Y es que en Europa, las enfermedades respiratorias son una de las principales causas de mortalidad y morbilidad. Estas enfermedades representan un coste total anual de 380.000 millones de euros para los europeos. Además, se estima que en 2020 de un total de 68,3 millones de muertes en todo el mundo, 11,9 millones de ellas serán causadas por enfermedades respiratorias.
A nivel nacional, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), del total de altas hospitalarias producidas en 2015, las enfermedades del aparato respiratorio fueron el segundo diagnóstico más frecuente con un total del 12,1% de altas. Estas fueron precedidas por las enfermedades del aparato circulatorio (13,2% del total) y en tercer lugar se sitúan las enfermedades del aparato digestivo (12,1%). Concretamente en los hombres, el número de hospitalizaciones por enfermedad respiratoria registró un total de 14,3%, por detrás de las enfermedades del aparato circulatorio, con 15,5% del total.
Asimismo, los grupos de enfermedades que causaron más estancias hospitalarias fueron las enfermedades del aparato circulatorio con 15,1% del total, seguidas de las enfermedades del aparato respiratorio (12,3%) y los tumores con (11,4%). La media de días de hospitalización por enfermedad respiratoria se sitúa en 6,79 días.
“Como profesionales asistenciales especialistas nuestro deber es colaborar en la prevención de las enfermedades respiratorias y torácicas, así como contribuir a mejorar la atención médica y de enfermería de los pacientes que las padecen”, destaca el vicepresidente de la SEPAR. “Una parte importante de los pacientes con enfermedades respiratorias responden a un perfil de paciente crónico que necesita un seguimiento y conocimiento adecuado de su propia condición de salud para evitar en cierto modo las complicaciones o exacerbaciones y en consecuencia los ingresos hospitalarios”, advierte el Dr. Capelastegui.
En este sentido, “una de las medidas clave para reducir las hospitalizaciones de este tipo de pacientes es realizarles un control y un seguimiento individualizado que permita evitar las complicaciones. Por otro lado, la prevención y la concienciación de la importancia de un estilo de vida saludable también resulta muy eficaz”, asegura el Dr. Capelastegui. “En España otra de las vías estratégicas que es necesario reforzar es el inicio al hábito tabáquico, así como la financiación de los tratamientos de deshabituación del tabaquismo ya que el tabaco es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades respiratorias”, señala este experto.
Y es que, a pesar de los esfuerzos realizados en la mejora del abordaje de las enfermedades respiratorias, los grupos de enfermedades que registraron los mayores aumentos porcentuales de altas respecto al año anterior fueron las enfermedades infecciosas y parasitarias (9,2%) y las enfermedades respiratorias (7,9%). En función de la dependencia funcional del hospital, en los hospitales públicos las enfermedades respiratorias también son la segunda causa de ingreso más frecuente (12,8%).
En relación a las defunciones de las personas ingresadas en 2015, las enfermedades respiratorias también juegan un papel destacado con un 19,6% del total de fallecidos, precedidas por los tumores con un 23,1% del total y las enfermedades del aparato circulatorio con 21,1%. “El escenario actual fortalece nuestro firme compromiso de trabajar en proyectos científicos que hagan avanzar la neumología y la cirugía torácica. Asimismo, también creemos que es muy importante llevar a cabo iniciativas informativas y de concienciación sobre la salud respiratoria que repercutan positivamente en la sociedad”, concluye el Dr. Capelastegui.