El 80% de los profesionales de Cuidados Paliativos recibe el agradecimiento explícito de las familias por su atención al enfermo, tal y como revela un estudio pionero realizado en 272 de los 284 servicios de Cuidados Paliativos de España y Portugal.
El 20% restante tiene reconocimiento “en algunas ocasiones”, tal y como puso de manifiesto María Aparicio, staff nurse en el St. John’s Hospice de Londres durante su intervención en la mesa redonda «El cuidado del profesional: ¿qué hacer?» celebrada en el marco del XII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL).
Y es que, aunque pueda parecer una obviedad que las familias muestren su gratitud por cuidar hasta el final de la vida a un enfermo cercano, por paliar “el dolor de un niño o aplicar la sedación paliativa con profesionalidad”, hasta ahora no se habían analizado al detalle los mensajes recibidos, ni su forma ni contenido, y tampoco lo que suponen para el profesional.
Así, según las respuestas los equipos de Cuidados Paliativos de todas las comunidades autónomas, la gratitud llega en forma de palabras, cartas o donativos de alimentos, y en menor medida a través de la prensa local, y se recibe durante todo el proceso paliativo, pero de forma especial en los últimos momentos de la vida y durante el duelo tras el fallecimiento.
Lo que cabría preguntarse entonces es qué suponen estos mensajes para los médicos, enfermos o psicólogos de los Cuidados Paliativos, y ellos mismos han respondido que les generan «satisfacción, motivación, orgullo o realización personal«, y en definitiva, «un refuerzo para saber que he hecho bien mi trabajo», explicó María Aparicio.
Sin embargo, para esta investigadora lo más importante es que estos sentimientos se ven «reflejados en una mejora en la atención a estos pacientes, convirtiéndose en un ciclo de retroalimentación, un tesoro, un recurso, un combustible para seguir».
En esta misma mesa redonda sobre la importancia de atender las demandas, la fatiga o el síndrome del quemado de estos profesionales, el doctor Enric Benito, consultor senior de Cuidados Paliativos en Palma de Mallorca, abogó por lo que denomina el «cultivo del currículum interior« más allá de las habilidades profesionales. «Cuando alguien sufre y alguien se acerca para ayudarle, algo les transforma a los dos», aseguró, para poner en valor, además, la importancia de lo subjetivo, la necesidad de huir de «una Medicina sin conciencia que sólo lleva al fracaso y al sufrimiento».
En este sentido, el doctor Benito aludió a lo que se denomina la Medicina personalizada, sobre todo en cáncer, «donde se tiene en cuenta el genoma de la persona, pero dejamos fuera lo humano”, porque “somos reyes tecnológicos, pero adolescentes éticos y muy pequeños en sabiduría».
Excesivo consumo de opioides
En el XII Congreso Internacional de la SECPAL también se debatió sobre uso y abuso de opioides. Josep Guardia, vicepresidente de la sociedad Socidrogalcohol y responsable de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, alertó del excesivo consumo de este tipo de analgésicos, causantes de una auténtica epidemia de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
«Estos tratamientos tienen poca relevancia si hablamos de un enfermo terminal, pero mucha si el paciente tiene años de vida por delante o si se prescriben para el dolor crónico en fibromialgia o cefaleas, porque no sólo crean una adicción que deriva en una disfunción conductual compleja, sino que están generando muertes fulminantes por sobredosis, sobre todo en los casos de mezcla con alcohol o benzodiacepinas», aseguró el experto.