Detrás del aumento de la esperanza de vida registrado en las últimas décadas en muchos países de nuestro entorno, se encuentra un reto al que debemos dar respuesta: disfrutar de más años de vida con el mayor bienestar posible y conservando y estimulando las destrezas físicas y cognitivas.
Los cambios demográficos experimentados en países como España, que no es ajeno a esta realidad y presenta un elevado envejecimiento poblacional, han provocado que, cada vez en mayor medida, sea más notable la incidencia de enfermedades como el Alzheimer.
Constituye ya un problema de salud de primer orden, tanto por su impacto sociosanitario como por ser una de las causas más frecuentes de discapacidad a edades avanzadas. Se trata de una patología directamente ligada al proceso de envejecimiento, con una tasa de prevalencia del 7% en mayores de 65 años y del 50% en mayores de 85.
Para frenar esta enfermedad que afecta a unas 1.200.000 personas en España y que borra, de forma progresiva, cada recuerdo de la persona que la padece, el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía (CAFRS), gestionado por Clece Servicios Sociales, ha puesto en marcha un innovador proyecto de terapia asistida con perros y dirigido específicamente a personas con Alzheimer.
Este nuevo modelo de intervención y abordaje de la enfermedad, aplicado de forma piloto sobre 16 usuarios con Alzheimer con un nivel de deterioro leve, se ha configurado como una útil y novedosa terapia que ha permitido mejorar la gestión emocional de los participantes, así como el control de sus impulsos, pero también ha potenciado en ellos un estado de ánimo positivo, así como la comunicación verbal y no verbal, y ha creado hábitos y rutinas de higiene en su día a día, además de potenciar sus destrezas motoras, el equilibrio y la coordinación.
Plan individualizado de intervención
La consecución de estos beneficios ha sido posible gracias a un plan individualizado y adaptado de intervención aplicado en este centro con múltiples actividades adaptadas. En todas ellas, ha sido clave el papel que ha desempeñado Dogui, el perro entrenado para desarrollar este proyecto y llevarlo a buen término.
En las distintas sesiones de Terapia Asistida con el perro, se ha conseguido inculcar en los usuarios una rutina diaria específica, favoreciendo las destrezas de anticipación y las funciones ejecutivas a través de acciones como saludar al perro, brindarle agua y comida, realizar actividad física en su compañía, o cuidarlo y acicalarlo, así como jugar con el animal.
A través de todas estas tareas, además de estimularse la función cognitiva, también se han mejorado las capacidades físicas de los usuarios, ya que se ha trabajado, por ejemplo, la denominada motricidad fina, al abrir los usuarios con sus manos cremalleras para buscar comida, buscar galletas o elaborar puzles y participar en juegos. También se han trabajado las llamadas habilidades motoras gruesas y la movilidad, mediante el lanzamiento e interactuación con el perro con juguetes adecuados.
Gracias al éxito obtenido con este primer grupo de usuarios, con una afectación leve, se ha desarrollado el proyecto también, en una segunda fase, con usuarios con un grado más avanzado de Alzheimer, obteniéndose, igualmente, excelentes resultados en cuanto a integración y participación de los residentes en esta iniciativa pionera, quedando patentes los múltiples beneficios que la terapia con perros reporta a las personas con Alzheimer, independientemente de su grado de afectación.
Colaboración entre el Centro y la Universidad
Para la realización de este proyecto, ha sido vital la colaboración entre la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y el Centro, así como el apoyo de la Asociación PsicoAnimal.
Precisamente, un equipo multidisciplinar de esta última entidad ha sido el que formó al personal técnico del centro antes del inicio del proyecto, con un curso de formación básica para la aplicación y puesta en práctica de esta iniciativa piloto, abordando las principales pautas para la aplicación de los planes de intervención con los usuarios a través del animal.
Según la Asociación Internacional de Organizaciones de Interacción Humano-Animal (IAHAIO), una de las organizaciones más relevantes y de mayor prestigio a nivel mundial en este campo, “la Intervención Asistida con Animales (IAA) es una intervención en la que intencionalmente se incluye o se incorpora a un animal con el objetivo de promover la mejoría de los ámbitos de la salud, la educación y lo social con el fin de obtener beneficios terapéuticos en los seres humanos”.
Un centro pionero en el manejo del Alzheimer
El Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía (CAFRS) es un centro referente en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, en cuyas instalaciones, gestionadas por Clece Servicios Sociales, se ofrecen servicios sociosanitarios de elevada calidad y eficiencia, en el marco de una organización orientada a satisfacer las necesidades de los usuarios, así como a potenciar la formación y la investigación sobre esta patología.
Este centro abrió sus puertas en el año 2007 y cuenta con 156 plazas residenciales –distribuidas en 9 unidades en base al grado de deterioro que presente el usuario–, 40 en su centro de día y 20 de respiro familiar, así como con un Centro de Formación especializado en demencias y una Unidad de Investigación en enfermedades neurológicas.
Bajo el compromiso de mejora, calidad e innovación continua, el Centro ha desarrollado programas de reducción del riesgo de caídas basándose en procedimientos éticos y adecuados y está certificado con la Norma ISO 9001, 14001, 158101, el sello OHSAS 18001 y también con la certificación SA8000.
El Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía cuenta con un jardín exterior en el que se realizan actividades de aromaterapia, entre otras, así como con una biblioteca que contiene materiales y obras de referencia en la enfermedad. Además, este centro ha acogido múltiples eventos, congresos y simposios sobre Alzheimer y sobre las últimas novedades en relación a esta patología.