Tal y como afirma el Dr. José María Mostaza Prieto, coordinador del Grupo de Riesgo Vascular de la SEMI, gracias a este estudio, que se desarrollará en todos los servicios de Medicina Interna de España, «pretendemos ver si las personas muy ancianas y con enfermedad cardiovascular reciben tratamientos óptimos para prevenir una nueva complicación cardiovascular, y si el hecho de que los reciban o no depende de su situación funcional o cognitiva, es decir, si aquellos pacientes que tienen una demencia reciben menos tratamientos preventivos para la enfermedad cardiovascular que los que no tienen”.
Y es que, pese al progresivo descenso de la mortalidad por enfermedad coronaria y enfermedad cerebro-vascular, las enfermedades vasculares siguen siendo la primera causa de muerte en nuestro país y en los países de nuestro entorno, debido principalmente al envejecimiento de la población, ya que al vivir más se incrementa el riesgo de sufrir una complicación cardiovascular.
En este sentido, desde la SEMI advierten que la prevención de los factores de riesgo resulta fundamental en la enfermedad cardiovascular, destacando el impacto de la obesidad y la diabetes, cuya incidencia está creciendo en la población española al igual que en otros países industrializados.
Por otra parte, gracias a una mayor concienciación de la población, factores como el colesterol alto, la vida sedentaria, el tabaco, la hipertensión o una mala dieta, cada vez tienen un mejor control, lo que repercute positivamente en las enfermedades cardiovasculares. En este sentido, el estudio español PREDIMED ha puesto de relieve cómo la dieta mediterránea reduce la tasa de complicaciones cardiovasculares. Especial relevancia tienen los cambios en el estilo de vida para los pacientes con diabetes, cuyo tratamiento incluye pérdida de peso, ejercicio físico regular, dieta baja en calorías y azúcares, y evitar el hábito tabáquico y bajar el colesterol.
En el marco de la XIII Reunión de Riesgo Vascular también se debatió sobre cómo influye el microbioma, es decir la cantidad y calidad de las bacterias que viven en el interior de nuestro intestino, en determinadas enfermedades, entre ellas la obesidad, la diabetes o la enfermedad cardiovascular, «un campo emergente que está empezando a desarrollarse”, afirma el Dr. Mostaza.
Además, los especialistas de la SEMI analizaron los datos del registro de pacientes con fibrilación auricular ingresados en servicios de Medicina Interna. “Este estudio muestra que cada vez se hacen las cosas mejor, ya que hasta hace unos años los pacientes mayores apenas recibían tratamiento para prevenir el ictus, y actualmente los pacientes con fibrilación auricular que ingresan en Medicina Interna están siendo anticoagulados de forma adecuada, lo que contribuye a su prevención”, destaca el coordinador del Grupo de Riesgo Vascular de la SEMI.
La Edad Vascular también fue objeto de debate, ya que “es un concepto que no está del todo integrado en las explicaciones que damos los profesionales a los pacientes, pero es muy importante, ya que un paciente de 60 años, por su estilo de vida puede tener una edad vascular de 75 años”, asegura el Dr. Mostaza. Para calcular la Edad Vascular se evalúan los factores de riesgo (si tiene colesterol, si fuma, etc.) y, con ello, se extraen datos porcentuales que indican la probabilidad que tiene un paciente de sufrir enfermedades cardiovasculares.