El profesional de enfermería desempeña un papel destacado dentro del equipo multidisciplinar de las Unidades del Dolor, ya que realiza valoraciones y protocolos de actuación o triages sobre la situación de salud que presenta el paciente.
La complejidad del abordaje del dolor condiciona un alto grado de formación y, por ello, profesionales sanitarios reunidos en el ‘Taller de Enfermería y Dolor’, celebrado en el marco de la XV edición del Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED) con la colaboración de Grünenthal, reclamaron una formación continuada de los profesionales de estas unidades.
“Las técnicas asistenciales dentro de las unidades de dolor son muy específicas y complejas”, señaló Beatriz Hernández, enfermera de la Unidad del Dolor en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Por ello, la especialista aboga por la formación continuada en dolor. “Me parece muy importante compartir con otras compañeras las experiencias, los problemas con los que nos encontramos y cómo nos enfrentamos a ellos, así como las iniciativas que llevamos a cabo para mejorar el abordaje del dolor”, señaló.
Además de esta formación inicial, los profesionales reunidos en el taller destacaron la importancia de la creación de grupos de apoyo enfocados a fomentar la educación para la salud y el autocuidado en el paciente. “Si nos dan las herramientas necesarias y la formación inicial, la enfermería creo que tiene mucho que aportar en el campo del abordaje del dolor”, subraya Hernández.
En el taller también se analizaron las funciones de los profesionales de enfermería en una Unidad de Dolor, entre las que se destacaron el protocolo de selección o “triage” sobre la situación de salud que presenta el paciente que se utiliza en el Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Este procedimiento consiste en una evaluación de los pacientes y el orden en el que son atendidos cuando los recursos disponibles son limitados. “Sabemos que un ‘triage’ siempre es algo injusto, pero se trata de una herramienta eficaz para la priorización selectiva de la atención médica a los pacientes que piden cita por primera vez en la unidad del dolor”, indicó Josefina Roldán, enfermera de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario La Paz.
Dolor neuropático y dolor agudo postoperatorio
Por la dificultad que representa su abordaje y tratamiento, en el marco del Congreso de la SED el dolor neuropático centró una de las sesiones del taller dedicado al tratamiento del dolor desde enfermería. Este tipo de dolor se produce por la lesión de una parte del sistema nervioso y está caracterizado por un hormigueo, calambre o sensación desagradable con el roce de la piel (alodinia).
Por su parte, la enfermera de la Unidad del Dolor del Hospital de Son Llàtzer, Ainhoa Reta destacó entre los distintos procedimientos disponibles para el tratamiento de esta patología el parche de capsaicina 179 mg (8%) y la importancia del papel de enfermería en la aplicación y manejo del paciente con dolor neuropático periférico.
Por otra parte, anestesiólogos analizaron “Cómo introducir una innovación en el dolor agudo postoperatorio (DAP)”, utilizando como hilo conductor la última innovación en DAP, el sufentanilo sublingual administrado mediante dispositivo.
En esta mesa se explicó la farmacología del sistema de sufentanilo sublingual, y el proceso para introducirlo en un hospital con la ayuda de diversos análisis y protocolos. Asimismo, el doctor Luis Muñoz, Jefe de anestesia del Hospital de Martorell, compartió su experiencia práctica con el sistema de sufentanilo sublingual en cirugía fast-track, destacando “el alto nivel de control de dolor postoperatorio”, su seguridad, así como la mejora que supone para los pacientes “en su capacidad para moverse por la habitación cuando consideren necesario”. Y además señaló la principal ventaja para la enfermería, para la que introducir una innovación de este tipo supone “una disminución de la carga de trabajo”.