En noviembre de 2014, la residencia de personas mayores IMQ Igurco José Mª Azkuna, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, y el Colegio El Carmelo Ikastetxea, de la localidad vizcaína de Amorebieta Etxano, pusieron en marcha el «Proyecto Alzheimer«, una iniciativa que ha crecido durante estos cuatro años hasta implicar a niños y niñas de primer, segundo, tercer y cuarto curso de Secundaria, y a jóvenes escolares de primer curso de Bachiller, en una iniciativa para fomentar la convivencia y potenciar la comunicación intergeneracional.
Y es que si bien en un principio el Proyecto Alzheimer se restringía al contacto de unos pocos alumnos con unos pocos residentes, “hoy, los alumnos de primer curso de Bachiller vienen cada viernes a realizar actividades con todos los perfiles de personas mayores que residen en nuestro centro, incluidos aquellos que presentan deterioro cognitivo”, explica Ainara Castaños, neuropsicóloga de la residencia IMQ Igurco José M.ª Azkuna.
Así, cada viernes casi treinta escolares del Colegio El Carmelo Ikastetxea acuden a la residencia dentro de su horario lectivo, encuadrado en la asignatura de Religión, donde reciben diversas sesiones de formación a cargo de sus profesionales de medicina, psicología, fisioterapia, trabajo social y realizan actividades socioculturales, con el fin de formarles e informarles de la mejor manera posible, para el correcto desarrollo de las actividades programadas. Tal y como indica la psicóloga de IMQ Igurco, “ahora trabajamos todos los perfiles con los escolares; ahora ven la realidad total”.
La formación en la residencia a estos jóvenes de primer curso de Bachillerato de El Carmelo comprende “información sobre los síndromes geriátricos más prevalentes y cómo interactuar con una persona mayor con distintos niveles de deterioro cognitivo a través del desarrollo de técnicas de interpretación de roles (role playing) y otros”.
Gracias a esta formación, los escolares han adoptado un rol “más profesional” de lo que tenían antes en su interacción con las personas mayores residentes. “Ahora, por ejemplo, participan en terapias de rehabilitación neurológica y colaboran con los residentes en muchas de las actividades que realizan en la vida diaria”, destaca Ainara Castaños.
Beneficios para jóvenes y mayores
La interacción entre los residentes y los escolares trae beneficios a ambos colectivos. Y es que, tal y como indica Jon Rojas, profesor del Colegio El Carmelo Ikastetxea, “hemos constatado en los alumnos una preparación muy real y muy útil para la vida adulta. Algunos de los escolares, incluso, han cambiado su percepción inicial de las personas mayores y están poniendo en práctica estos cambios en su propio entorno familiar, lo cual es muy positivo. Por otro lado, tenemos también el caso de algún alumno que ya considera la colaboración en este proyecto como una importante orientación para su futuro profesional. En cualquier caso, las encuestas de satisfacción internas que hacemos nos están demostrando que es un programa de un alto valor añadido para los escolares”.
Por lo que respecta a los residentes de IMQ Igurco José M.ª Azkuna, “el programa les proporciona múltiples mejoras. Por ejemplo, cuando están con los escolares se aprecia una mayor atención y duración en la realización de actividades; también, menos alteraciones conductuales y más esfuerzo, participación e interacción social”, explica Ainara Castaños.
Además de las que se realizan en el Colegio, el programa comprende también tutorías de los profesionales de la residencia con el grupo de primer curso de Bachiller, “por si surgen dudas o conflictos interiores derivados de la actividad”.
Por otro lado, los niños y niñas de primer, segundo, tercer y cuarto curso de Secundaria de El Carmelo participan en el proyecto con residentes autónomos o que tienen un deterioro cognitivo leve. Entre las actividades que desarrollan se encuentran la colaboración en la terapia dual (una terapia en la que se trabajan simultáneamente los aspectos físicos y los cognitivos), en la rehabilitación física, y en actividades como debates, historias de vida y técnicas de reminiscencia.
Muchas veces, los escolares de Secundaria realizan estas actividades en colaboración con los familiares de los residentes. Y en otras ocasiones, se valen de las nuevas tecnologías. Un muestra de ello es el empleo de tabletas digitales en las que, por ejemplo, enseñan a los residentes sus lugares de nacimiento (en el caso de vivan lejos) o fotos históricas de los lugares en los que han desarrollado su vida.