El buen trato, el edadismo y las TIC para mayores protagonizaron en la tercera edición del Congreso Nacional de la Confederación de Jubilados, Jubiladas y Pensionistas (Conjupes), que se celebró en Vigo bajo el lema ‘Superando desafíos e incertidumbres’. Se trata de un encuentro, que reunió a cerca de 200 congresistas de toda España, cuyo objetivo es analizar el envejecimiento poblacional de la sociedad actual y las herramientas que los equipos profesionales y de atención sociosanitaria tienen a su alcance para abordarlo de forma positiva.
Una de las participante en este Congreso, Romina Mouriz Corbelle, psicóloga y responsable del área de psicología en el Complexo Terapéutico Xerontolóxico A Veiga (Lugo), destacó que “la humanización en el trato a las personas mayores, especialmente a aquellas con vulnerabilidad cognitiva, es uno de los nuevos grandes retos de la Atención Sociosanitaria en nuestro país”.
En ese sentido matizó que “en los últimos años, los avances en la asistencia de los centros residenciales han sido numerosos, ambiciosos e importantes, pero en España y en nuestro entorno, estos cambios se están implementando con mucho retraso y los modelos hasta ahora vigentes, no valen, no son suficientes, tienen importantes carencias y déficits para atender la transformada realidad de este momento, y las nuevas demandas y necesidades que genera a su vez el nuevo tipo de persona mayor actual”.
Y para superar estas dificultades, esta experta resalto la necesidad de “identificar y divulgar algunos de estos retos en los modelos de atención actuales, así como fomentar la transferencia de buenas prácticas que nos permitan optimizar nuestros esfuerzos profesionales y, por supuesto, mejorar la calidad de vida de las personas mayores institucionalizadas”.
En ese sentido, subrayó, “la comunicación puede ser un buen indicador para conocer las actitudes de los profesionales y, el elderspeak o habla edadista, los estereotipos negativos que acaban convirtiéndose en prejucios, representan una práctica negativa más habitual de lo que podemos creer en un primer momento y, sin duda constituyen mal trato a las personas mayores”. Frente a ello Romina Mouriz apuesta por que estas “tomen sus propias decisiones”, es decir, “potenciar su autonomía, instaurar y desarrollar los nuevos modelos de atención personal y extender estos principios a nivel profesional y social, especialmente reconocer la heterogeneidad del colectivo senior. Las personas mayores no son todas iguales, tienen su propia idiosincracia”.
En este mismo sentido se manifestó el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), Miguel Ángel Vázquez Vázquez, refiriéndose a que los estereotipos negativos hacia las personas mayores ofrecen una imagen muy distorsionada de este grupo, que deriva en la eliminación de sus derechos, en la justificación y recurrencia a malas prácticas e incluso mal trato en su atención y convirtiéndose en una auténtica discriminación por la edad o edadismo.
Estos edadismos, argumentó, se vierten además en la comunicación con los adultos mayores simplificando y haciendo superficial el diálogo, recurriendo a un tono emocional degradante, condescendiente, aclarando lo que se dice como si el interlocutor no entendiera lo que se habla, estuviera aprendiendo a hablar, o como si se tratara de un niño pequeño.
El “habla para viejos” no sólo representa un lenguaje paternalista, terminó expresando el presidente de la SGXX, sino también «un estilo de expresión que tiene un ritmo más lento, una entonación exagerada, un tono elevado y el vocabulario más simple que el que se utiliza con un adulto en un discurso normal», como recurrir a un genérico «abuelo», cuando no es el caso, o para designar a todo el sector poblacional de mayores, «hablar de qué joven estás o qué bien te conservas, etcétera”.
La brecha digital va a menos pero muy lentamente
El acto de inauguración del III Congreso Nacional Conjupes corrió a cargo de su presidente, Vicente Sanz Fernández, que destacó los tres ámbitos en los que la entidad quiso centrar este nuevo encuentro: “la preocupación por el mantenimiento del poder adquisitivo y la viabilidad de las pensiones, tema preocupante, muy actual y centro de muchos de nuestros debates; el buen trato en las personas mayores, tanto desde el punto de vista de desterrar su aspecto negativo recogidos en el último informe del Imserso de 2016 y la falta de reconocimiento de este fenómeno como un problema social, como la potenciación del buen trato; y el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el acceso a ellas por parte de las personas mayores”.
