El 53% de los neurólogos españoles afirma tener dificultades a la hora de prescribir algún fármaco a sus pacientes, según se desprende de un informe presentado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) presentado en el marco de su 69ª Reunión Anual.
Las principales dificultades que exponen estos profesionales es que las comisiones de su hospital rechazan su propuesta de prescripción, que el tratamiento no está cubierto por la Seguridad Social o que no está disponible en su CC.AA.
El informe Prescripción de fármacos para el tratamiento de las enfermedades neurológicas ha sido elaborado con los resultados de una encuesta realizada entre sus asociados neurólogos durante el mes de octubre de 2017.
Su objetivo era determinar si existen dificultades en la prescripción de fármacos para el tratamiento de las enfermedades neurológicas, a qué son debidas y qué enfermedades son las más afectadas. Además de averiguar si existe desigualdad y/o inequidad en la prescripción de fármacos según las comunidades autónomas en las que se encuentren los pacientes.
Así, se ha desvelado que los neurólogos de Canarias, Extremadura y Galicia son los que más dificultades manifiestan a la hora de prescribir fármacos, ya que más de un 65% de los mismos aseguran haber tenido problemas o dificultades en la prescripción de fármacos. Por el contrario, los neurólogos de La Rioja, Navarra y Baleares son los que comentan tener menos dificultades, menos de un 20% han tenido alguna dificultad.
“El hecho de que existan dificultades en la prescripción no significa que los pacientes no dispongan de tratamientos. En ocasiones se trata de restricciones que implican una mayor burocracia a la hora de poder acceder a los mismos; en otras, de utilizar otros tratamientos que, aunque puedan ser similares, no han sido la primera opción del neurólogo como la mejor alternativa terapéutica para el paciente”, explica el Dr. Pablo Irimia, Vocal de la Sociedad Española de Neurología.
Algunas de las principales dificultades
La principal dificultad que exponen los neurólogos españoles a la hora de prescribir fármacos es que las comisiones de su hospital rechazan su propuesta de prescripción (23% de los encuestados). Le sigue que el tratamiento no está cubierto por la Seguridad Social (19%), que no está disponible en su CC.AA. (18%), o que encuentran restricciones en la prescripción (17%). Que el tratamiento no esté disponible en la farmacia del Hospital (10%) o que se haya denegado el visado por parte del Inspector Sanitario (8%) son otras de las razones que argumentan.
En relación a las restricciones, las más señaladas son las marcadas por su CC.AA. o por su centro hospitalario (33%) y las restricciones de los sistemas informáticos utilizados para la prescripción (27%). El hecho de que un fármaco no incluya en su ficha técnica su uso para el tratamiento de esa patología, es la tercera restricción más señalada (20%). También se señalan restricciones por la obligación de recetar genéricos (10%), por el precio de los tratamientos (7%) o porque ese tratamiento solo pueden recetarlo médicos de otras especialidades (3%).
Según señala el Dr. Óscar Fernández, Presidente de la Sociedad Española de Neurología, “la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) es un objetivo de interés común para pacientes, médicos y administraciones sanitarias, pero la sostenibilidad no puede en ningún caso minusvalorar los resultados en salud y no considerar otros costes directos e indirectos. Las trabas en la prescripción médica influyen en el número de ingresos hospitalarios, en la duración de los procesos asistenciales, así como en los gastos que recaen en los pacientes, familias y cuidadores y en su calidad de vida”.
Enfermedades con mayores dificultades en la prescripción de fármacos
Los tratamientos para las demencias (21%) como el Alzheimer y las enfermedades desmielinizantes (21%) en las que mayoritariamente se señala la esclerosis múltiple; son los que generan más dificultades de prescripción en todo el territorio nacional. Les sigue los tratamientos para las enfermedades cerebrovasculares (14%), ictus, en su gran mayoría, epilepsia (12%) y trastornos del movimiento (10%), en la que el Parkinson es la enfermedad más citada.
Los tratamientos para Alzheimer, esclerosis múltiple e ictus son los que generan más dificultades de prescripción en todo el territorio nacional
También se encuentran dificultades en el tratamiento de las enfermedades neuromusculares (8%), trastornos de la vigilia y sueño (5%) o cefaleas (4%), en las que las patologías de ELA, insomnio y migraña, respectivamente, son las más mencionadas por los encuestados. Aunque en menor medida, en los tratamientos para el dolor neuropático (4%) o tumores cerebrales (1%) también se encuentran dificultades en la prescripción.
A la vista de los resultados de este informe, desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) se quiere recordar que los pacientes con enfermedades neurológicas deberían poder recibir el mejor tratamiento disponible para su patología de acuerdo con el criterio del neurólogo que atiende de forma habitual al paciente.
Cuando una medicación está indicada en un paciente con una determinada enfermedad neurológica, la prescripción del fármaco no debería estar condicionada por la Comunidad Autónoma en la que reside el paciente o el hospital donde es atendido.
La equidad en la prescripción de fármacos para las enfermedades neurológicas exige, por tanto, un consenso entre las diferentes CC.AA. que permita establecer unos criterios homogéneos para acceder a un determinado tratamiento.
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Completamente de acuerdo en que algunos neurólogos (seguro que no todos) estén desconcertados por el hecho de que unas comunidades autónomas y hospitales establezcan más controles que otros en la prescripción Y DISPENSACIÓN de fármacos. Pero es que esa es su OBLIGACIÓN, así está diseñado el sistema sanitario y no hacerlo supone dejación de funciones.
Por otro lado, sorprende mucho algunas de las restricciones señaladas: por ejemplo, si la indicación para la que se indica no está incluida en ficha técnica esa prescripción sin más (y la subsiguiente dispensación) es ilegal porque la ficha técnica es «lex artis». Precisamente esa razón puede ser la que motive denegación en visado, o la denegación en la dispensación dentro o fuera del centro sanitario, ya que el proceso de acceso al medicamento implicaría la actuación de un farmacéutico y un inspector, que se ven obligados también a cumplir la ley y los protocolos establecidos, como el resto de profesionales sanitarios. El médico, en este caso neurólogo, no es el único profesional concernido.
Cuando un medicamento no tiene cierta indicación en ficha técnica, o está afectado por un protocolo que establece unas ciertas condiciones es por razones científicas o, en otros casos, acuerdos o consensos escritos alcanzados entre los profesionales concernidos, lo que no quiere decir que todos estén de acuerdo, pero en cualquier caso siempre podrán participar presentando los razonamientos y documentación científica oportuna. No se puede genralizar de tal manera dando por sentado que la opción elegida por un neurólogo es única e irrefutable, cuando en el acceso a los medicamentos participan otros profesionales que tienen también obligación de aplicar la ley y una responsabilidad ante el usuario.
En resumen, los medicamentos pueden proporcionar beneficios (o no) y son productos REGULADOS LEGALMENTE para poder establecer las condiciones de uso donde se puede garantizar el buen uso, discirniendo éstas de las situaciones experimentales, porque las personas no somos ratas de laboratorio. Se trata de una cuestión de SEGURIDAD y PROTECCIÓN de los usuaris frente a los posibles excesos de la medicina, lo que también se pueden dar, además de maximizar la eficiencia de un sistema público. Otra cosa es que tal como está diseñado el procedimiento de proteccen España ni se entienda ni tenga lógica.