De este modo, el complejo HM CINAC, especializado en minimizar las manifestaciones motoras en la enfermedad de Parkinson mediante una técnica denominada subtalamotomía realizada por ultrasonido focal de alta intensidad (HIFU) complementará su actividad con esta Unidad de Investigación y Tratamiento de la Memoria y trabajará en “la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de procesos neurológicos que cursan con la pérdida de memoria u otro tipo de deterioro cognitivo”, señala el Dr. Olazarán.
Las nuevas técnicas de estudio del deterioro cognitivo que se ponen en marcha con esta Unidad vienen a complementar la investigación dirigida a incidir de forma precoz en la evolución de las enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, etc.), que ya viene desarrollando el HM CINAC mediante la aplicación de un tipo diferente de ultrasonidos, denominado LIFU (ultrasonido focal de baja intensidad) en patologías que hasta ahora tenían un escaso arsenal terapéutico a disposición de los pacientes y de los profesionales sanitarios.
En concreto, el Dr. Olazarán señala que el servicio que ofrecerá la Unidad de Investigación y Tratamiento de la Memoria, “va dirigido a personas jóvenes, adultas o mayores que experimenten fallos de memoria u otro tipo de síntomas cognitivos: dificultad para la concentración, expresión verbal, razonamiento, orientación, u otros síntomas”.
Y es que, tal y como señala este experto, “los trastornos de memoria y cognitivos crecen exponencialmente con la edad, hasta el punto de que un tercio de la población mayor de 80 años tiene deterioro cognitivo o demencia. En personas mayores la principal causa de deterioro cognitivo son los procesos neurodegenerativos, pero también pueden experimentar problemas cognitivos las personas jóvenes. En estos casos hay que descartar problemas psiquiátricos u otras enfermedades”.
En esta nueva unidad se hará una especial incidencia en el diagnóstico precoz y el conocimiento de los síntomas, algo esencial para lograr un correcto abordaje de estas patologías, ya que el cerebro tiene una gran capacidad de regeneración y de compensación, pero esta capacidad se va perdiendo conforma aumenta la pérdida neuronal.
“Los problemas de memoria y cognitivos tienen infinidad de manifestaciones. A veces llamamos fallos de memoria a lo que son dificultades para mantener la concentración o fallos atencionales. Otras veces se trata más bien de dificultad para comprender el lenguaje, para expresarse, para organizarse o para orientarse. Muchas veces los problemas de memoria se asocian a tristeza, ansiedad, irritabilidad, apatía o cambios en el pensamiento. Es preciso entonces hacer una entrevista en profundidad y un estudio neuropsicológico para llegar hasta la raíz u origen del problema y así encontrar la solución”, advierte el Dr. Olazarán.
Es por ello que cualquier persona debe estar sobre aviso ante cualquier síntoma cognitivo y ante cambios persistentes en la personalidad o la conducta que no se expliquen por el modo de ser del individuo o como una mera reacción ante el entorno o las circunstancias vitales.
En este sentido, hay que estar alerta ante frecuentes olvidos de hechos recientes, las dificultades para concentrarse o para encontrar palabras comunes, el retraimiento y la pérdida de iniciativa e interés general por las cosas. “Si estos síntomas u otros similares persisten durante más de tres meses, debe consultarse al especialista”, afirma este experto.
Esta nueva Unidad de Investigación y Tratamiento de la Memoria contará con un equipo multidisciplinar de profesionales (neurólogos, psiquiatras, psicólogos y personal auxiliar, que trabajan en colaboración con los servicios centrales de laboratorio, neuroimagen, servicio de admisión, etc.) y la tecnología más avanzada en neuroimagen y diagnóstico molecular avanzado, como por ejemplo la determinación de marcadores de Alzheimer en líquido cefalorraquídeo para poder diagnosticar con certeza esta enfermedad, antes de que aparezca la demencia.
El Dr. Javier Olazarán destaca que cada día se conocen mejor los cambios biológicos que acompañan a las enfermedades neurológicas que causan deterioro cognitivo, “y la tendencia actual, en los centros avanzados de tratamiento e investigación, es identificar en las fases tempranas esos depósitos anómalos de proteínas que son, digamos, la ‘firma’ de la enfermedad. Creemos que si eliminamos o detenemos la producción de esas proteínas podremos detener o incluso revertir la enfermedad”.
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