El lunes 10 de septiembre se estrenó, en el canal #0 de Movistar, el programa «Cosas de la edad», una experiencia intergeneracional en la que un grupo de 10 niños y niñas de 4 años visitan la residencia Amavir Alcorcón (Madrid) para compartir juegos, emociones y risas con los mayores.
Este programa pionero, realizado por Movistar+ en colaboración con la productora DIo/Magnolia, consta de 6 episodios, que se corresponden con las 6 semanas que duró la experiencia en la residencia Amavir Alcorcón. Niños y mayores se acompañaron mutuamente durante dos horas al día de lunes a viernes, compartiendo numerosas actividades en el interior de la residencia, en el jardín y en el huerto, pero también fuera del centro, sacándoles así de sus respectivas rutinas.
Se trata de una adaptación a nuestro país de «Old People’s Home for 4 years old« («Una residencia para niños de 4 años»), el exitoso formato del canal británico Channel 4.
El programa «Cosas de la edad» pretende demostrar que la veteranía y el cariño son la mejor enseñanza para los que tienen toda la vida por delante, mientras que la inocencia y la vitalidad de los niños tienen la capacidad de curar y rejuvenecer a los que ya han atravesado la mayor parte de la vida. «Cosas de la edad» es así un programa lleno de ternura, espontaneidad y muchas risas, y muestra la eficacia de estas terapias intergeneracionales, en las que España es pionera.
Durante las seis semanas de rodaje, mayores y niños han estado acompañados en las actividades por los profesionales de la residencia y también por un grupo de expertos, formado por un psicólogo evolutivo, un sociólogo intergeneracional y una geriatra, que se han encargado de observar y evaluar los progresos de cada grupo durante la experiencia.
Las manos que te impulsan en la tercera edad
Un artículo de María Gómez, fisioterapeuta de Amavir Arganzuela
Al entrar en la tercera edad, nos sumergimos en una serie de condicionantes que reducen nuestras capacidades físicas y motoras. En ocasiones, estos deterioros nos limitan en nuestra actividad física diaria llegando a producir situaciones de dependencia.
Un día como hoy la fisioterapia nos ofrece la oportunidad de mostrar el papel que jugamos, la contribución que realizamos para mantener a las personas con una buena calidad de vida, una labor diaria a la que nos enfrentamos para mantener a nuestro paciente en las mejores condiciones posibles.
Somos expertos del movimiento y del ejercicio terapéutico y sea cual sea el obstáculo, siempre buscamos la forma de cómo continuar con nuestro objetivo que es la movilidad.
Gracias al trabajo de todos los que nos dedicamos a la fisioterapia geriátrica, conseguimos que nuestros mayores sean personas activas, ayudamos a prevenir el dolor, los traumatismos, las enfermedades cardiovasculares… Es enriquecedor poder comprobar cómo gracias a nuestros programas de trabajo, nuestros residentes pueden mejorar su forma de caminar, su movilidad articular, ver cómo en ocasiones aumentan su autonomía, pero, lo más especial, es comprobar como crece esa sonrisa cuando se superan a ellos mismos y derriban sus propias barreras, y nosotros estamos ahí, junto a ellos, para compartir esa alegría.
No siempre es fácil, porque los caminos hacia la mejora son una labor constante y lenta. Y ahí es cuando nuestro tesón, nuestro amor a la profesión, y nuestros conocimientos siguen siempre una lucha hacia delante. Trabajo diario, labor incesante, en ocasiones difícil al vivir mano a mano el sentimiento del mayor. Pero, si una palabra lo define, es «enriquecedor».
Gracias a todos los que compartimos esta profesión por haberla elegido, gracias por vuestra entrega, vuestro esfuerzo. Gracias no sólo por vuestros conocimientos, sino por el apoyo emocional que transmitís día a día. Es un orgullo poder ser los compañeros de batalla de nuestros mayores frente al paso de la vida.