasia no está contemplada en muchos países. Habida cuenta de la diversidad cultural y religiosa de cada país ni siquiera se contempla la posibilidad de establecer una norma universal de mínimos. Está en debate la limitación de los esfuerzos terapéuticos en los casos extremos o sobre la sedación terminal pero no hay un baremo fijo al respecto”.
En el caso concreto de España, este debate se centra en la sedación terminal: “Una disminución deliberada de la consciencia del enfermo, una vez obtenido el oportuno consentimiento, mediante la administración de los fármacos indicados y a las dosis proporcionadas, con el objetivo de evitar un sufrimiento insostenible causado por uno o más síntomas refractarios. En todo caso el conflicto no es sencillo”, subrayó el Dr. Sánchez.
Y añadió: “En aquellos casos en los que se intuye una derivación hacia demencias severas se contemplan los documentos de voluntades anticipadas y la planificación anticipada de decisiones como herramientas de previsión que suelen desangustiar bastante. Manejarse al final de la vida es una habilidad en la que han de profundizar los sistemas sanitarios”.

Guía de prescripción de fármacos antipsicóticos para pacientes con demencia

La Sociedad Española de Psicogeriatría (SEPG) aprovechó la celebración de este congreso para presentar en sociedad un documento para ayudar a los médicos a prescribir medicamentos antipsicóticos, de forma segura en la medida de la posible, a los pacientes con demencia.
Como es sabido, este tipo de enfermos no solo tienen problemas de memoria. Padecen, además, muchos trastornos conductuales como alucinaciones, delirios, depresión, los estados de agresividad y agitación, etc. Para el tratamiento de estas situaciones, se prescribe a los pacientes fármacos antipsicóticos que pueden provocar en algunos casos efectos secundarios importantes o tener una efectividad limitada.
“Si los tratamientos farmacológicos no hacen el efecto deseado, la familia sufre por esta cuestión. Por ello queremos ayudar al médico a realizar una prescripción adecuada para cada paciente. Estos medicamentos no solo los prescriben los psiquiatras, sino también los medios de familia, los geriatras o los neurólogos etc.”, explica el Dr. Luis Agüera, presidente de la SEPG.