Los cuidados paliativos han ampliado en los últimos años su ámbito de actuación y han comenzado a aplicarse en diferentes enfermedades crónicas más allá del cáncer. La atención a la cronicidad avanzada es uno de los retos de los sistemas sanitarios públicos y, en este contexto, los profesionales reunidos en el XV Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED) demandaron programas de identificación de los pacientes crónicos que requieran medidas y cuidados paliativos.
El doctor Xavier Gómez-Batiste, Medical Officer en Cuidados Paliativos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), subrayó que el 1,5% de la población española presenta necesidades paliativas debido a su declive nutricional, funcional o cognitivo, el número de uso de los servicios de urgencias, aspectos psicosociales y síntomas prevalentes como el dolor. “El tema más urgente de atender son los cuidados paliativos que precisan los pacientes con enfermedades crónicas avanzadas que no son el cáncer y que también necesitan estos cuidados”, destacó.
Necesidad de ampliar la estructura de las unidades de cuidados paliativos
El tratamiento de estos pacientes requiere de formación para ofrecer una atención de forma integral, así como el desarrollo de un programa de identificación de los pacientes crónicos que requieran de cuidados paliativos liderado desde los servicios de salud. Para esto, el doctor Gómez-Batiste hizo hincapié en la necesidad de ampliar a nivel nacional la estructura de las unidades de cuidados paliativos debido a las diferencias en número que presentan las comunidades autónomas.
Durante el Congreso, los profesionales sanitarios también abordaron el manejo del dolor oncológico, caracterizado por su intensidad y alto impacto en la calidad de vida de los pacientes. “Se trata de un dolor complejo y puede presentar en ocasiones lo que se denomina dolor irruptivo oncológico (DIO) en relación o no a determinadas actividades que realiza el paciente”, precisó la doctora Cristina Guanyabens, coordinadora del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Comarcal de Inca de Mallorca.
De acuerdo a estas especificaciones, la especialista señaló que mejorar el abordaje del dolor de los pacientes oncológicos implica “una aún mejor coordinación de los dispositivos asistenciales”.
A esta coordinación también se refirió el doctor Pedro Barri, responsable de la Unidad de Endometriosis del Hospital Universitario Dexeus, en relación al manejo del dolor pélvico crónico, “el médico debe organizarse en un entorno multidisciplinar capaz de ofrecer todas las alternativas disponible, cirugía, medicación, infiltraciones, fisioterapia, nutrición, apoyo psicológico, entre otras”.
Por su afectación en la calidad de vida de los pacientes se abordó el dolor musculoesquelético y, en concreto, el fenómeno de la sensibilización central en la artrosis, “un fenómeno más frecuente de lo que pensamos”, advirtió el Jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario del Mar de Barcelona, el doctor Jordi Monfort. Los pacientes sensibilizados o parcialmente sensibilizados no responden al tratamiento convencional de la artrosis, por lo que “si no tenemos en cuenta este fenómeno, no mejorarán por completo”, señaló el doctor Monfort.
Aunque los especialistas han coincidido en la dificultad de medir el dolor se enumeraron algunas herramientas para su identificación. En el caso del abordaje de la artrosis, la resonancia magnética funcional es útil para medir el dolor de manera objetiva. Por ello, el doctor Monfort destacó que “el dolor tiene un componente muy subjetivo y es importante cualquier esfuerzo que hagamos por objetivarlo”.