Un artículo de David Roa Arbeteta,
Experto en la gestión de centros sanitarios y de servicios sociales
Más de 120.000 personas sufren al año un Ictus en España, cifras alarmantes que se han incrementado en los últimos años y que amenazan con hacer de esta terrible enfermedad una verdadera epidemia que deja tras de sí secuelas importantes y que en la mayoría de los casos generan una situación temporal o definitiva de dependencia limitando enormemente el día a día… Y en los próximos 25 años la incidencia del Ictus aumentará en un 30% y ya se considera la segunda causa de muerte en España.
A pesar de estos terribles datos hay una cifra para la esperanza y es que el 80% de los casos de Ictus se podrían prevenir cambiando ciertos hábitos de vida.
Hoy nos centraremos en 5 hábitos de vida saludables que son muy sencillos de adquirir y que alejaran la probabilidad de sufrir un Ictus y así poder disfrutar de una vida más larga y saludable.
- Dieta saludable: clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares es fundamental que sea rica, variada y sobre todo baja en sal y grasas. Es vital adquirir buenos hábitos de alimentación desde edades tempranas. Debemos tratar de eliminar de nuestra dieta el alcohol o al menos limitarlo en dosis importantes.
- Ejercicio rutinario: una vida sedentaria aumenta exponencialmente el riego de Ictus ya que genera hipertensión y aumenta el riesgo de sufrir arterioesclerosis. Es necesario realizar ejercicio a diario, siempre adaptado a la edad y posibilidades físicas de cada persona. Caminar es un buen ejercicio pero no suficiente, es ideal acompañarlo de una mayor exigencia física: carrera, bicicleta, etc.
- Evitar el tabaquismo: fumar es un factor de riesgo importante para el Ictus por lo que evitarlo te ayudará a reducir el riesgo de sufrirlo. Nunca es tarde para dejar de fumar y cuánto antes se tome la decisión mejor, ya que se estima que debemos esperar cerca de 15 años desde esta, para igualar el riesgo de enfermedad cardiovascular de un fumador al de una persona que nunca fumo.
- Reducir el estrés: sin duda este es uno de los factores de riesgo más difícil de conseguir en nuestro mundo actual con un día a día lleno de carreras, urgencias, atascos y problemas diarios. Para reducir el estrés debemos encontrar en nuestro día a día momentos para cuidarnos, hacer ejercicio, yoga, cuidarnos, respirar, reflexionar, ejecutar nuestro hobbies, relajarnos y también tener momentos de ocio y socialización.
- Controlar los niveles de colesterol y glucosa: es fundamental realizarse chequeos frecuentes con el fin de detectar altos niveles de estas sustancias que deban ser tratados de manera eficaz y temprana, evitando el daño que podrían provocar en nuestro cuerpo de mantenerse en niveles no óptimos de manera prolongada.
Mantener una vida saludable a través de estos hábitos no nos garantiza el no sufrir un Ictus pero reduce mucho la probabilidad de enfrentarnos directamente a él. Existen a la vez factores de riesgo sobre los que no podemos actuar, estos son la edad, genética y raza.
Dada la gravedad de la situación actual podemos concluir que nos encontramos frente a una emergencia sanitaria que puede ser controlada siempre que cada persona se responsabilice de su salud y las políticas públicas acompañen y favorezcan la ejecución de estos sencillos hábitos saludables.
Sobre el autor: David Roa Arbeteta
David Roa Arbeteta es un profesional sanitario experto en la gestión de centros sanitarios y de servicios sociales con una experiencia superior a los diez años en el área de la salud, el bienestar y la geriatría.
Diplomado en fisioterapia por la URJC de Madrid, termina su formación sanitaria con el Máster en osteopatía por la EOM y con el Máster en Dirección de Servicios Sociales por ESADE. Ha liderado la formación internacional de equipos sociosanitarios en la India, México, Brasil, Malasia y es tutor en la URJC de Madrid.
Creador de protocolos y programas de rehabilitación física en el área del senior, colaboradora en diversos medios de comunicación con artículos orientados al bienestar y la salud. En su experiencia profesional destaca la gestión y dirección de diferentes centros sanitarios y de mayores.