El servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de Quirónsalud Tenerife ha puesto en práctica intervenciones de cirugía de la prótesis de cadera con técnicas poco invasivas por vía directa anterior, mejorando la recuperación y la satisfacción del paciente.

Se trata de un importante avance en la cirugía de la prótesis de cadera, una técnica quirúrgica que no sólo reduce considerablemente el tiempo de recuperación de los pacientes, sino que también disminuye el sangrado y el dolor postoperatorio.

Tal y como apunta el doctor León González Massieu, jefe del servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de Quirónsalud Tenerife, en el año 2015, junto con el doctor Ignacio Ríos, empezaron a formarse en este procedimiento quirúrgico, innovador por la forma en la que se accede a la articulación.

«Los resultados a largo plazo son similares con cualquier técnica quirúrgica, pero al acceder a la cadera por la parte anterior se evita lesionar estructuras musculares o tendinosas, por lo que todo son ventajas de cara a la recuperación», afirma el doctor González Massieu.

El abordaje directo anterior, al ser menos invasivo, provoca menos sangrado y dolor postoperatorio y logra reducir el ingreso de los pacientes en el hospital a unos 2 días. «Los pacientes caminan sin necesidad de tratamiento de rehabilitación a las 12 horas de ser intervenidos y a las tres semanas de la intervención pueden conducir y hacer una vida casi normal«, sentencia el doctor Massieu.

Por último, el doctor Massieu asegura que este procedimiento quirúrgico está indicado en todos los pacientes que necesitan un prótesis en la articulación de la cadera, pero no es aconsejable en pacientes muy obesos o con enfermedades de la cadera muy complejas. El equipo de Quirónsalud Tenerife han realizado ya unas 200 intervenciones de este tipo.

En el siguiente vídeo, los doctores León González Massieu e Ignacio Ríos explican en qué consiste esta técnica y sus principales ventajas de cara a la recuperación del paciente:

El reemplazo protésico de la cadera es un procedimiento habitual en los quirófanos de ortopedia y se recomienda a pacientes que tienen dañada la articulación como consecuencia de algún traumatismo o de alguna enfermedad degenerativa. En la mayoría de los casos, los pacientes operados mejoran considerable su calidad de vida, pues además de lograr una buena estabilidad de la articulación que les permite mejorar su marcha, eliminan las molestias y dolores que sufrían antes de la intervención.