Un artículo de Carmen Morales Ramos,
enfermera de la Residencia Parc Güell – Grup Arrels
¿Por qué no poder disfrutar de una alimentación manteniendo todos los gustos y texturas partiendo de una dieta triturada? ¿Por qué este tipo de dieta resulta tan monótona manteniendo siempre la misma forma aunque sea de distinto color?
Estas y muchas otras preguntas son las que nos hacemos cuando, por algún problema de salud, nuestra dieta debe ser modificada a la llamada “triturada”.
Las dificultades para tragar es muy común: le sucede a uno de cada cuatro mayores de más de 70 años, ya sea por un problema de disfagia o por cualquier otra patología.
Comer es, para muchos, uno de los mayores placeres de la vid, pero…¿cómo nos afectaría el dejar de disfrutar de este gran placer?
Hasta ahora se desconocía lo que se comía en una dieta triturada, simplemente se sabía cuando alguien te informaba de qué llevaba. Los platos se asemejaban en sabor y textura por lo que el acto de comer resultaba ser una acción muy rutinaria, provocando, en numerosas ocasiones, la disminución del apetito pues “no le entraba por los ojos” . Se afectaba negativamente el estado nutricional del residente o paciente, a su calidad de vida y a los que le rodeaban. Ante esta situación …¿Quién nos aseguraba que el aporte nutricional era el adecuado?
Actualmente con el sistema de texturización todo se puede triturar sin renunciar a ningún tipo de alimento. Es una técnica que permite dotar a los alimentos de una consistencia adecuada y segura para que las personas con problema de deglución puedan realizar comidas variadas para conseguir una alimentación lo más completa posible.
Cuando comes triturado se pierde uno de los elementos de la calidad de la comida, las texturas. Con este sistema adaptamos los diferentes grados de textura a las necesidades de cada paciente o residente y a la dieta basal. Los platos resultan ser más atractivos a la vista y al paladar sin perder, en ningún momento, sus nutrientes. Los diferentes sabores, texturas y formas se mantienen conservando, sobretodo, su sabor original ofreciendo un aumento de la calidad de la dieta a la persona.
¿Atractivo a la vista? Mucho, ya que nos ayuda a crear diferentes formas y colores dependiendo del tipo de alimento que se ofrezca y con la ayuda de los diferentes grados de textura, teniendo siempre en cuenta las necesidades de cada persona. Se procesan los alimentos de una forma diferente a la habitual. Se espesan líquidos o se trituran sólidos o semisólidos. En definitiva, el resultado es un plato muy atractivo.
En residencias piloto hemos podido comprobar cómo este tipo de residentes que necesitan ser alimentados por una dieta texturizada han aumentado el apetito.
En términos de salud, se ha podido comprobar que el aporte energético-proteico es de mayor calidad. Las úlceras por presión han reducido por lo que, significa, que el aporte nutricional es mucho más elevado que en la típica dieta triturada. Sus vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono y energía mejoran y se reabsorben mucho mejor que lo que aportaba una dieta triturada, ya que sus procedimientos culinarios lo impidan. En definitiva, se produce una mejora energético-proteica importante.
Por otro lado, el trabajo realizado por parte del personal de cocina resulta ser mucho más cómodo y rápido pues tan sólo elaboran un tipo de menú con sólo la diferencia de ser, posteriormente, texturizados a la forma que se desea. El tiempo invertido es menor con una mayor calidad.
Es ahora el momento de contestar a tantas preguntas que nos hacíamos al principio y pensar….¿merece la pena?¿es importante seguir disfrutando de los sabores aunque sea a través de la comida de textura modificada?
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Hola, primero decir que el artículo es muy interesante, agradecería explicarás el procedimiento y la maquinaria que se usa. Gracias