Esta ha sido una de las conclusiones de la I Jornada Nacional sobre la Humanización de la Cronicidad, celebrada en la Universidad Europea de Madrid, con el apoyo de Nutricia, la división de nutrición médica avanzada del Grupo Danone.
En este foro, se ha puesto de manifiesto que, dado que el envejecimiento es una cuestión inevitable, lo que hay que hacer es centrarse en que la gente se mantenga sana el máximo tiempo posible. Para ello, resulta fundamental fomentar el envejecimiento activo de la población y llevar a cabo estrategias de prevención orientadas a la adquisición de hábitos de vida saludables, que frenen la aparición y el desarrollo de enfermedades crónicas.
Y es que, tal y como comentó Montserrat Muñoz Abellana, Directora General de Nutricia Advanced Medical Nutrition. “tanto el envejecimiento como la prevalencia de las enfermedades crónicas crecen, por lo que nuestro reto se centra en preservar el capital de salud de nuestros mayores. Es por eso que en los últimos años hemos tomado conciencia de la importancia del envejecimiento activo”.
El envejecimiento de la población es una cuestión inevitable, forma parte de la vida de todo ser humano, pero “debemos plantearnos la vejez de una forma distinta, dejando de pensar en cómo funcionan las enfermedades y comenzando a fijarnos en cómo funciona el envejecimiento”, apuntó Somnath Chatterji, miembro del Departamento de Ageing and Life Course de la OMS.
En este sentido, Leocadio Rodríguez Mañas, jefe de servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe, recalcó que “se puede ser mayor, pero no necesariamente dependiente. De hecho, hay muchas pautas de mejora relacionadas con el estilo de vida, tales como una adecuada nutrición y una actividad física adaptada”.
Y es que una correcta nutrición no sólo es fundamental para la buena salud de nuestros mayores sino también para la salud financiera del sistema de servicios sociosanitarios, tal y como indicó en su intervención Pedro Abizanda Soler, jefe del servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete: “Una persona mayor malnutrida le cuesta al Estado más de 700 euros, y existe un riesgo aumentado de que este paciente vea reducida sus capacidades funcionales, a la par que aumenta su fragilidad y dependencia”. En este sentido, un correcto enfoque nutricional, acompañado de programas físicos, reduciría el riesgo de padecer este cuadro clínico.
Precisamente unas pautas nutricionales correctas y una actividad física adaptada a las personas mayores conforman los dos pilares fundamentales del programa Activida Evolution, impulsado por Nutricia y la Fundación Siel Bleu. Según explicaron los responsables de estas dos entidades en la ‘I Jornada Nacional sobre la Humanización de la Cronicidad’, gracias a esta iniciativa, se ha conseguido reducir las caídas de las personas mayores que viven en residencias de ancianos.
“En Activida Evolution estudiamos el estado nutricional de los residentes, así como su grado de autonomía para establecer un programa de intervención que nos permita abordar de forma integral al anciano residente”, indicó Manuel Blanco Ramos, director médico de Nutricia Advanced Medical Nutrition. “Así, no sólo conseguimos mejoras en el estado físico de los mayores en entornos residenciales, sino también en su estado anímico”, concluyó el doctor Blanco.