La hidratación y la alimentación son pilares fundamentales en la salud de la población, especialmente a partir de los 50 años. Y para fomentar estos valores y mejorar la calidad de vida de los mayores, la Fundación Edad&Vida ha puesto en marcha la IX Campaña de Hidratación Edad&Vida, ya que según los resultados de una encuesta realizada a personal médico y de enfermería de centros de día, el 77% de las personas mayores presentan unas conductas de hidratación mejorables.
Estas campañas de hidratación que continuamente se ponen en marcha desde la Fundación, están específicamente dirigidas a los profesionales encargados de la atención y asistencia a las personas mayores, especialmente a aquellos que cuidan a personas en situación de dependencia.
El consejo nutricional del profesional de la endocrinología y nutrición, dietista, farmacéutico y médico, así como los controles analíticos y la supervisión de las ingesta de líquidos y alimentos durante las comidas son herramientas útiles para conseguir una adecuada hidratación, fundamental en un envejecimiento saludable.
La directora general de Fundación Edad&Vida, María José Abraham, destaca, entre otras iniciativas, la difusión de una guía que se complementa con nueve test que se pueden hacer en la página web de la fundación, (accesibles aquí) y que están dirigidos a personas mayores y a sus cuidadores, familiares o profesionales, para que evalúen su estado nutricional. Una vez se hace el test, se le da a la persona unas pautas a seguir basadas en las recomendaciones de la Guía de alimentación y nutrición de las personas mayores.
Guía de alimentación, nutrición y hábitos saludables
La Guía de alimentación, nutrición y hábitos saludables, realizada por expertos en alimentación y nutrición, está dirigida a las personas mayores sanas y pretende servir de ayuda y orientación para seguir una dieta adecuada que ayude a vivir más y especialmente con mejor calidad de vida y mayor independencia funcional.
Tal y como comenta la directora de la Fundación “en cada apartado se realizan recomendaciones específicas, claras y concretas. En primer lugar, se comentan las recomendaciones sobre hidratación y alimentación, para hablar seguidamente sobre los hábitos de vida saludables, especialmente exposición solar y actividad física. En los dos puntos siguientes se dan recomendaciones específicas para hacer una compra saludable y económica, además de unos consejos sobre seguridad alimentaria. Finalmente, se repasan recomendaciones para problemas concretos muy frecuentes en las personas mayores (diabetes, hipertensión, estreñimiento, etc.) y otros trastornos que pueden producirse por una alimentación inadecuada (sequedad de boca, problemas de deglución, etc.)”.
Cmo se ha mencionado, de los resultados de la encuesta realizada a personal médico y de enfermería de centros de día destaca el alto porcentaje (77 %) de personas mayores que presentan unas conductas de hidratación mejorables. En función del sexo se observa que hay una mayor proporción de mujeres con hidratación mejorable (86,8%) que de hombres (58,5%).
Únicamente el 47% de los encuestados toma ocho o más vasos de algún tipo de líquido (sin diferenciar el contenido). En este sentido, María José Abraham apunta que “las bebidas con un contenido moderado de azúcares de absorción rápida y sales minerales contribuyen a asegurar una adecuada hidratación, y los distintos sabores facilitan la ingesta y un adecuado aporte de líquidos, especialmente en las personas mayores”.
Desde la Fundación Edad&Vida destacan que la labor del personal sanitario incluye “informar, formar, educar y asesorar a la sociedad. Por un lado, con educación para la salud a través de charlas y talleres realizados por el personal sanitario sobre hidratación y alimentación saludable tanto para los mayores, como en cursos de familiares y en la formación continuada del personal auxiliar. Todo ello desde una actitud abierta, constante, personalizada y empática”.
Estas recomendaciones son especialmente importantes para las personas mayores, ya que con la edad disminuye la sensación de sed. Este es un problema que se produce principalmente por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario, por lo que se recomienda beber sin esperar a tener sed. Cuando las personas mayores sienten sed es un síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.
En este sentido, desde la Fundación Edad&Vida nos recuerdan estas 10 normas para una correcta hidratación de personas mayores:
- Es recomendable beber diariamente 6-8 vasos de líquidos (agua, zumos, lácteos, infusiones y refrescos) y consumir ciertos alimentos con alto contenido en agua que pueden ayudar a mantener un adecuado nivel de hidratación como frutas y verduras (melón, sandía, fresa, pomelo, uva, naranja, zanahoria, pepino, etc.).
- Es recomendable beber sin esperar a tener sed, ya que esta aparece cuando existe cierto grado de deshidratación. Con la edad, además, disminuye la sensación de sed.
- Se debe beber líquidos de forma gradual, mayor cantidad por la mañana y a media tarde, para disminuir la frecuencia de micciones nocturnas. La temperatura del líquido debe estar entre 11ºC y 14ºC.
- Es muy aconsejable beber 1-2 vasos de agua al levantarse, ya que puede ayudar a la motilidad intestinal.
- Deben evitarse las comidas abundantes. En cada comida principal se aconseja tomar un vaso de agua ya que facilita la ingesta de sólidos. Se deben evitar cantidades superiores porque producen saciedad por llenado gástrico.
- Las bebidas con un contenido moderado de azúcares de absorción rápida contribuyen a asegurar una buena hidratación y los distintos sabores facilitan la ingesta y un adecuado aporte de líquidos.
- Ante ciertas situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y humedad ambiental elevada, se debe beber más cantidad de líquidos al día.
- Los síntomas principales de deshidratación son, entre otros: sed, sequedad de mucosas y piel, disminución de la orina, estreñimiento y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.
- El médico deberá conocer los problemas de deglución, los cambios de dieta y la utilización de ciertos medicamentos (diuréticos, laxantes, etc.) de cara a ajustar las recomendaciones específicas de hidratación.
- Sólo se reducirá la ingesta o tipos de líquidos por indicación del médico. Consulte a su médico si presenta insuficiencia cardíaca, renal, hepática, etc.