Un artículo de Laura Alemán Arteaga
Responsable de Comunicación de la Federación Española de Diabetes
FEDE

El fenómeno del envejecimiento de la población es uno de los grandes retos de la actualidad y requiere de un acercamiento multidisciplinar, por parte de las administraciones públicas, los profesionales sanitarios, las asociaciones de pacientes y un largo etcétera de actores, que intervienen en el ámbito de la salud. Para todas las personas, y en particular para aquellas que conviven con alguna enfermedad crónica, como la diabetes, el reto no solo está en “hacerse mayores”, sino en hacerlo con salud y bienestar.
Esta idea fue plasmada a la perfección por el Premio Nobel de la Universidad de Harvard, David Bloom, que el pasado mes de mayo participó en el encuentro “El futuro del envejecimiento”, organizado por la Fundación Areces. En él, este experto en la materia explicó la necesidad de concebir el envejecimiento como un proceso activo, en el que no se trata de “añadir simplemente años a la vida, sino que hay que añadir también vida a los años” y, por lo tanto, “es de enorme importancia que la longevidad y el aumento de la esperanza de vida vayan acompañados de una mejor calidad de vida”.

Todos los actores del ámbito de la salud deben trabajar para que las personas con diabetes vivan su envejecimiento de la forma más saludable posible

 
Se trata de un gran reto que las sociedades modernas deben afrontar y que no está exento de dificultades, puesto que, como explicó el profesor Bloom, no existen precedentes en el proceso de envejecimiento actual de la población, a lo que se puede añadir que las cifras de personas con enfermedades crónicas, la mayoría de ellas con una edad superior a los 65 años, se encuentran en constante aumento. Solo en España, unos 20 millones de personas conviven con una de ellas, 6 millones de ellos con diabetes.
Si bien es cierto que nuestro país se encuentra ente los primeros en el ranking de Estados con una mayor esperanza de vida, si se tiene en cuenta el concepto de años de vida sana al nacer, España baja algunas posiciones, situándose como octavo país en la Unión Europea (UE). Según los datos de la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat), las españolas viven una media de 66,5 años de forma sana y los españoles, 65,9 años de media.

Mucho más y mucho mejor

Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se trabaja para contribuir a este objetivo de añadir calidad de vida a los años, y se hace a través de distintas campañas e iniciativas de incidencia política. Es importante también no olvidar que, aunque aún queda mucho trabajo por hacer, el fortalecimiento de las asociaciones de pacientes y el compromiso de los investigadores y profesionales del ámbito de la salud han hecho que, en la última década, se hayan dado grandes pasos para lograr que las personas con diabetes puedan vivir una vida más longeva y, sobre todo, con más salud. Esto ha sido posible, esencialmente, gracias a tres avances:

  • Mejores fármacos
    Cada vez existe una mayor variedad de medicamentos, tanto insulinas como fármacos orales, que permiten establecer tratamientos más ajustados a las necesidades de cada paciente y controlar, no solo la diabetes en sí, sino también sus principales complicaciones. En este sentido, merece la pena mencionar el desarrollo de los
    fármacos iSGLT2 y arGLP1, que han demostrado su capacidad para reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares y renales; y las insulinas de nueva generación.
  • Nuevos sistemas de monitorización
    Los dispositivos como el sistema de monitorización flash y el sistema de monitorización continua de glucosa facilitan el registro de datos sobre las variaciones en los niveles de glucosa y, sobre todo, la toma de decisiones por parte de los pacientes. Su implementación en los sistemas sanitarios de las Comunidades Autónomas se está realizando de forma paulatina y poco homogénea. No obstante, las diferentes federaciones autonómicas de FEDE están trabajando con sus respectivas administraciones sanitarias para solventar esta situación, aunque está fijado el 31 de diciembre de 2020, como fecha límite para todas las personas adultas con diabetes tipo 1 puedan
    acceder al sistema flash.
  • Mayor énfasis los hábitos de vida
    Poco a poco, va aumentando la sensibilización entre los pacientes sobre la importancia del establecimiento de hábitos de vida saludables para el control de la diabetes, tales como una alimentación saludable, la práctica regular de ejercicio físico y el cuidado de la calidad del descanso. Para muchas de ellas, sin embargo, aún resulta difícil concebir estas rutinas como parte del tratamiento, pero es necesario insistir en ello. Además, estas dinámicas no solo contribuyen al bienestar de los pacientes con diabetes, sino también de la población en general, pues los datos de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, según sus siglas en inglés) apuntan a que un 80% de los casos de diabetes tipo 2 se podrían prevenir adoptando hábitos de vida saludables.

Por lo tanto, y aunque desde FEDE se sabe que queda un largo camino por recorrer para lograr que las personas con diabetes vivan su envejecimiento de la forma más saludable posible y sin que su patología suponga una barrera para ello, se conocen cuáles son las herramientas necesarias para lograrlo. En este sentido, se apuesta enormemente por el valor de la colaboración con todos los actores del ámbito de la salud (entidades de pacientes, sociedades científicas, administraciones sanitarias, industria farmacéutica, etc.) con los que se comparte este objetivo prioritario.