Cada vez con más frecuencia, residencias y centros especializados en la atención a las personas mayores desean información e incluso ya disponen de salas multisensoriales para mejorar el bienestar de sus usuarios.
En este sentuido, desde BJ Adaptaciones, empresa líder en tecnología de apoyo, se tiene claro que el futuro pasa por la habilitación de entornos multisensoriales en estos centros, pues son de gran utilidad, ya que combaten el deterioro progresivo de las áreas sensorial, motriz, cognitiva y social que puede presentar este colectivo.
Las salas multisensoriales son, por lo tanto, un excelente recurso para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Si, además, estas salas disponen de la tecnología del Sistema SHX la herramienta es aún más potente y efectiva.
Numerosas enfermedades neurodegenerativas –y, de entre ellas, las de mayor incidencia entre la población mayor como son los diferentes tipos de demencia– suponen una preocupación diaria para familiares y cuidadores porque limitan la autonomía de estas personas desde las etapas más iniciales, merman su participación en todo tipo de actividades y deterioran ciertas capacidades, especialmente si, por la falta de estimulación, no son puestas en práctica.
Esta falta de actividad significativa, genera progresivos sentimientos de frustración e inseguridad, que perjudican la salud general de los mayores y alteran su estado de ánimo (apatía, cambios de humor, agitación…) . Si no se atiende esta situación a tiempo con los recursos adecuados, se puede generar aislamiento, desconexión, y alteraciones conductuales.
La estimulación es clave. Con actividades adecuadas a cada persona y que impliquen diferentes procesos cognitivos, sensoriomotores y sociales, estas personas consiguen estar más activas y participativas. Su deterioro se ralentiza y su estado de ánimo es más positivo.
El uso de entornos multisensoriales mejora la calidad de vida
Las salas multisensoriales SHX de BJ Adaptaciones ofrecen actividades donde se crean contenidos coherentes que trabajan diferentes vías sensoriales, adaptados a cada persona, su historia, la etapa en la que está, sus necesidades y sus intereses, e incluyendo múltiples objetivos de intervención.
Además, compensan la falta de movilidad, aplicando estímulos potentes como la música, facilitando la conexión y la comunicación, lo que supone una gran fuente de bienestar.
Dentro de estas salas multisensoriales SHX podemos volver a vivir actividades de manera regulada con estímulos básicos, agradables y coherentes, que sirven de puerta de entrada a la estimulación cognitiva en diferentes niveles de complejidad.
Áreas de actividad y trabajo en las salas multisensoriales
Volver a la esencia
Todos nos movemos en entornos muy complejos donde los estímulos son muy diversos, cambiantes y estresantes. Las personas mayores pueden sentirse incómodas, abrumadas o sobrepasadas en estos ambientes, aún más gravemente en el caso de personas con demencia o deterioro cognitivo asociado a la edad. Las salas multisensoriales ayudan a las personas mayores a volver a la esencia y encontrar un espacio de calma porque nos permiten regular el ambiente para llegar a la persona desde lo más esencial, sencillo y primario de las actividades.
Adaptación a las capacidades sensoriales
Es frecuente encontrar en las personas mayores deterioros a nivel sensorial (presbicia, presbiacusia, disminución del tacto, entre otras) y/o de movilidad. Esto dificulta la entrada de estímulos y puede aislar a la persona del mundo exterior. Podemos utilizar los elementos de las salas multisensoriales para estimular y proporcionar información a los sentidos más afectados. Por ejemplo, los potentes estímulos visuales de un tubo de burbujas favorecen el trabajo del resto visual (fijar mirada, seguimientos, enfocar, coordinación óculo-manual, desplazarse hacia objetos, etc.).
Trabajar las reminiscencias y la memoria
Explorar la historia vital de cada usuario, mostrar contenidos de la época, actividades pasadas, fotos familiares, música y canciones, programas de radio y tv antiguos… Estos elementos son capaces de estimular su memoria. La vivencia de estos contenidos en una sala multisensorial es mucho más intensa gracias al ambiente accesible que se crea.
Permite la proyección en gran formato, la posibilidad de ofrecer vibración por todo el cuerpo acorde con la señal acústica (sensación altamente conectada con el sistema emocional), hacer que la iluminación de la sala funcione coordinadamente con la imagen provocando un efecto de inmersión, añadiendo la posibilidad de completarse con otros elementos sensoriales en momentos seleccionados (activar frío/calor, aire, pompas de jabón, proyecciones, etc.).
Estimulación cognitiva
Tanto el uso de estímulos primarios como el uso de escenas de inmersión nos permiten generar actividades de diferentes niveles de complejidad para llevar a cabo una estimulación cognitiva adaptada a las capacidades y limitaciones propias de cada persona y etapa.
Compersar la falta de movilidad
En las salas multisensoriales se proporciona un ambiente conocido y seguro para explorar, favoreciendo el movimiento y el desplazamiento por el entorno. Se estimulan sistemas sensoriales básicos como la propiocepción, el tacto y el vestibular, compensando los déficits y facilitando la autorregulación. Por ejemplo, un convertidor en hamaca convierte cualquier silla de ruedas en un balancín -trabajando así la propiocepción- y ofrece a la persona sensaciones que pueden facilitar su bienestar, aportarle mayor seguridad, y conectándole consigo mismo y con su entorno.
Disfrutar de la música
La música tiene elevadas posibilidades terapéuticas y recreativas para todas las personas. En el caso de las personas mayores se convierte en un gran motivador y dinamizador de actividades, y una herramienta extraordinaria para inducir estados de ánimo positivos. En la sala multisensorial es posible recrear música grabada, añadiendo efectos luminosos, señales vibroacústicas o proyecciones diversas. Se crea un ambiente especial que promueve la sociabilidad y la participación.
Conexión, comunicación y bienestar
Las sensaciones agradables y accesibles que generan los espacios multisensoriales adaptados facilitan la conexión de la persona con su ambiente y la comunicación con sus familiares o cuidadores en un contexto positivo. La comunicación se crea en el nivel en el que el usuario es capaz de asimilar y puede ser tan básica pero, a la vez, tan gratificante como una mirada compartida o una sonrisa.
Es por todo ello que las salas y espacios multisensoriales en centros de atención a personas mayores se están convirtiendo en un recurso destacado. Recurso que también tienen en cuenta los familiares en el momento de elegir la residencia o centro en el que quieren que sus mayores sean atendidos.