En poco más de un mes, casi la mitad de los pacientes con dependencia ingresados en el Parc Sanitari Pere Virgili consigue poder realizar, de forma autónoma, actividades de la vida diaria, después de ser tratado en la sala de terapia ocupacional de que dispone este centro desde hace 10 años.
Destinada a la rehabilitación y el fomento de la autonomía de los pacientes para preparar a los pacientes para su regreso al domicilio, el Parc Sanitari Pere Virgili fue el primer hospital sociosanitario de Cataluña, y uno de los primeros del Estado, en poner en marcha un espacio de estas características.
Las instalaciones cuentan con una cocina, un baño y una cama, que simulan un piso real, y que permiten, junto con el resto de componentes de la sala, la reeducación del paciente en actividades básicas de su día a día (comer, vestirse o bañarse), así como trabajar las habilidades necesarias a desarrollar en el domicilio, com por ejemplo lavar los platos, cocinar, elaborar la lista de la compra, etc.
Tal y como afirma Eva Llarch, terapeuta ocupacional del complejo sociosanitario, el primero de los elementos del piso que se incorporó fue la cama. “Optamos por una cama normal, que no fuera articulada ni de altura regulable, puesto que nuestro objetivo era simular la situación real que se encontraría el paciente cuando llegara a su casa. Más adelante se añadió la cocina, con vitrocerámica, nevera, microondas, etc., y el inodoro y la bañera, que permiten mostrar tanto al usuario como a la familia las diferentes adaptaciones, como una mesa de bañera o una silla giratoria, que posibilitan que el paciente pueda seguir utilizando las instalaciones que ya tiene en su domicilio sin necesidad de hacer obras».
Todos los usuarios que pasan por la sala de terapia ocupacional son valorados con el índice de Katz –que evalúa las actividades de la vida diaria– en el inicio del tratamiento, coincidiendo generalmente con el ingreso, y cuando finaliza, que acostumbra a ser en el momento del alta.
A día de hoy, más de 650 pacientes han sido tratados en esta sala, el 40 % de los cuales presenta una patología traumatológica o neurovascular. “Muchos de ellos, por ejemplo aquellos con una prótesis de cadera o de rodilla, han perdido autonomía y tienen diferentes limitaciones, como el hecho de no poder agacharse, dificultades para mover la pierna o el riesgo de luxación y caída”, indicaEva Llarch.
En cuanto a las personas que han sufrido una lesión neurovascular, como en el caso de un ictus, la profesional del Parc Sanitari destaca que, dependiendo de la localización de la lesión pueden tener afectaciones en el habla, en las funciones cognitivas, a nivel motriz, como la hemiparesia (parálisis de la mitad del cuerpo), etc. “Estas disfunciones provocan, habitualmente, una afectación del equilibrio y de la simetría, falta de coordinación o alteración de la marcha”, destaca.
La finalidad de la sala de terapia ocupacional del Parc Sanitari Pere Virgili es la de recuperar la autonomía a partir de restablecer las funciones perdidas o de enseñar al paciente técnicas compensatorias adaptando la actividad. Por ejemplo, las personas que han sufrido un accidente neurovascular pueden perder la función de la mano dominante y tener que aprender a usar la otra y/o tener dificultades para llevarse la comida a la boca o para vestirse. “Se trata de una afectación tan global que habitualmente comporta un trabajo conjunto con otros servicios, como fisioterapia o enfermería”, afirma Eva Llarch.
Tal y como indica esta especialista, antes de iniciar las sesiones en la sala de terapia ocupacional se hace una valoración del paciente, en que acostumbra a estar presente la familia, donde se pide que aporte información sobre el hogar como barreras arquitectónicas, dificultades con que se encuentra la persona, etc.
“Muchas veces traen planos de la vivienda o fotografías, que son esenciales para poder aconsejarles las adaptaciones más idóneas”, señala la terapeuta ocupacional. En este sentido, además de trabajar con el paciente, también se proporciona información a las familias y cuidadores, con el fin de que puedan ayudar al enfermo, una vez esté en su casa.
Para aquellos pacientes que en un periodo de tiempo concreto no consiguen recuperar las funciones perdidas, la sala cuenta con multitud de productos de apoyo, que les facilitan la autonomía y les permiten realizar acciones que, sin ellos, sería imposible llevar a cabo o que supondrían una gran dificultad y riesgo.
Algunos de estos elementos son, por ejemplo, unas cucharas con una curvatura, que posibilitan que las personas que no tienen suficiente fuerza ni coordinación para hacer el movimiento de llevar el utensilio hasta la boca puedan alimentarse por si mismas.
Así mismo, para los usuarios con una limitación que no les permite agacharse ni levantar la pierna y que, por lo tanto, tienen dificultades para vestirse, se han desarrollado varios trucos de mucha utilidad, como coger dos pinzas de ropa y dos vetas o cordones, y ponerlas en el extremo de los pantalones o de la falda. “Esta adaptación también resulta muy beneficiosa para personas con problemas respiratorios a quienes, el hecho de agacharse para vestirse, les puede provocar fatiga”, indica Llarch. Otros instrumentos de ayuda muy habituales serían los tapetes antideslizantes, esponjas de mango largo, agarradores para la cama, etc.
La terapeuta ocupacional del Parc Sanitari Pere Virgili destaca que muchas de las herramientas de ayuda de que dispone la sala se pueden elaborar y adaptar fácilmente en casa del usuario para permitir que pueda desarrollar las actividades del día a día con el mayor grado de autonomía posible. “De hecho, algunos de los usuarios se fabrican ellos mismos los productos de apoyo, por ejemplo, a partir de adaptar una percha de ropa que haga de gancho y que les ayude a vestirse o de construir un aparato con un cubo, que les facilite ponerse los calcetines».
Pese a sus evidentes beneficios para los pacientes, Eva Llarch advierte que la terapia ocupacional todavía se encuentra poco implantada tanto en Cataluña como en el resto del Estado. “Así como en el Reino Unido se apostó desde hace años por esta terapia como una línea estratégica de mejora de los sistemas de salud y servicios sociales, no es el caso en nuestro país”.
No obstante, según la terapeuta ocupacional, se trata de una herramienta que seguro que tendrá un crecimiento exponencial en el futuro, debido al enfoque práctico que hace de la asistencia, destinado a superar los déficits del paciente, teniendo en cuenta la influencia del entorno físico, aspecto “fundamental” para la prevención y manejo de la discapacidad.