Carme Carrion y Diego Redolar, profesores de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), han realizado un análisis de los principoales aspectos que influirán en materia de salud durante el año que acabamos de estrenar, y que estará marcado por el creciente desarrollo de la informática y la transformación digital vinculada al campo de la salud.
Tal y como destacan estos profesores, la atención virtual, las aplicaciones vinculadas al mundo sanitario o los dispositivos ponibles (wearables) son algunas de las herramientas tecnológicas que han venido para quedarse y que crecerán en los próximos años, herramientas que pueden ayudar a la prevención y el diagnóstico precoz de enfermedades y conseguir que los usuarios sean más proactivos en el manejo de su propia salud y, por lo tanto, hacer más sostenible el sistema sanitario, cada vez más cargado por la alta esperanza de vida y las enfermedades crónicas.
A juicio de estos profesores de la UOC estos serán los retos y tendencias clave que marcarán la agenda en el ámbito de la salud durante este 2019:
1. Seguirán aumentando las aplicaciones de salud
En el año 2017 había más de 325.000 aplicaciones disponibles en el mercado, de las cuales 78.000 se habían creado solo en un año, según la consultora alemana Research 2 Guidance. Entonces se hicieron más de 370 millones de descargas de este tipo de aplicaciones, lo que supone un incremento de un 16% respecto del año anterior. La profesora Carme Carrion, que es coordinadora del ámbito de diseño y evaluación de intervenciones del eHealth Center, augura que esta cifra seguirá creciendo este año y que ello responde a un modelo más «proactivo» del paciente/usuario en su salud.
2. Los dispositivos ponibles para monitorizar enfermedades crónicas seguirán aumentando su uso
También seguirá creciendo la venta de dispositivos ponibles (relojes, pulseras, prendas, gafas…), que entre otras ventajas permiten registrar la presión arterial, el pulso o los pasos recorridos. En 2016 se vendieron más de 102 millones de unidades en todo el mundo, según datos de la empresa de análisis y consultoría IDC, que pronostica un incremento de los relojes inteligentes (smartwatches). Para Carme Carrion, un reto de futuro sería la monitorización con estos dispositivos de enfermedades crónicas.
3. La relación virtual entre el profesional y el paciente irá en aumento
La posibilidad de ser tratado por un doctor sin salir de casa empieza a coger fuerzas. Según datos de algunas aseguradoras, en el año 2020 el 25% de las consultas médicas se hará por medio de canales digitales como el chat, la voz o la videoconferencia. Carrion explica que en el sistema público empieza a haber también cambios en este sentido, lo que se conoce como eConsulta, una herramienta de comunicación digital entre los pacientes y los profesionales sanitarios que complementa la atención presencial.
4. Faltan psicólogos en la sanidad pública
El profesor y neurocientífico Diego Redolar constata una carencia importante de estos profesionales en el sistema sanitario actual. En España, la ratio de psicólogos en la sanidad pública es de 4,3 por cada 100.000 habitantes, mientras que la media europea es de 18 profesionales, según datos de la Confederación de Salud Mental de España. Un mayor número de estos profesionales sería de gran ayuda en patologías mentales como la depresión mayor o los trastornos de ansiedad. Redolar explica que actualmente la actuación más habitual en estas enfermedades es el tratamiento farmacológico, y pocas veces se opta por el tratamiento psicológico, porque es más lento y más caro.
5. El cambio climático hace aflorar nuevas enfermedades
La aparición de casos aislados de dengue en varias zonas del Mediterráneo es, según la experta Carme Carrion, una «pequeña señal de alerta» de los efectos que puede generar el cambio climático sobre la salud. Los cambios motivados por la climatología provocan que determinadas especies que habían desaparecido ya hace años o nunca habían existido en este país se adapten al territorio, y ello puede hacer aflorar enfermedades que pensábamos que ya habían desaparecido. Además, el calentamiento global también tiene consecuencias sobre las cosechas o la falta de agua en países en vías de desarrollo, hechos que pueden traducirse en problemas de desnutrición.
6. Hay que reducir la mortalidad infantil
Uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas es reducir la tasa mundial de mortalidad materna como mínimo a 70 por cada 100.000 bebés que nacen vivos y reducir la mortalidad neonatal al menos hasta 12 por cada 1.000 bebés nacidos vivos. En regiones en vías de desarrollo, la tasa de mortalidad materna es aún 14 veces superior a la que tienen las regiones desarrolladas, una diferencia a la que quiere ponerse fin en 2030.
