El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más común provocada por la acumulación de péptido beta amiloide y proteína tau hiperfosforilada en el tejido cerebral. Para prevenir y evitar su desarrollo es de suma importancia establecer nuevos marcadores que identifiquen cambios tempranos en el cerebro causados por estas acumulaciones.
Hasta la fecha se han estudiado numerosos cambios en la expresión génica en el cerebro de personas con enfermedad de Alzheimer, pero solo unos pocos estudios han hecho uso de análisis del proteoma completo que cubra todo el conjunto de proteínas expresadas en las células.
Los investigadores destacan que se sabe que los cambios en la expresión no siempre median en el nivel de proteína y que las funciones de las proteínas producidas están reguladas, por ejemplo, por fosforilación. Al mismo tiempo, es necesario tener en cuenta los múltiples niveles de regulación para comprender los cambios operacionales asociados en la etapa temprana de la enfermedad de Alzheimer.
«Sabemos que los cambios en la expresión no siempre se traducen al nivel de proteína, y también sabemos que la fosforilación regula la función de las proteínas producidas. Por lo tanto, es esencial tener en cuenta múltiples niveles de regulación al mismo tiempo para comprender los cambios funcionales que tienen lugar en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer ”, explica el investigador postdoctoral Mikael Marttinen, de la University of Eastern Finland.
En este estudio publicado en Neurobiology of Disease, los investigadores utilizaron muestras de tejido de bancos de cerebro de Finlandia oriental, que se clasificaron según la acumulación de tau cerebral para representar diferentes estadios de la enfermedad de Alzheimer.
Al examinar todo el genoma completo de estas muestras de tejido celebral mediante neurobioinformática para identificar los cambios de fosforilación de ARN y proteínas se identificaron cambios funcionales en ciertas regiones del cerebro en relación con las acumulaciones de tau relacionadas con el Alzheimer. Además, los investigadores han demostrado que mediante el uso de métodos de aprendizaje automático es posible clasificar a los pacientes en etapas de un proceso de enfermedad diferente observando solo las alteraciones en la expresión de un conjunto limitado de genes.
Estos datos proporcionan información sobre las relaciones entre los procesos biológicos alterados en las diferentes etapas de la patología neurofibrilar relacionada con la enfermedad de Alzheimer, destacando varias vías interconectadas y alteradas, que justifican investigaciones adicionales como posibles dianas terapéuticas.
Además, el uso de la información de los cambios de expresión que tienen lugar en diferentes etapas podría resultar útil para clasificar mejor a los pacientes con Alzheimer en diferentes subtipos, permitiendo opciones para la optimización de tratamientos específicos para cada paciente en el futuro.
Investigaciones adicionales trabajarán para averiguar si estos cambios cerebrales detectados en diferentes etapas de la enfermedad también están presentes en el líquido cefalorraquídeo o en muestras de sangre, y si se pueden usar como nuevos marcadores de prevención de enfermedades en el futuro. Además, los cambios observados en una etapa temprana de la enfermedad facilitarán posiblemente nuevos tratamientos para la enfermedad de Alzheimer.
Los interesados pueden acceder a este estudio aquí.