Médico de la Residencia geriátrica
y Centro de Día Los Llanos Vital
Comer es una necesidad para todos y un placer para la inmensa mayoría. Comemos porque es una necesidad vital, sí, pero si los alimentos que nos llevamos a la boca no nos gustan… no nos los comeremos igual, ni siquiera nos alimentarán igual. Porque a todos nos gusta disfrutar de la comida, de ahí que ahora mismo haya toda una moda “gastro” y “gourmet”, cursos y concursos de cocina, comidas bio, … compitiendo para ganarse nuestros paladares y nuestra cesta de la compra, cada vez más refinados.
Ese placer por disfrutar de aquello que nos gusta no cambia con la edad. Es más, llega un momento de nuestras vidas en el que más que comer para vivir, vivimos para comer, convirtiéndose la comida en uno de nuestros grandes placeres.
Los mayores de Los Llanos Vital no iban a ser menos. A ellos también les gusta comer bien, y si algo de lo que ponemos en nuestra mesa no está a su gusto, se lo hacen saber a nuestras cocineras. Eso sí, tenemos que decir, que esto pasa pocas veces, lo más normal es que se lleven los elogios de aquellos que tienen sentados a la mesa cada día para degustar sus platos.
Pero, ¿qué pasa con aquellas personas que tienen alguna dificultad para comer? También quieren seguir disfrutando y degustar ricas y sabrosas viandas. Muchos de los mayores que cuidamos en nuestra Residencia y Centro de Día y a los que damos de comer a diario, tienen problemas en la masticación y deglución, lo que limita la variedad en los alimentos que podemos ofrecerles, su presentación y los estímulos que pueden recibir de la comida. Esta nos entra por la vista, por el olfato, por el tacto, por el gusto, pero una comida triturada carece de esta capacidad para abrirnos el apetito. Por ello buscamos constantemente nuevas soluciones que les permitan seguir disfrutando de una alimentación, que para ellos es aún, si cabe, más necesaria.
En ese afán de buscar nuevas soluciones y alternativas, nos hemos unido a un proyecto de investigación que está desarrollando la Universidad Francisco de Vitoria (UFV): “Soluciones a trastornos alimentarios de masticación y deglución”.
Esta iniciativa parte del Grado de Gastronomía, en el que han elaborado recetas de cocina tradicional, con todas sus características e ingredientes, que posteriormente se han liofilizado en el laboratorio. Posteriormente solo hay que añadir agua caliente para obtener un delicioso puré que cumple con los requisitos de la alimentación a personas con problemas de deglución o masticación.
Este proceso de liofilización hace que no se pierdan ni las propiedades nutricionales ni un ápice de sus características gastronómicas. Llegándonos el rico olor a un cordero asado con brasas o el intenso sabor de un revuelto de boletus.
Los mayores de Los Llanos Vital han colaborado con la universidad testando este nuevo producto y compartiendo con los alumnos y profesores sus opiniones sobre el mismo. Y ¿cómo han reaccionado los mayores a este nuevo producto?
Los usuarios se han sentado en las mesas que hemos preparado para esta cata con mucha curiosidad y ganas de probar algo nuevo. Les ha llamado la atención que tan solo con añadir agua tuvieran un plato preparado en menos de un minuto. Han intentado adivinar a través del olor y el gusto cuál era el plato cocinado, y han comentado los sabores que estaban notando. Una prueba difícil cuando nos falta la pista que nos aporta el sentido de la vista de los ingredientes originales cocinados. A nuestros mayores les parece una buena solución para aquellas personas que tienen problemas de deglución y afirman que lo tomarían si les hiciera falta.
Sabemos lo necesario que es para los mayores mantener una dieta equilibrada y no siempre es fácil conseguir que coman aquellos alimentos que deben ingerir para mantenerla. Por ello, seguiremos buscando soluciones y alternativas de alimentación sabrosa y apetitosa para aquellas personas que tengan problemas crónicos para masticar o tragar, o que estén pasando por circunstancias que les impiden alimentarse de forma convencional.
La búsqueda de alternativas, unido a las nuevas tecnologías, son hoy en día una fuente inagotable para la obtención de recursos que mejoren la calidad de vida de las personas con alguna limitación.