En este sentido, la compañía Tunstall Televida lleva años desarrollando la puesta en marcha del programa de teleasistencia centrada en la persona, que se ha llevado a cabo de forma gradual en todas las administraciones públicas para las que gestiona el servicio, ha permitido crear planes individuales adaptados al perfil de cada uno de los usuarios. De esta manera, se convierten en receptores activos de la información y formación que necesitan a través de las llamadas del centro de atención, de documentación que se les entrega o de talleres presenciales.
Los ejes de las actuaciones (promoción de la salud, seguridad, participación social y aprendizaje a lo largo de la vida) se dotan de contenidos generales y específicos. Así, cada persona usuaria recibe aquellos que le interesan especialmente, que son necesarios por su situación sanitaria o social o por sus necesidades de adquirir habilidades en un área determinada. Todos los contenidos y recursos de este proyecto han sido creados por una psicóloga experta en participación y envejecimiento activo que coordina los proyectos de dinamización y participación social y han sido validados por diferentes instituciones.
Así, durante el año 2017, los centros de atención de Tunstall Televida han realizado un total de 636.222 llamadas dentro del programa ‘Hablemos de…’. Este programa facilita información a las personas usuarias (desde recursos en su zona hasta consejos sanitarios y de mejora de hábitos de vida) y les invita a compartir sus experiencias y vivencias. Gracias a este formato conversacional, el personal teleoperador puede, asimismo, detectar determinados factores de riesgo o vulnerabilidad para poner en marcha otras herramientas y recursos del servicio o ajenos a él.
Por otra parte, incentivar la participación social de las personas mayores es uno de los grandes objetivos de este programa de envejecimiento activo. Por eso se convocan también actividades presenciales que no solo buscan la transmisión de conocimientos, sino también aumentar las relaciones interpersonales y crear nuevos grupos de referencia para las personas usuarias. Así, se celebran cursos de formación y difusión, talleres y grupos de trabajo y eventos sociorrecreativos.
Durante el año pasado, se celebraron en torno a 500 eventos presenciales a los que asistieron más de 12.000 personas. La mayoría de estas actividades se celebran en espacios públicos de los territorios en los que se presta servicio, de manera que sirven también para que las personas mayores conozcan recursos de ocio en su comunidad.
Por otro lado, se ha creado una biblioteca de materiales escritos en forma de dípticos, folletos… que se distribuyen durante las visitas domiciliarias del personal de coordinación. En ellos se dan recomendaciones y pautas de actuación coordinadas con entidades expertas en cada tema. También se proporciona información sobre recursos y actividades que se desarrollan en el entorno. De esta manera, la persona usuaria puede consultarlos cuantas veces quiera. Estos materiales, asimismo, están disponibles en modo lectura fácil, lo que elimina barreras para la comprensión, el aprendizaje y la participación.
«Este enfoque en el envejecimiento activo, saludable y satisfactorio se basa en la idea de que una persona se puede seguir desarrollando a lo largo de toda la vida, también en sus últimas etapas, aumentando así en las personas mayores su sensación de bienestar y su satisfacción con la vida», asegura Ana Guillot, coordinadora de proyectos de dinamización y participación social de Tunstall Televida.