Cuatro de cada cinco casos de ceguera (el 80% de los casos) podrían evitarse según la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB). Por ello, coincidiendo con la celebración el 11 de octubre del Día Mundial de la Visión, organizaciones internacionales y expertos españoles hacen un llamamiento conjunto a la prevención y la provisión de los mejores cuidados posibles para las dolencias que afectan a los ojos
Y es que, tal y como advierten desde la IAPB, los cuidados de la salud ocular son un derecho de todos y la atención especializada es clave en este contexto. En este sentido, desde el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega recalcan la importancia de realizar revisiones oftalmológicas para prevenir las enfermedades que afectan a la visión.
A pesar de que la prevención es clave para controlar las dolencias que afectan a los ojos, los pacientes tienden a consultar a un especialista únicamente cuando notan alguna alteración en la visión. De hecho, según el estudio Ipsos Global Advisor 2018, el 28% de los españoles declara no haber acudido nunca a un oftalmólogo.
La catarata es la patología más frecuente relacionada con la edad y la principal causa de ceguera en el mundo. Surge como parte de un proceso de endurecimiento del cristalino que comienza entre los 45 y los 50 años de edad. Y como indica el Prof. Luis Fernández-Vega, director médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega y especialista en esta patología, con el paso del tiempo, el endurecimiento progresa hasta que el cristalino empieza a hacerse opaco. “Ese proceso comienza alrededor de los 65-70 años, aunque en algunas personas puede tardar algo más”, apunta el especialista. Antes, aparece la presbicia entre los 45-55 años, que consiste en que el cristalino pierde plasticidad y no permite enfocar los objetos en visión cercana.
Otra dolencia que va en aumento, en este caso ligada al envejecimiento de la población, es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), principal causa de pérdida visual irreversible en personas mayores de 50 años y causa ceguera legal en el 1,7% de todas las personas por encima de esta edad. “No es la única causa de afectación de la mácula, pero sí es de las más graves y frecuentes y constituye la cuarta causa de enfermedad visual, después de las cataratas, el glaucoma y la retinopatía diabética”, apunta el Dr. Álvaro Fernández-Vega, director de la Unidad de Retina y Vítreo del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. En España hay más de 900.000 personas afectadas de “alta miopía”, que puede producir problemas en el fondo de ojo y la retina (más del 50% de los desprendimientos de retina se producen en pacientes miopes), apunta este experto.
Por su parte, la retinopatía diabética es la causa más frecuente de ceguera en la población activa en los países industrializados. “La diabetes afecta al globo ocular porque produce una alteración de todos los vasos del organismo, incluidos los de los ojos”, advierte el Dr. Fernández-Vega. En cuanto al glaucoma, segunda causa de ceguera en el mundo, no presenta síntomas hasta fases avanzadas de la enfermedad, por lo que se recomienda realizar revisiones oftalmológicas a partir de los 40 años, si no presentan antecedentes familiares. Los tratamientos farmacológicos y quirúrgicos en oftalmología han experimentado avances muy relevantes en los últimos tiempos para esta y otras muchas patologías y acudir al oftalmólogo permite a los pacientes beneficiarse de ellos lo antes posible, y con mejor pronóstico.
Prevención desde la infancia
Por lo que respecta a los niños, la Dra. Lucía Fernández-Vega, experta en Oftalmología Pediátrica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, recomienda realizar diferentes revisiones en varias etapas. La primera de ellas, al nacer, para descartar patologías congénitas como cataratas, glaucoma o un posible tumor (retinoblastoma).
Y ante cualquier alteración, “los padres deben llevar a sus hijos al oftalmólogo de forma inmediata. Si no se aprecian molestias ni problemas de visión antes, la edad apropiada para empezar a realizar revisiones periódicas en el oftalmólogo es a partir de los 3 años, cuando ya puede colaborar, para realizar pruebas con el fin de comprobar que la visión del niño es normal y prevenir así ojo vago, estrabismo y posibles defectos de refracción (miopía, astigmatismo e hipermetropía)”, explica la doctora Lucía Fernández-Vega.
Si existen antecedentes de problemas visuales en la familia de base hereditaria debe llevarse al niño lo antes posible al oftalmólogo, quien determinará el procedimiento a seguir. Una de estas patologías hereditarias puede ser la retinosis pigmentaria, que es la causa más frecuente de degeneración hereditaria de la retina. Se trata de una enfermedad relativamente habitual, presente en uno de cada 2.000 nacimientos en España, lo cual implica que existen en nuestro país más de 15.000 afectados y más de 60.000 portadores de mutaciones con potencial para causar la enfermedad.
Durante la adolescencia es posible que se presente queratocono, una deformidad de la córnea (primera capa transparente del ojo). El Dr. José F. Alfonso, director de la Unidad de Córnea y Cristalino del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, explica que “contamos con amplia experiencia en el tratamiento de esta patología ocular, mediante el implante de anillos intracorneales, –que ayudan a que la córnea no siga deformándose y se recupere visión-, con resultados muy positivos”.
Por su parte, el Dr. Luis Fernández-Vega Cueto, especialista en queratocono, comenta que “se trata de un tratamiento indicado para pacientes a partir de 10 años, con antecedentes de queratoconjuntivitis alérgica que se frotan mucho los ojos, provocando que esta patología empeore, por lo que es muy importante diagnosticar y aplicar el tratamiento adecuado cuanto antes”.
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[…] hasta que se produce una pérdida visual permanente e irreversible. De ahí la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento en estadios […]