Un bajo nivel socioeconómico está vinculado a un deterioro en la calidad del envejecimiento equivalente a una pérdida de entre cuatro y siete años de buena salud física a los 60 años. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la publicación científica BMJ y realizado en el marco del proyecto LIFEPATH, financiado por la Comisión Europea.
Los investigadores de LIFEPATH analizaron los datos de 37 estudios compuestos por un total de 109.107 hombres y mujeres con edades comprendidas entre 45 y 90 años. Se han analizado datos de 24 países de Europa, América del Norte, América Latina, África y Asia, incluyendo España.
Utilizaron la velocidad al caminar como un indicador de la función física, ya que ésta disminuye con la edad y es un buen predictor de supervivencia, ingreso hospitalario y deterioro cognitivo.
Así, el estudio indica que los hombres de 60 años con un estatus económico más bajo (por ejemplo, trabajos manuales) tienen la misma velocidad al caminar que los hombres de 66,6 años con un nivel económico más alto (por ejemplo, profesiones liberales). Calculado la velocidad media al caminar, estos resultados suponen una pérdida de 6,6 años de buena función física. Las mujeres perdieron 4,6 años, una disminución menor pero aún relevante.
Este impacto negativo fue comparable al provocado por otros factores de riesgo importantes. A los 60 años, una actividad física insuficiente provoca una pérdida de 5,7 años de una buena salud física en los hombres y 5,4 en las mujeres, mientras que la disminición por obesidad fue de 5,1 para los hombres y 7,5 para mujeres y la pérdida atribuida a la diabetes es, respectivamente, de 5,6 y 6,3 años. El efecto de otros factores de riesgo como la hipertensión (2,3 y 3 años) y el consumo de tabaco (3 y 0,7 años perdidos) es notablemente menor.
Las personas de 60 años que viven en condiciones socioeconómicas desfavorables pierden hasta 7 años de buen funcionamiento físico
La autora principal del estudio LIFEPATH, Silvia Stringhini, investigadora del Hospital Universitario de Lausana en Suiza, comenta «nuestro estudio ha añadido más evidencias sobre el importante efecto de riesgo que tienen las malas circunstancias sociales y económicas, que pueden afectar seriamente a nuestro envejecimiento saludable».
Según la investigadora, «estudios previos han demostrado que los diferentes factores de riesgo, incluidas las condiciones socioeconómicas desfavorables, tienden a agruparse en las mismas personas. Sin embargo, nuestros resultados sugieren que la asociación entre un estatus ocupacional bajo con el funcionamiento físico no siempre ha de estar relacionada con otros factores de riesgo».
«Otro hallazgo relevante fue la diferencia entre los países de altos ingresos y los países de ingresos bajos y medios, puesto que los primeros muestran un mayor número de años de buena salud física perdidos debido a las desventajas socioeconómicas», afirma Paolo Vineis, profesor en el Imperial College of London y líder del proyecto LIFEPATH. «Esto podría deberse a las diferencias regionales en el patrón social de los principales factores de riesgo, como la inactividad física, la obesidad y la diabetes«.
Políticas de salud más amplias contra la adversidad socioeconómica
Las políticas actuales de salud global están dirigidas a los factores de riesgo de salud establecidos, como el tabaquismo y la inactividad física. El impacto negativo de estos factores se evalúa principalmente utilizando parámetros como la mortalidad, mientras que medidas más amplias de bienestar como la función física han recibido menos atención hasta el momento.
«No debemos limitar nuestro análisis solamente a la esperanza de vida, sino también tenemos que tener en cuenta la calidad de nuestro envejecimiento«, finaliza Mika Kivimaki, profesor del University College of London. «Al centrarnos en el envejecimiento saludable y el bienestar funcional, nuestro objetivo es proporcionar una mayor evidencia en favor de políticas de salud más amplias que lidien con la adversidad socioeconómica, además de contra los factores de riesgo estándar».
Los interesados pueden acceder al estudio completo aquí.