Después, la doctora en Psicología del Envejecimiento Activo de la Universidad de Santiago (USC) e Investigadora de la Fundación Matia, Sara Marsillas, expuso en su ponencia ‘Las nuevas tecnologías y las personas mayores’ que “la brecha digital entre las personas mayores y el resto de la sociedad en su acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación TIC, ya no lo es tanto, el factor edad empieza a no tener tanta importancia”, señalando que, “con cada generación que se incorpora a esta etapa de la vida se va estrechando esta brecha digital”.
Sin embargo, advirtió que “existen varias tendencias en la actualidad, influidas por los estereotipos hacia la vejez, que retrasan esa eliminación de la brecha digital, como creer que las personas mayores no se interesan por la tecnología y que tendrán dificultades por incorporarla a su día a día” o, por el contrario, “informatizar la vida de los mayores sin ton ni son”.
Por eso, Sara Marsillas definió el acceso a las TIC de las generaciones de más edad como “uno de los grandes retos de la sociedad actual que debe afrontarse, en primer lugar, individualmente, desde las propias personas mayores y, en segundo lugar desde todo tipo de entidades privadas y públicas”, porque, aseguró, acceder a este tipo de tecnología, “mejora la calidad de vida, fortalece la independencia y la autonomía, mantiene un estado de vida activo y saludable y estimula la actividad mental”, por lo que son imprescindibles para el envejecimiento activo y suponen “una forma diferente de que las personas permanezcan activas e integradas socialmente”.
La doctora de la Universidad de Santiago concluyó señalando que “las nuevas tecnologías, y más concretamente Internet, son muy relevantes para el colectivo senior, ya que pueden compensar, potencialmente las pérdidas relacionadas con la salud, retrasar la aparición de enfermedades y patologías incapacitantes, potenciar el bienestar mental y social, mejorar el sentido de competencia personal, disminuir los niveles de soledad al aumentar la inclusión, la participación y la interacción social, incrementar el nivel de actividad y mejorar la satisfacción vital”.
Estrategia Nacional de Envejecimiento Activo
En el marco de este Congreso la directora general del Imserso, Carmen Balfagón, presentó la ‘Estrategia Nacional de Envejecimiento Activo y el buen trato a las personas mayores’ realizada por su departamento en 2016 que, aseguró, incluye varias demandas del colectivo de mayores, principalmente “considerar el envejecimiento como una oportunidad y no como un problema”. Balfagón advirtió que en muchos países de la Unión Europea, “se ha tratado a los mayores como un colectivo a apartar, a dejar a un lado, y no se puede permitir desperdiciar toda la experiencia, sabiduría y conocimiento acumulados durante años, que es lo que representa la edad”.
Por eso, la directora del Imserso destaco que esta Estrategia “está realizada principalmente contando con las personas mayores, precisamente para conocer cuáles son sus necesidades, demandas y situación. Para que se les escuche, se les atienda, para que le respeten los derechos que han adquirido y que se deben adaptar a la situación cambiante y actualizada y, sobre todo, poner en valor el tesoro que representa el conocimiento acumulado de la generación senior”.
En el documento se pone de evidencia, “la necesidad de que las entidades e instituciones que sirven y atienden a las personas mayores se adapten a los cambios sociales actuales para ofrecerles y entregarles lo que necesiten. Una opinión que debe prevalecer incluso sobre la normativa”, recalcó Carmen Balfagón, insistiendo en que “como mayor tengo que poder decidir sobre todo lo que voy a hacer con mi vida hasta el final”. Y, demandó, “adaptarse a los cambios de la sociedad vigente, como por ejemplo, transformar los viajes del Imserso al nuevo tipo de ocio y manera de ver la vida que tienen las actuales personas mayores”.
Otras lineas incluidas en esta ‘Estrategia’, que destacó la titular del Imserso, son “combatir la soledad no deseada, el aislamiento, la falta de comprensión y entendimiento hacia el mayor; la potenciación del movimiento asociativo y el voluntariado senior; mantener las pensiones y sistema de vida digna; promulgar la participación activa en la sociedad a través de asociaciones e incluso partidos políticos propios, “¿por qué no tener un grupo político de mayores en el Congreso?”, y evitar todo tipo de discriminación, principalmente los edadismos, en concreto, “los que utilizan algunos medios de comunicación, para que prevalezca el buen trato en todos los órdenes: físico, psíquico y verbal”.
Este encuentro concluyó con la entrega a Antonio Conde Ríos, presidente de la Asociación Seixo Marín, del V Premio Nacional Conjupes por su “labor desinteresada y altruista en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, especialmente aquellas con dependencia y discapacidad y por su larga trayectoria de atención personal y profesional al colectivo senior”.