Un artículo de Albertia Servicios Sociosanitarios
Las nuevas tecnologías como los videojuegos, la Realidad Virtual o la robótica favorecen la aparición de nuevas herramientas terapéuticas que surgen al amparo del desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).
A destacar especialmente la Realidad Virtual, que recrea un entorno de escenas u objetos de apariencia real. La acepción más común se refiere a un “entorno generado mediante tecnología informática que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en él”. Este entorno es descubierto a través de un dispositivo de gafas o cascos de realidad virtual. Se puede acompañar de otros dispositivos, como guantes o trajes especiales. Todos ellos permiten mayor interacción y la percepción de diferentes estímulos que intensifican la sensación de realidad.
Existen diferentes tipos de entornos virtuales:
- Entornos virtuales inmersivos: la persona se ve inmersa en la realidad tridimensional. Interacción a través de guantes, cascos, pantallas interconectadas o cuevas virtuales, con escenarios virtuales en los que se realizan los ejercicios programados.
- Entornos virtuales semi-inmersivos: se forman por 4 pantallas que rodean a la persona formando un cuadrado. Se utilizan cuando necesitamos que la persona se mantenga en contacto con elementos del mundo real.
- Sistemas no inmersivos: se utiliza un monitor como ventana al exterior virtual, controlando el sistema a través de ratón, teclado o mandos.
Estos entorno de Realidad Virtual ofrecen interesantes aplicaciones en el ámbito de la Geriatría. No en vano, según el estudio de 2015 de Fundación Telefónica sobre la “Sociedad de la Información en España”, un 58% de los mayores de 65 años considera “muy importante” el hecho de estar conectado y tener acceso a Internet.
Es gracias a esa conexión, que podemos utilizar la Realidad Virtual para transportar a nuestros mayores a instantes de su pasado. De este modo, podrán ver lugares en los que han estado antes o lugares en los que habrían querido estar, despertando emociones y evocando recuerdos que estimulen la memoria.
Además, la Realidad Virtual aporta otro beneficios a los mayores, como por ejemplo:
– Se puede utilizar para rehabilitación de alteraciones funcionales y cognitivas
– Es utilizada también como herramienta de evaluación, ayudando en la medición de la evolución de diversas patologías
– Permite simular entornos cotidianos con tareas motivantes
– Se realiza de forma individualizada y personalizada
– Apoya el tratamiento analgésico
– Utiliza los principios de aprendizaje motor y plasticidad neuronal, lo que optimiza la rehabilitación o mantenimiento de las capacidades físicas y cognitivas
– Los videojuegos se crearon como diversión, por lo que inciden positivamente en el estado de salud y la percepción de la calidad de vida.
Buen ejemplo de ello es la aplicación práctica de la Realidad Virtual que se está realizando en la residencia de mayores Albertia Moratalaz, de la mano de los departamentos de terapia ocupacional y psicología. Entre las características del proyecto cabe destacar la posibilidad de la individualización y personalización de las sesiones, conociendo previamente la historia de vida de los residentes. De este modo, se conocerán preferencias e intereses de los que poder partir para realizar la actividad.
El usuario, guiado en todo momento por profesionales durante la inmersión, puede ir explicando qué ve, cómo se siente y contestando a las diferentes preguntas que se le puedan plantear. Las sesiones tienen una duración de 10 minutos aproximadamente y en algunas ocasiones, además, es posible añadir estímulos sensoriales que apelen a los diferentes sentidos para que la experiencia sea aun más real.