/p>El complejo residencial Albertia Moratalaz ha puesto en marcha una nueva actividad significativa: “El Libro de la Memoria”. Se trata de un taller terapéutico que ayuda a conservar la identidad de las personas mayores.
Esta actividad se basa en la recopilación de toda la información personal relevante de los residentes del centro, desde datos puramente biográficos hasta acontecimientos transcendentales de la trayectoria vital de la persona, también denominada «historia de vida», siguiendo el formato diseñado por Peña Casanova.
Tal y como destacan desde Albertia Moratalaz, el objetivo principal es poder disponer en todo momento de una herramienta personalizada y adaptada a cada persona mayor, que le ayude a situarse tanto en sus reminiscencias como en su realidad actual. Además, «El Libro de la Memoria” también ayuda al profesional a ubicarse en la realidad de la persona mayor, haciendo comprensibles actitudes, expectativas y deseos, ayudando a personalizar las intervenciones de apoyo terapéutico.
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Con el objetivo de conocer más a fondo a sus residentes, Albertia Moratalaz ha puesto en marcha una nueva actividad significativa: “El Libro de la Memoria”

 
Orientado a personas mayores sin demencia o en estadios iniciales, este taller se ha puesto en marcha en el centro de día Albertia Moratalaz. Paulatinamente, se iniciará en el recurso de residencia y también se propondrá en el recurso de apartamentos para las personas mayores que así lo deseen.
Esta iniciativa se enmarca dentro del Modelo de Atención Centrada en la Persona implementado en los centros Albertia, con el que se busca responder a las demandas de las personas mayores en atención y servicios, priorizando conceptos como la autodeterminación, relaciones personales e inclusión social, partiendo de las expectativas y deseos de las mismas. El fin último es la búsqueda de la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, con una planificación de la intervención por parte de todos los profesionales del Centro, centrada en la persona a través del proyecto de vida y una atención personalizada.
Así, tal y como apuntan desde Albertia, trabajar bajo las directrices del Modelo de Atención Centrada en la Persona supone:

  • Respetar la dignidad e identidad de la persona
  • Respetar sus decisiones, gustos y preferencias a la hora de realizar o participar en actividades
  • Generar un ambiente cálido, facilitando la confortabilidad y el bienestar, dando lugar a actividades contextualizadas y con significado
  • Dar respuesta y fomentar la continuidad de la cotidianeidad propia de cada persona
  • Apoyar desde el conocimiento de la persona y su historia de vida, de manera integral y centrada en ella
  • Identificar y potenciar capacidades, buscando apoyos para solventar limitaciones
  • Involucrar a la familia en aspectos relacionados con el centro y la atención y apoyo a la persona