La Comisión de Sanidad, compuesta por los portavoces de los principales Grupos Parlamentarios, ha rechazado una proposición no de ley (PNL) de Ciudadanos que buscaba proteger a los pacientes afectados por pseudociencias, prácticas llevadas a cabo por profesionales, titulados o no titulados, que están alejadas de la evidencia científica y que pudieran causar un perjuicio real en la salud directa de sus pacientes.
Desde el Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, puesto en marcha por la Organización Médica Colegial (OMC), su coordinador, el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, ha mostrado su decepción por esta decisión, afirmando que esta PNL «debería ser debatida para mejorar el necesario procedimiento de reporte sanitario en caso de pacientes afectados por propuestas fraudulentas, sin que el médico haga una labor policial».
Para el coordinador del Observatorio contra las pseudociencias “si los presupuestos que ya están legislados se llevasen a efecto con regularidad, probablemente el 90% de los centros y servicios que realizan estas prácticas tendrían que estar cerrados”. Además, añade que “los posicionamientos de los distintos grupos políticos han sido decepcionantes también en cuanto a planteamiento, lo que pone de manifiesto una falta de preparación y de concienciación sobre este tema”.
Según el Dr. Jerónimo Fernández Torrente «toda esta indefinición y falta de acuerdo solo beneficia a los que, sanitarios o no, engañan a pacientes y ciudadanos, retrasan sus tratamientos terapéuticos verdaderos y se lucran con engaños y falsedades a costa de personas enfermas indefensas y desesperadas».
Y es que vivimos en una sociedad en la que gracias a los avances científicos hemos avanzado notablemente en el tratamiento y alivio de las numerosas enfermedades que aquejan al ser humano. Pero tal y como se indica desde la OMC, las pseudoterapias constituyen una oferta terapéutica sin el apoyo científico necesario para avalar su validez ni utilidad. Y si bien su impacto real sobre la sociedad es afortunadamente pequeño este debe ser conocido y analizado para prevenir su extensión.
La Organización Médica Colegial advierte que las pseudoterapias utilizan terminología y explicaciones que parecen científicas, pero las numerosas evaluaciones independientes realizadas han demostrado que no son útiles para ninguno de los problemas de salud estudiados más allá del efecto placebo. También utilizan diversos mecanismos para tener una apariencia de eficacia: la evolución natural de la enfermedad, la regresión a la media, la inducción de mecanismos propios del efecto placebo, entre otros; hacen creer a algunos pacientes una relación causa-efecto entre las pseudoterapias y la percepción de mejoría.
El Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias ha recopilado las 139 terapias y técnicas no convencionales, referenciadas prácticamente todas en un documento del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad desde 2011. Entre las pseudoterapias más peligrosas que recoge este documento están todas aquellas que tienen que ver con el ámbito de la denominada nueva medicina germánica, un método creado por Ryke Geerd Hamer, y las dos variantes de la biodescodificación y la bioneuroemoción, con muchos discípulos en España, que engañan a la gente con falsas esperanzas de curación de todo tipo de enfermedades, desde el cáncer a la malaria, el sida o el autismo.
También incluye a personajes muy conocidos que practican con total impunidad el intrusismo sanitario y el lucro, aprovechándose de la debilidad de los pacientes, y que venden productos prohibidos en España como el Clorito sódico – MMS (lejía de uso industrial diluida al 28%) con el falso mensaje de curación del cáncer y otros procesos graves.
«Ningún sanitario debe ofrecer pseudoterapias en su práctica clínica. La sociedad espera de sus profesionales un abordaje científico de los problemas de salud para encontrar la mejor solución a los mismos. La manipulación cognitiva de las personas vulnerables, ofreciéndoles remedios basados en creencias y simulaciones de tratamientos, debe ser rechazada», reclama la OMC.