Para garantizar la igualdad y equidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) la Administración pública debe tener en cuenta dos factores claves que día tras día cobran mayor relevancia: la cronicidad de determinadas enfermedades y el envejecimiento de la población, tal y como han puesto de relieve los expertos reunidos en una reunión organizada por el Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga) con el fin de realizar un análisis profundo sobre el modelo de financiación del sistema sanitario.
En este encuentro el Dr. Antonio García Ruiz, responsable de la Cátedra de Economía de la Salud de la Universidad de Málaga, analizó el modelo actual de financiación sanitaria en nuestro país. Como fortalezas destacó la esperanza de vida y la valoración y formación de los profesionales, y en el polo opuesto advirtió del déficit de gobernanza, la falta de información fiable, la orientación del modelo a patologías y no a la cronicidad de los pacientes, la nula incidencia de evaluación del coste-efectividad de las innovaciones farmacológicas y tecnologías sanitarias, así como la reducida inversión en salud pública.
Este experto abordó las oportunidades que ofrece la innovación relacionada con las TIC’s (sobre todo en enfermos crónicos), entre las que resaltó los nuevos sectores vinculados a la innovación tecnológica y a las fórmulas de gestión, y la desinversión en lo que no produce salud. El doctor García Ruiz, destacó como principales amenazas para el Sistema Nacional de Salud el crecimiento del gasto público real por encima del Producto Interior Bruto (PIB) y la ausencia de evaluación y priorización de políticas sanitarias, concluyendo que, a pesar de lo que se cree, «no se derrocha en sanidad».
Por su parte, el Dr. José Antonio Trujillo, médico de Familia y experto en branding médico, expuso en su intervención el papel que juega el paciente y el uso que realiza de los servicios sanitarios, fruto de una sociedad “excesivamente medicalizada”, ya que “la población pone el foco en la asistencia sanitaria y muy poco en la salud en sí”, afirmó.
A su juicio, el médico le dedica prácticamente todo su tiempo a la consulta diaria a demanda y puede “invertir poco tiempo en programas sanitarios preventivos”. La solución a esta situación pasa por “encontrar un equilibrio entre las necesidades de la ciudadanía y la sostenibilidad del sistema para lo que la Administración debe estudiar la forma de introducir programas de salud preventivos», afirmó este experto, que realizó una llamada a la necesidad que existe en Andalucía de abordar el tema del personal sanitario, con especial referencia a los médicos, ya que «hay que hacer una revisión de la actual situación, debemos mirar lo que hacen otros países de nuestro entorno para fidelizar a los profesionales por un lado, y hacer atractiva su incorporación a los nuevos”.
Los expertos reunido en este foro organizado por Commálaga también abordaron cómo influye el gasto sanitario y farmacéutico en la viabilidad del sistema sanitario. En el este sentido, el director de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, el doctor José Ramón Luis-Yagüe, resaltó que las medidas adoptadas en España han impactado de una manera muy relevante sobre este capítulo, que está bajo control. Además, la pérdida de patente de un importante número de medicamentos, con la consiguiente entrada de medicamentos genéricos y biosimilares, debe permitir generar ahorros para financiar la innovación terapéutica.
Para el representante de Farmaindustria, España presenta datos alejados de la media de los países de la Unión Europea, “un 41% menos que la media en gasto sanitario público por habitante y un 31% menos en gasto farmacéutico público por habitante, de acuerdo con los datos de la OCDE en el año 2014. Estamos mejor que países como Eslovenia, Portugal, Grecia o Eslovaquia, pero y muy por debajo del nivel de Austria, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Irlanda y Alemania”.
A este respecto, Luis-Yagüe apuntó que “a lo mejor nos hemos pasado de frenada. El gasto farmacéutico a través de recetas ha pasado de representar un 19,5% del gasto sanitario total en 2010 a un 16,7% en 2014. El precio medio de los medicamentos en España es un 16% más barato que la media de los países europeos”.
Para avanzar en mejoras, avaló la necesidad de adoptar estrategias de medición de resultados -en salud y económicos- lo que permitiría incrementar la eficiencia del SNS y repercutiría positivamente sobre la calidad. “La falta de cifras exactas hace difícil la toma de decisiones. ¿Cuánto cuesta un paciente de diabetes? Este dato, por ejemplo, no se conoce en el SNS, aunque disponemos de toda la información necesaria para poder conocerlo y mejorar la gestión de esta enfermedad. Con estrategias de este tipo -enfocadas a resultados- podríamos avanzar hacia una medicina preventiva, predictiva y adaptativa en un entorno financieramente sostenible”, comentó Luis-Yagüe.