El 30% de las personas sin hogar tienen entre 51 y 64 años, y el 13% más de 65 años, tal y como revela el censo de personas sin hogar de Arrels Fundació, una de las entidades que más trabajan el problema del sinhogarismo en nuestro país, y en especial en la ciudad de Barcelona. «Vejez y sinhogarismo es un binomio dramático», afirman desde esta entidad.
Este informe, que detalla la vulnerabilidad de las personas que viven en la calle, muchas de ellas de edad avanzada o con enfermedades crónicas, también aborda cuestiones que afectan muy de cerca a las personas de más edad, como por ejemplo cómo afronta una persona sin techo la enfermedad.
Las entrevistas que realizaron los voluntarios de Arrels para realizar este censo concluyen que el 50% de las personas que viven en la calle dicen tener tarjeta sanitaria; en el caso de las personas con nacionalidad española, la cifra aumenta hasta el 72,47%, mientras que en el caso de los inmigrantes, solo el 39,33% tiene tarjeta sanitaria.
Pero… ¿acuden estas personas a los centros sanitarios? 1 de cada 5 personas afirma que le cuesta pedir ayuda cuando está enferma y el 20% dice padecer enfermedades crónicas. Los problemas de salud física, mental y por consumos de sustancias hacen más vulnerables a las personas que viven en la calle e incluso condicionan que puedan acceder a una vivienda.
Desde Arrels Fundació se recalca que en la ciudad de Barcelona, como en el resto de España, cualquier ciudadano que lo necesite tiene derecho a ser visitado por un médico o a que le atienda un trabajador social. En este sentido, el informe destaca que el 47% de las personas que duermen en la calle no ha sido atendidos por ningún trabajador social o similar. Una de cada tres personas dice haber recibido atención médica en urgencias en los últimos seis meses, y el 18,9% afirma haber sido ingresado en el hospital.
El doctor Daniel Roca, médico de familia y entrevistado para este informe, destaca dificultades que tienen las personas sin hogar para tomar medicación. «El planteamiento que hacemos es de mínimos, adaptado a la situación de la persona, ya que la constancia a la hora de tomar la medicación no es siempre la deseada. Hay que ser práctico y simplificar el tratamiento, a veces es mejor elegir uno de segunda elección que sabemos que se tomará en lugar de uno de primera elección que sabemos que no lo terminará», comenta.
Micromecenazgo para un film que visibilizará a los sin techo
Pese a que los esfuerzos de entidades sociales, de la administración y de voluntarios no son pocos, parece que no son suficientes. El mismo estudio de Arrels Fundació revela que un 25% de nuestra sociedad considera que el «sinhogarismo» no es un problema de importancia.
Y precisamente con el objetivo de visibilizar y poner de relieve este problema surge la iniciativa sintechofilm.com, una campaña de micromecenazgo activa hasta el 11 de abril que pretende recaudar 30.000 euros para rodar el largometraje de ficción Sin techo.
La película será protagonizada por Boris Ruiz, que relatará el viaje «sobrehumano» de Juan, un sin techo que decide abandonar su rutina de alcohol y violencia en las calles de Barcelona. Se suman al reparto personas ex sin techo y actuales voluntarias de Arrels y la participación estelar de Geraldine y Oona Chaplin, hija y nieta respectivamente de Charles Chaplin, el mayor sin techo de la historia del cine con su personaje de Charlot.
Los interesados en contribuir con esta campaña de micromecenazgo pueden hacerlo en la web www.sintechofilm.com.