Gracias a su elevado contenido de polifenoles, que ejercen importantes efectos antioxidantes y antiinflamatorios en el organismo, el cacao natural ofrece beneficios sobre la salud, y añadirlo de manera regular a dieta puede ayudar a reducir la incidencia de numerosas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y las neurodegenerativas, tal y como se puso de manifiesto durante la XXVIII Reunión de la Sociedad Española de Nutrición (SEN), celebrada recientemente en Soria.
Numerosos ensayos clínicos han observado que los componentes del cacao natural producen un efecto vasodilatador que favorece el control de la tensión arterial, aumentan la sensibilidad a la insulina mejorando el metabolismo de la glucosa, mejoran el perfil lipídico e inhiben la activación y la adhesión de las plaquetas, además de tener un potente efecto antioxidante y antiinflamatorio.
“Este último es un efecto muy interesante, porque la inflamación es la base de muchas enfermedades crónica, como las cardiovasculares, el cáncer, el deterioro cognitivo…”, explicó en la XXVIII Reunión de la SEN el Dr. Ramon Estruch, consultor sénior en Medicina Interna del Hospital Clínic, Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y presidente del Comité Científico del Observatorio del Cacao.
Gran parte de estos efectos se deben al alto contenido en polifenoles del cacao natural (entre 10 mg y 50 mg por gramo), concretamente en flavonoides del tipo flavanoles (epicatequina, catequina y procianidinas). De hecho, el cacao natural es una de las fuentes más ricas en flavanoles de la naturaleza. “Y estos componentes son los encargados de estimular la producción del óxido nítrico en las arterias, que dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo la presión arterial”, explicó el Dr. Estruch.
Este especialista también destacó que los estudios sobre los efectos protectores del cacao natural sobre la salud han aumentado en los últimos años, y han puesto de relieve también que “además de un efecto ansiolítico o relajante, aumentando la síntesis de serotonina, tiene un efecto anti-obesidad, reduciendo el peso corporal y la grasa visceral».
«Asimismo, el cacao natural también actúa sobre las funciones cerebrales, aumentando el flujo sanguíneo al cerebro y el rendimiento cognitivo y reduciendo la incidencia de deterioro cognitivo y su progresión a la demencia. Y también tiene un efecto protector de la salud ósea, reduciendo el riesgo de fracturas por osteoporosis, y un efecto antitumoral disminuyendo la incidencia de algunos cánceres, como el colorrectal”, añadió.
El Dr. Estruch concluyo su intervención indicando que este efecto beneficioso se deriva del consumo de cacao de manera regular en el marco de un alimentación variada. Se puede introducir en un yogur natural, con frutas, «o en el caso de los niños, se puede añadir a la leche, lo que contribuye a mantener un adecuado consumo de lácteos que son importantes para su desarrollo cognitivo y la obtención de la vitamina D”.
Mejor cuanto más natural
Hay que tener en cuenta que sólo el cacao natural mantiene al 100% las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias (los flavanoles), así como su típico color marrón y su sabor amargo al no haber pasado por ningún proceso químico de alcalinización.
La alcalinización se utiliza para reducir el sabor amargo propio del cacao natural y para facilitar su disolución en un líquido, como por ejemplo la leche. Pero según una reciente revisión científica llevada a cabo por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición del CSIC (ICATN-CSIC) revela que durante este proceso se reducen drásticamente los antioxidantes, entre un 60% o un 78% en función de la intensidad de dicho proceso.