Este estudio ha sido realizado sobre una muestra de 10.000 personas (entre pacientes y sus cuidadores, de ambos sexos), durante el periodo comprendido entre los años 2006 y 2015, y del mismo de concluye que en un 67,2% de los casos, las mujeres son las que asumen la responsabilidad del cuidado del enfermo o enferma, frente al 32,8% de casos en los que los hombres han sido quienes la han asumido.
Del total estudiado, 4.000 personas diagnosticadas de enfermedad de Alzheimer, el 70% de ellas mujeres. Sin embargo, “solo en un 22,3% de los casos, es el marido quien asume el rol de cuidador. En concreto, en la mayoría de situaciones, el esposo delega esta función en las hijas del matrimonio o en la pareja del hijo mayor”, comentan desde la Fundació ACE.
En este sentido, tal y como afirma la responsable de este estudio, la Dra. Pilar Cañabate, antropóloga y jefa del departamento de Trabajo Social de Fundació ACE, “también en el cuidado de las personas con demencia, la división de roles de género pone de manifiesto la desigualdad en el reparto de las responsabilidades familiares”.
Esta especialista destaca que “es frecuente que las esposas desarrollen la función de cuidadora, como prolongación del rol maternal o como una extensión de las tareas domésticas”.
Independientemente de si es hombre o mujer quien padece Alzheimer, la tarea de cuidador la asumen mayoritariamente las esposas e hijas, en un grado notablemente superior al de los esposos, hijos o hermanos varones. En concreto, según el estudio de la Dra. Cañabate, “en el 32,4% de los 4.000 casos analizados, el rol de cuidador de la persona con demencia lo asume la esposa”. En un 27,6%, este papel lo asume la hija; mientras que los casos en los que los hijos varones asumen el cuidado se mantienen a una importante distancia, y representa solo un 9,1% de las situaciones.
El 8,6% restante corresponde a perfiles heterogéneos, entre los que figuran otros familiares o cuidadores profesionales. Sin embargo, incluso en este grupo los perfiles de cuidadores desempeñados por mujeres son mayoría: constituyen el 7,2% del total. Sólo en un 22,3% de los casos estudiados, el esposo ha ejercido de cuidador, aun teniendo en cuenta que el 70% de las personas enfermas son mujeres.
Para la jefa del departamento de Trabajo Social de Fundació ACE, la tradicional división de tareas también condiciona la actitud que presenta el hombre cuando se enfrenta a la responsabilidad de los cuidados. Según el equipo médico de Fundació ACE, por lo general los hombres son más abiertos a las instrucciones o indicaciones que se les dan, al estar menos vinculados con el rol de cuidador. En cambio, las mujeres son más reticentes a aceptar indicaciones externas e incluso, en ocasiones, sienten cuestionadas sus capacidades para desarrollar dichos cuidados.
Desde la Fundació ACE se advierte que las cuidadoras informales muchas veces se ven forzadas a dejar sus ocupaciones profesionales o estudios, y a un progresivo abandono de la esfera social. Además, la mayoría de esposas deciden cuidar de un marido enfermo cuando han entrado ya en la tercera edad, de modo que la carga emocional y de trabajo que sufren sobreviene cuando empiezan a manifestarse los primeros signos de envejecimiento con el deterioro físico que conlleva la edad.
Los interesados puede acceder a este estudio publicado por Journal of Alzheimer’s Disease aquí.
1 Comment
Deja una respuesta
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
[…] CERMI Mujeres. Estos encuentros tienen como objetivo favorecer el apoyo y acompañamiento a todas las mujeres con discapacidad, madres y cuidadoras que durante la actual crisis sanitaria, económica y social están ofreciendo sus cuidados. Esta […]