La UTE formada por Fundación Salud y Comunidad (FSC) y Lagunduz 2 ha renovado por cuatro años más la prestación del Servicio de Ayuda Domiciliaria en los 10 municipios que la conforman la Mancomunidad de Municipios de Las Encartaciones, en Bizkaia.
Esta UTE presta este servicio de atención continua a personas mayores con necesidades a nivel de autonomía personal desde el año 2015 a través de un programa individualizado de carácter preventivo, de atención continuada y/o rehabilitador, un servicio fundamental por su gran impacto comunitario dentro de la tipología de recursos gestionados por las instituciones locales y, en este caso, por la Mancomunidad de Encartaciones.
Las actuaciones incluidas en el mismo contemplan: servicios relacionados con los cuidados personales (aseo e higiene personal, ayudas en cuanto a la movilidad, apoyo en actividades básicas como la alimentación o en la administración de fármacos), atención doméstica (preparación de alimentos, vestido, compras, limpieza o mantenimiento de la vivienda) y actuaciones complementarias (acompañamientos a gestiones bancarias, administrativas y de salud), así como apoyo socioeducativo, entrenamiento en habilidades domésticas, etc.
El objetivo general del SAD de Encartaciones es intentar obtener el mayor nivel de calidad de vida de los usuarios, intentando incrementar la autonomía personal en el propio medio habitual de vida, de manera que se puedan valer por sí mismos en el máximo de actividades de la vida diaria; que se pueda retrasar, a pesar de las diferentes patologías que presenten, la evolución de sus dependencias y, por último, que se pueda mantener y/o mejorar su autoestima personal, así como la interacción familiar y social adecuadas.
Para llevar a cabo estas actuaciones, este servicio cuenta con 34 auxiliares domiciliarias que disponen del certificado de profesionalidad de atención sociosanitaria a personas en el domicilio, así como con las figuras de una trabajadora social (coordinadora del servicio) y de una responsable de administración, bajo la dirección de un Comité de Gerencia.
En cuanto al perfil de usuarios del SAD responde a los siguientes requisitos: personas mayores de 60 años con dificultades en su autonomía personal; personas con discapacidad o minusvalía con dificultades en su autonomía personal y, en general, tener reconocida la condición de persona dependiente o encontrarse en situación o riesgo de dependencia.
Durante el año 2018 este servicio atendió a 113 mayores, prestándose, en alrededor de la mitad de los casos, servicios de entre 4 y 6 horas semanales y horario de mañana. Respecto al perfil de usuarios, el 79% son mujeres, con una edad de entre 81-85 años en el 27% de casos, siendo un 61% de ellas viudas. Además, un 52% de los usuarios del servicio presenta el Grado I de dependencia (moderada); el 16% el Grado II (dependencia severa) y el 4% Grado III (gran dependencia).
Tal y como destacan desde FSC, debido a que la población de esta mancomunidad abarca mucho territorio y está bastante dispersa y alejada de los centros urbanos se deben aunar muchos esfuerzos para poder contar con auxiliares domiciliarias con vehículo propio, además de que la mayoría de las tareas de atención personal se concentran en las primeras horas del día, con las dificultades que ello presenta para las profesionales al tener que desplazarse a varios lugares, atendiendo diariamente una media de 4 ó 5 domicilios. Por esta razón, un 20% de auxiliares domiciliarias presenta contrato a tiempo parcial, mientras que un 80% lo tiene a jornada completa.
Otro elemento de la complejidad de la tarea de su trabajo está relacionado con el perfil de usuario atendido: algunos viven solos y no tienen lazos familiares, presentando cierta dependencia hacia la auxiliar como persona de máxima confianza. Otros presentan alto deterioro físico y psíquico, pero quieren seguir siendo atendidos en sus casas, al igual que lo reclaman sus familiares, con las dificultades que ello comporta en esta tipología de servicio.