7. El sedentarismo es un grave problema
Según la última Encuesta nacional de salud, elaborada por el Ministerio de Sanidad, más de un tercio de la población de entre 15 y 69 años en España no llega al nivel de actividad física saludable recomendado por la OMS, que en población adulta y sana, de entre 18 y 64 años, pasa por hacer 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces por semana. Para Carme Carrion el sedentarismo es un «grave problema» que afecta a todas las edades y a ambos sexos. El tiempo medio diario que la población pasa sentada son 5 horas, pero es más elevado entre los jóvenes de 15 a 24 años, entre los que sube a las 6 horas y media.
8. Promover hábitos para evitar el envejecimiento del cerebro
El profesor Redolar explica que uno de los retos que tiene la neurociencia en un futuro relativamente cercano pasa por identificar factores y hábitos que pueden fomentar un buen envejecimiento del cerebro. El estudio internacional Barcelona Brain Health Initiative, coordinado por el Instituto Guttmann, y en el que colaboran varias universidades, entre ellas la UOC, trabaja por predecir todos estos factores.
De momento ya se ha visto que el ejercicio físico incrementa la neurogénesis en el hipocampo del cerebro, una estructura vinculada a la memoria y el aprendizaje y donde se forman nuevas neuronas todos los días. Tal y como destaca Diego Redolar, se ha comprobado que mientras el ejercicio físico aumenta la tasa de neurogénesis, el estrés la reduce, por lo tanto «si deseamos mejorar el aprendizaje y la memoria, debemos evitar el estrés y seguir unas pautas de ejercicio físico».
«Nuestro reto es comunicar a la sociedad que la persona en la vida adulta tiene que trabajar para prevenir el envejecimiento del cerebro», afirma este especialista. Del mismo modo, también es importante dar a conocer que a lo largo de la vida de una persona, también una vez jubilada, si esta ejerce una actividad mental continua (lee, estudia, hace crucigramas…), el deterioro cognitivo ligado con el envejecimiento y enfermedades como el Alzheimer pueden tardar más en afectarla.
9. Los macrodatos (big data) y la inteligencia artificial ayudarán a acortar el tiempo de diagnóstico
Los macrodatos ya se aplican en el ámbito sanitario, así como se hace con la inteligencia artificial, capaz de identificar patrones ocultos en los datos que pueden ayudar a un médico a prescribir tratamientos más personalizados. Carrion confía en que estos sistemas pueden ayudar a predecir enfermedades antes de que lleguen y ponerle remedio antes. Por su parte, Redolar destaca que uno de los proyectos en los que están implicadas estas herramientas es un estudio de la Universidad de California Meridional que permitirá investigar la conectividad funcional del cerebro por medio de datos de neuroimagen de investigadores de todo el mundo y de forma colaborativa.
10. Hay que invertir más en prevención para reducir medicamentos
Uno de cada diez ciudadanos consume tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir y cerca de un 5 %, antidepresivos o estimulantes, según la Encuesta nacional de salud. La profesora Carme Carrion habla de una sociedad excesivamente medicada no solo en el campo de la salud mental. «Socialmente, preferimos tomarnos una pastilla que salir a caminar todos los días», explica y, en ese sentido, apuesta por la necesidad de invertir más en prevención.
Uno de los retos de la atención del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es, según Redolar, disponer de herramientas diagnósticas que permitan saber si un niño con TDAH necesita ser tratado o no con medicación y cuál puede irle mejor. «En el TDAH existen diferentes genes implicados y factores, y esto explica que la medicación pueda funcionar en un niño sí y en otro no», afirma este experto.
11. El doctor Google gana pacientes
La informática permite consultar en línea cualquier síntoma que podamos sufrir. El estudio internacional Global Views of Healthcare 2018, desarrollado por la consultora Ipsos, constata que el 43% de personas con dudas sobre su estado de salud recurre a motores de búsqueda como Google. El paciente está más empoderado y puede llegar a cuestionar decisiones de profesionales con información consultada en la red. Para Carme Carrion esto, más que un elemento de miedo para el profesional, debería ser una oportunidad para avanzar conjuntamente en la toma de decisiones compartidas entre la ciudadanía y los médicos, que también deberían orientar a los pacientes a saber separar el grano de la paja.