Un artículo de David Curto,
jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores
Existe un gran número de personas mayores con problemas para masticar, tragar e ingerir alimentos con su consistencia habitual. Estos problemas les pueden provocar un riesgo de broncoaspiración, es decir, la aspiración accidental de líquidos o alimentos por las vías respiratorias. En otros mayores pueden aparecer dificultades en la deglución, la acción por la cual el alimento pasa desde la boca hasta el estómago, atravesando la faringe y el esófago.
Estas personas se ven obligadas a ingerir alimentos de consistencia blanda o triturada, convirtiendo sus comidas en momentos poco apetecibles y que les generan poco entusiasmo. A la larga, esta situación puede provocar que los mayores pierdan el apetito, se sientan rápidamente saciados con poco que coman o, incluso, lleguen a renunciar a una gran variedad de platos.
La texturización de los alimentos se convierte en una alternativa terapéutica y también culinaria. La textura de un alimento hace referencia a las propiedades y a las sensaciones que generan en el sentido del tacto, tanto a través de la boca como a través de las manos, cuando tocamos el alimento.
Mediante la técnica de la texturización se consigue preservar o incluso mejorar los colores, olores y sabores originales de los alimentos, cuidar su sabor y su apariencia, favoreciendo que la comida sea más apetecible y se disfrute más. Esta técnica es clave para ayudar a los mayores a tener más interés por los alimentos y su consumo, lo que incide directamente en la calidad de su dieta y en su nutrición.
Se trata de una técnica que permite dotar a los alimentos de una consistencia adecuada y segura para su ingesta, además de permitir la realización de comidas variadas para conseguir una alimentación lo más completa posible, lo que redunda en un mejor estado nutricional de los mayores.
La texturización de los alimentos fusiona ventajas, por un lado, asistenciales y, por otro, gastronómicas. Los menús texturizados se convierten en una alternativa terapéutica y también culinaria. Básicamente lo que se hace es procesar los alimentos de una forma distinta a la habitual. Por ejemplo, se espesan líquidos o se trituran sólidos, se preparan alimentos para que sean homogéneos, melosos y fáciles de masticar. Incluso, se puede dar a los líquidos una consistencia semisólida como en el caso de las cremas de verduras, los purés, los yogures o las natillas.
Blog de recetas escrito por mayores para mayores
Para favorecer la técnica de la texturización, Sanitas Mayores impulsó la iniciativa Mayor Chef en la que se organizaron distintos talleres de cocina en sus residencias de Sanitas Mayores con pruebas culinarias al estilo más televisivo.
La acción fue acogida con mucho entusiasmo por los más de 5.000 residentes que participaron en estos talleres y sirvió para poner de relieve la importancia de la alimentación en los mayores y descubrir y compartir recetas culinarias en las que la texturización era la clave.
Fruto de esta iniciativa, se recopilaron en el blog sanitasmayorchef.com un gran número de recetas de cocina tradicionales en versiones texturizadas para ayudar a los mayores a disfrutar de una dieta nutritiva, equilibrada y atractiva.
Entre las recetas recopiladas, se pueden encontrar platos tan clásicos como la tortilla de patatas, el pisto con huevo o las torrijas hasta recetas más sofisticadas, como pimientos rellenos, pavo relleno o pudding Edison, explicadas paso a paso y en versión texturizada