El grupo sanitario Creu Blanca ha incorporado el software TBS (Trabecular Bone Score) lo que permite mejorar sus equipos de Densitometría Ósea (DXA) para medir la masa ósea y permite el diagnóstico de Osteoporosis.
La tecnología DXA destaca por su amplia reproducibilidad, baja dosis de radiación y capacidad para medir la Densidad Mineral Ósea mediante una prueba que no es agresiva y dura unos pocos minutos.
Ahora, con la incorporación del Software TBS se podrá avanzar y obtener más información en relación con la calidad del hueso trabecular presente en la columna lumbar. Este tejido óseo (hueso trabecular) es el primero que se ve afectado por los cambios producidos por la osteoporosis. Es un tejido que se regenera rápido y que además es muy sensible, lo que le otorga capacidad predictiva y por eso es lo primero que se observa con el densitómetro. El nuevo software analiza la calidad de esta parte del hueso a través del análisis de la textura de las imágenes de la densitometría.

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El Dr. Jordi Rebull, responsable del área de Densitometría de Creu Blanca

 
Y es que, tal y como señala el Dr. Jordi Rebull, responsable del área de Densitometría de Creu Blanca, “el problema con la osteoporosis es que no se detecta hasta que se produce una fractura y entonces la enfermedad ya está avanzada”. El TBS puede ser de utilidad para evaluar el riesgo de fractura en la práctica clínica y, junto a la densitometría ósea, mejora la capacidad de predicción del riesgo de fractura, además de poder ser de utilidad en los casos de artrosis moderada o severa de la columna lumbar. “Nos puede permitir detectar casos precoces de osteoporosis y empezar con el tratamiento que evite su empeoramiento”, destaca el Dr. Rebul.
Según la Fundación Internacional de la Osteoporosis, “identificar y tratar a los pacientes con riesgo de fractura, pero que todavía no la han sufrido, podría reducir significativamente en el largo plazo la incidencia de la osteoporosis. Reducir el riesgo de fractura un 8-12% puede reducir a 5 años vista la incidencia de la osteoporosis hasta un 34%”. La posición oficial de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM) en relación con la revisión de la evidencia científica sobre el uso clínico de TBS es clara y muy convincente.
En 1993, la Conferencia de Desarrollo y Consenso de Osteoporosis definió la osteoporosis como una enfermedad sistémica esquelética, caracterizada por una baja masa ósea y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, que produce un aumento de la fragilidad ósea y, como consecuencia, un incremento del riesgo de fracturas.
En España afecta a 3 millones de personas, principalmente mujeres: cuatro de cada cinco casos, sobre todo en la menopausia, cuando se pierde más del 10% de masa ósea. De hecho, se calcula que una de cada tres mayores de 50 años la sufre. En tanto, apenas uno de cada cinco casos sucede en los hombres. Es un proceso silente, pues a menudo no hay síntomas ni signos previos que alerten de su existencia hasta que se produce la fractura. Las fracturas más frecuentes son la de muñeca, vértebra y fémur.
Como indican desde Creu Blanca, la Osteoporosis es un proceso crónico prevalente en nuestra sociedad, un problema de salud pública y con una importante repercusión médica y económica. Se estima que 5.500 millones de euros es el coste que supondrá el tratamiento de las roturas de cadera para España en 2030, según recoge un informe de la Fundación Internacional de la Osteoporosis. En 2017 el gasto para el tratamiento de las fracturas por osteoporosis en España ascendió a 4.200 millones de euros.