Y es que el sector sanitario es uno donde la IA está teniendo un mayor impacto en la actualidad y donde sus aplicaciones crecen de un modo espectacular, tanto para el área médica, como también para las áreas de análisis de datos y la gestión y administración.
Y, sin duda, uno de los campos con mayor potencial son los sistemas basados en el procesamiento del lenguaje natural, que permite agilizar y mejorar la tarea de los profesionales, tal y como afirmó Jordi García, director de IT de ASHO, empresa especializada en codificación hospitalaria, durante su intervención en las Jornadas de Inteligencia Artificial y Salud (IA) “Buceando entre Datos”, organizadas por la Fundación TIC Salut Social.
Este experto recalcó que “los sistemas de Natural Language Processing hacen referencia a aquellos sistemas de procesamiento del lenguaje natural por ordenador, donde se incluye la traducción de un idioma a otro, pero también del reconocimiento de un lenguaje hablado o de las respuestas automáticas a determinadas preguntas”.
Y es que una buena calidad en la codificación es imprescindible para realizar una valoración adecuada de la asistencia prestada en los centros asistenciales y permite optimizar los beneficios y oportunidades que ofrecen los Sistemas de Clasificación de Pacientes para la gestión sanitaria, tanto a nivel clínico como a nivel económico-financiero.
En este sentido, ASHO ha desarrollado AshoCoode, un software propio basado en los últimos avances en Machine Learning, técnicas de Procesamiento de Lenguaje Natural y métodos de búsqueda semántica que permite gestionar grandes volúmenes de procesos y que ya está implantada en centros sanitarios de referencia como el Hospital Sant Pau, el Hospital del Mar, Mútua de Terrassa, el Hospital General de Vic o el Hospital Municipal de Badalona.
Este software se implanta en procesos ambulatorios que generan gran cantidad de información clínica (urgencias, consultas externas, hospital de día, listas de espera, etc). Así, permite codificar procesos ambulatorios de forma online y en lenguaje natural (PNL), asignando un código de manera automática a cada enfermedad diagnosticada por el profesional asistencial, sin necesidad de que este tenga una formación previa. Es decir, “el médico añade en propias palabras en una interface el diagnóstico pertinente, y el sistema solo lo manda a codificar y propone el código que más se ajusta”. Para conseguir una codificación de mayor calidad y más eficiente un documentalista valida las situaciones en las que AshoCoode asigna un código CIE-10 con un porcentaje de confianza inferior al 90%.
Esto también resulta de gran utilidad para hacer frente al reto de adaptación que ha supuesto el cambio de CIE9 a CIE10, implantado hace dos años en España y en enero de 2018 en Cataluña, y que ha representado un salto de 17 mil a 140 mil códigos para referenciar procedimientos y enfermedades.
En este sentido, un Sistema de Ayuda a la Codificación (SAC), como el desarrollado por Asho, supone una medida para no incrementar el trabajo del clínico pero al mismo tiempo mantener un buen nivel de codificación. Desde su creación, este sistema ha codificado 20 millones de urgencias, consultas externas y procesos ambulatorios, y 6 millones de altas hospitalarias.