La Red Euskadi Lagunkoia, iniciativa promovida por el Gobierno Vasco e integrada por 54 municipios, y el Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, ha puesto en marcha un proyecto para impulsar una especial amigabilidad de las farmacias vascas con las personas mayores.
El objetivo de esta iniciativa es hacer que estos establecimientos sean más amigables para toda su clientela, adecuándolos a las necesidades de las personas mayores o con dependencia, para que puedan seguir desarrollando su vida en el entorno habitual de la forma más autónoma posible.
Lide Amilibia, Viceconsejera de Políticas Sociales, destaca que “las personas mayores suelen ser clientes fieles en comercios de barrio, lo que incluye a las farmacias. Son, en general buenas conocedoras de los productos que adquieren y compradoras habituales. Siguiendo estos consejos y pautas, las farmacias vascas van a convertirse en espacios especialmente amables para ellos y eso va a repercutir en su vida, contribuyendo a la prolongación de la autonomía de alguna de ellas”.
Por su parte, el Presidente del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, Ángel Garay, subraya que “las farmacias conforman la red sanitaria más cercana y accesible a la sociedad y con este programa de amigabilidad de Euskadi se hacen, si cabe, todavía más accesibles, sensibles y comprometidas con las necesidades e intereses que tengan los pacientes mayores a los que atienden”.
Además, esto «hará posible una mejor comunicación de todo el engranaje asistencial sanitario, teniendo en cuenta la colaboración de las farmacias con los servicios sociosanitarios, y permitirá el abordaje en la farmacia de manera confidencial de todas aquellas cuestiones relacionadas con el uso del medicamento que preocupen a los pacientes”.
Fruto de este trabajo conjunto, se propondrán en marcha acciones de bajo coste, o nulo, para ayudar a todas las farmacias a ser más accesibles y con ello a atraer y/o mantener a la clientela de más edad. Este trabajo propone un conjunto de consejos y pautas dirigidas a las y los gestores de los establecimientos, así como el resto de personal, para que optimicen su atención con una autoevaluación para que sean conscientes de las barreras o dificultades que encuentran las personas mayores o con discapacidad en sus locales.
Algunos ejemplos de los consejos y pautas que se ofrecen son: dejar las puertas y lugares de paso con espacio amplio; disponer de una buena iluminación artificial; reducir el volumen de la música; retirar las alfombras, o ponerlas encastradas al suelo; activar un servicio de entrega a domicilio; poner una silla o banco para el descanso durante la espera; si la entrada no es a nivel de suelo, considerar la instalación de una rampa; hablar de forma clara y repetir siempre que sea necesario, entre otros.
Guía para fomentar un buen trato a las personas con demencia
Además, también fruto de esta colaboración acaban de relanzar una guía en forma de folleto para favorecer un trato amigable hacia las personas que padecen demencia y así fomentar su autonomía para que continúen participando en la sociedad. Esta guía se distribuirá ahora en las 833 farmacias de los tres territorios vascos y se han editado 41.650 copias para ello.
En la misma se explica qué es la demencia y qué síntomas pueden mostrar las personas que la sufren. Además, se dan consejos sobre cómo tratar a estas personas en situaciones cotidianas. La iniciativa busca, implicando a toda la ciudadanía, crear una comunidad amigable con las personas que padecen demencia. Esta guía surgió en 2015, cuando de la mano de las entidades que integran la Federación de Euskadi de Alzheimer: AFA Araba, AFA Bizkaia y AFAGI, que distribuyeron 20.000 folletos.
El tríptico explica que la mayoría de quienes padecen la demencia superan los 65 años, aunque en algunas ocasiones pueden ser más jóvenes, y no constituye una consecuencia normal del envejecimiento. Se estima que afecta a una de cada diez personas con más de 65 años. Entre las mayores de 85 años afecta a uno de cada tres, lo que significa que unas 45.000 personas en Euskadi pueden encontrarse en esta situación. A esta cifra de afectados y afectadas hay que sumarle las 135.000 personas que se dedican a su cuidado en la familia.
Aunque la demencia no se manifiesta igual en todas las personas, la guía apunta a varios síntomas que suelen se comunes para detectar esta dolencia. Olvidos frecuentes, desorientación, dificultades para resolver problemas, problemas de comprensión y/o expresión y cambios de comportamiento, suelen ser comunes.
Entre las recomendaciones para atender a estas personas se citan: sonreír y establecer contacto visual; mostrar calma y amabilidad; utilizar un tono de voz suave; manifestar sentido del humor: no reírse de la persona, pero quitar hierro al despiste; simplificar lo que se dice, pero nunca infantilizar; realizar las preguntas de una en una o hacer preguntas sencillas; dar instrucciones paso a paso; ser paciente; repetir la frase o pregunta y si tras unos segundos no se entiende, reformularla; y tratar siempre a la persona con dignidad y respeto.