Son Dureta contará con 450 camas para pacientes crónicos y 120 residenciales
El complejo del antiguo Hospital Son Dureta se transformará en un espacio de atención integral y de calidad para pacientes con enfermedades crónicas y para sus cuidadores, así como para la atención a la dependencia y, en concreto, de personas mayores que, por su grado de dependencia, necesiten de un recurso residencial con atención las 24 horas, tal y como ha anunciado la presidenta del Govern, Francina Armengol.
El proyecto de remodelación permitirá disponer de tres edificios que ocuparán 76.000 metros cuadrados con una previsión de 450 camas destinadas a pacientes con enfermedades crónicas y 120 plazas residenciales para personas mayores en situación de dependencia. Se trata de un proyecto que se tiene que desarrollar en diferentes fases y a largo plazo y, según una primera valoración inicial, su coste ascenderá a 120 millones de euros.
Así, Son Dureta dispondrá de un área de hospitalización con unidades de convalecencia, de ortogeriatría y neuro-rehabilitación. También dispondrá de un espacio destinado a la cronicidad avanzada -con pacientes crónicos avanzados, cuidados especiales y paliativos- y una unidad de demencias y trastornos de la conducta. El área ambulatoria contará con consultas externas, unidad de rehabilitación cognitiva, el hospital de día y servicio ocupacional.
También contará con una residencia de 120 plazas para personas mayores, un centro ocupacional para personas con diagnóstico de salud mental de 20 plazas, servicio de valoración de las personas con discapacidad y espacios para los equipos de valoración de la dependencia.
Para Francina Armengol, se trata de una “apuesta decidida y firme para aumentar servicios públicos que son básicos”, en la que se distingue una “voluntad clara de recuperar derechos para la ciudadanía, con la rehabilitación y apertura de centros cerrados”, lo cual supone un coste para el Govern, como es el caso de Son Dureta, que ha implicado un gasto “de 5 millones de euros desde que dejó de funcionar”.
En este sentido, el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, insiste en la “prioridad del Ejecutivo de contar con servicios dignos”. Son Dureta combinará “dos usos complementarios: el sanitario y el residencial, áreas en las que actualmente se sufren carencias notables de camas para enfermos crónicos y plazas residenciales, respectivamente”.
El nuevo plan de usos de Son Dureta recupera un espacio emblemático para Palma, con la optimización de unas infraestructuras que se encontraban en desuso. Se trata de una apuesta del Govern para dar respuesta a una demanda creciente con un modelo de atención a la cronicidad con servicios profesionales y calificados. Estos nuevos dispositivos tienen que atender a los pacientes crónicos y las personas con dependencia desde un enfoque funcional y rehabilitador, promocionando así un envejecimiento activo y abordando la cronicidad desde una vertiente sanitaria y social.
Un ambicioso proyecto de remodelación
El proyecto de remodelación del antiguo Hospital Son Dureta prevé la construcción de un edificio rectangular de 35.000 metros cuadrados, que se ubicará en la zona que actualmente ocupan el edificio de consultas externas, el hospital materno-infantil y el inmueble donde había la cocina y los vestuarios. El antiguo espacio de hospitalización de adultos (edificio en forma semicircular) será reformado y ocupará 33.000 metros cuadrados.
Se prevé también la construcción de un edificio de nueva planta de unos 8.000 metros cuadrados, sobre un solar de 22.000 metros cuadrados, destinado a la residencia para personas mayores. De este modo, Son Dureta se estructurará en un área de hospitalización, un área ambulatoria y un área residencial.